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El Estado registró hasta junio un déficit de 38.607 millones de euros, el 3,64% del PIB

El Estado registró hasta junio un déficit de 38.607 millones de euros en términos de contabilidad nacional, lo que equivale al 3,64% del PIB, frente al déficit de 4.600 millones obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos de ejecución presupuestaria que ha presentado hoy el Secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña. Los 38.607 millones de euros de déficit son el resultado de unos recursos no financieros del Estado que ascendieron, hasta junio, a 47.233 millones de euros, y de unos gastos no financieros que se elevaron a 85.840 millones.

En términos de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante ese periodo, el Estado alcanzó en los seis primeros meses del año un déficit de 36.819 millones de euros, frente al déficit de 2.065 millones obtenidos en el mismo periodo de 2008. El déficit obtenido debe analizarse teniendo en cuenta la caída de la recaudación fruto de la coyuntura económica, pero también el impacto de las diferentes medidas tomadas por el Gobierno para aumentar la liquidez de empresas y familias. De esta forma, en los primeros seis meses del año, las medidas de impulso fiscal puestas en marcha por el Gobierno superan los 10.000 millones de euros.

Además, hay que tener en cuenta otras iniciativas del Gobierno para crear empleo como el Fondo Estatal de Inversión Local, dotado con 8.000 millones de euros, de los que ya se han pagado 5.000 millones. Por lo tanto, la mayor parte del déficit del Estado, se debe a medidas fiscales y a otras iniciativas del Gobierno destinadas a fomentar el empleo, la inversión y a paliar los efectos de la actual crisis económica.

En las cifras de ingresos no financieros se aportan datos del conjunto de las Administraciones Públicas, antes de descontar la participación de las administraciones territoriales (CC.AA. y corporaciones locales), lo que permite hacer un análisis más completo. La recaudación neta ascendió a 74.915 millones de euros, un 19,1% menos que en 2008. Los impuestos directos se elevaron hasta los 36.591 millones de euros, un 19,1% menos. El IRPF disminuye un 19,2% debido a la caída en las retenciones de trabajo, principalmente por la deducción de hasta 400 euros (2.370 millones de euros los seis primeros meses del año), así como por la agilización de las devoluciones.

En el Impuesto de Sociedades, la tasa de descenso es de un 24,7%, debido a los cambios normativos y a los menores beneficios de las empresas dada la situación económica actual. Los ingresos por impuestos indirectos alcanzaron los 29.130 millones de euros, un 27,5% menos que en 2008. En el lVA, la recaudación fue de 18.632 millones de euros, un 35,8% menos en comparación al ejercicio anterior. Este descenso se debe, en parte, a un adelanto de devoluciones de 3.000 millones de euros respecto a la campaña tipo, más otros 1.900 millones por la devolución mensual del IVA introducida en este ejercicio, así como a los mayores aplazamientos contabilizados y a la disminución de los ingresos brutos de las empresas. Asimismo, los ingresos por impuestos especiales se elevaron hasta los 9.138 millones de euros, disminuyendo un 4,9%. De este capítulo destaca la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, que disminuye un 17,3%, mientras que la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos tiene un descenso del 7,8%.

Por lo que se refiere a los pagos no financieros, éstos representaron un total de 83.171 millones de euros, con un aumento interanual del 22,9%.  Las transferencias corrientes crecieron hasta junio un 21,4%, con 46.308 millones de euros, entre los que se encuentran las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal por una cantidad de 7.508 millones de euros y las transferencias al IMSERSO para gastos de dependencia por 837 millones de euros, un 37% superiores a las del 2008. Destacan también las transferencias de capital, que aumentan un 204,7% debido a los pagos del Fondo Estatal de Inversión Local. Por último, las inversiones reales se han incrementado un 10,4%. A finales de junio, el Estado obtuvo una necesidad de endeudamiento de 61.174 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior tenía una necesidad de endeudamiento de 5.981 millones.

UGT y CCOO coinciden en que “el mercado laboral es la víctima, no el origen de la crisis económica”

Cándido Méndez Ignacio Fernández ToxoLos secretarios generales de UGT y CC.OO., Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, respectivamente, han coincidido hoy en Santander en que “el mercado laboral es la víctima, no el origen de la crisis económica”. De hecho, han afirmado que “el sector financiero tiene mucho que ver con lo que ha ocurrido en este país” ya que, según han recordado, “la mitad de los créditos que se concedían en los últimos años en España iban dirigidos a la construcción o los servicios financieros”.

Méndez y Fernández Toxo, quienes intervinieron en el Seminario ‘La profundidad de la crisis y su repercusión en el sector financiero y otros sectores de la economía’ organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), abogaron por recuperar “cuanto antes” el diálogo social ya que, a su juicio, “sería como las venas por las que debe circular la sangre para la reactivación económica”.

“En España hablar de diálogo social entre los sindicatos, la patronal y el Gobierno se asimila con una reforma laboral, con reducir salarios, derechos, abaratar el despido y, en definitiva, hacer que el ajuste repercuta por los cuatro costados sobre los trabajadores”, lamentó el secretario general de UGT, quien aseveró que “es mucho más que eso”.

Desde su punto de vista, se debería alcanzar un acuerdo con la patronal “antes de que acabe el mes de julio”. “El día 29 se cumple un año de la firma de la Declaración de la Moncloa”, recordó.

En los mismos términos se expresó el secretario general de CC.OO quien advirtió que el mes de mayo “se puede quedar en un espejismo” en términos de empleo porque “no hemos llegado al final de la caída, salvo que se hagan las cosas que hay que hacer”. “El otoño puede ser tan dramático en términos económicos y de caída de empleo en España como los primeros meses del año, que nadie se confunda”, añadió.

Para Fernández Toxo “probablemente, nosotros estaríamos en una situación como esta, tal vez no tan grave, aún sin crisis financiera internacional por el agotamiento de un modelo de producción que se ha sustentado en los últimos años en la construcción de 800.000 viviendas”.

Además, el secretario general de CC.OO se refirió a la “facilidad de destrucción de empleo de nuestra economía” en tiempos de crisis, que atribuyó a “las mismas causas que facilitaron la altísima creación de empleo, cuando en España crecía el PIB en el entorno del 3´5 por ciento en la etapa precedente”, y se generaba “empleo de baja calidad”.

En este sentido, Fernández Toxo concretó que “más del 60 por ciento de las personas que están perdiendo su empleo en España lo hacen por la vía de la no renovación de los contratos temporales”. Por ello, abogó por “corregir algunas disfunciones del mercado laboral español si lo comparamos con otros países del entorno”.

El secretario general de CC.OO. apostó por un plan de dinamización de la actividad económica, ya que “el cambio de modelo productivo no va a generar empleos mañana mismo”, en el que se contemple anticipación de obra pública, potenciación de programas de vivienda protegida y alquileres, desarrollo de la Ley de Dependencia y de actuaciones en los sectores educativo y sanitario.

Foto: UIMP

Más dotaciones y provisiones en el cierre del primer trimestre del BBVA

GoirigolzarriBBVA  logró  un beneficio de 1.238 millones de euros hasta marzo de 2009, un 36,6% menos que un año antes si se incluyen las plusvalías obtenidas entonces por la venta de Bradesco. De no tener en cuenta esa partida extraordinaria, las ganancias caen un 14,2%. Pese a todo, las cifras están por encima de lo esperado por los analistas. En un periodo «en el que continúa arreciando la crisis económica y financiera mundial», BBVA elevó el 5,5% los créditos a clientes, hasta 340.241 millones de euros. La morosidad se situó en el 2,8%. Aun así, está muy por debajo de la media del sector, del 4,2%.  La entidad contaba al cierre del trimestre con 105.154 empleados, tras haber recortado su plantilla en 7.306 personas en los últimos 12 meses, de los cuales 3.818 abandonaron el banco entre enero y marzo de este mismo año. El banco ha continuado, asimismo, con el proceso de cierre de sucursales. En cuanto a la solvencia, el banco situó su «core capital» -capital más reservas frente a activos ponderados por riesgo- en el 6,4%, prácticamente igual que un año antes.

Por zonas geográficas, en España y Portugal, el principal motor de los ingresos fue de nuevo el margen de intereses, que creció el 5,6% interanual, aunque los ingresos netos cayeron el 2,4% interanual. El área de México aportó un beneficio atribuido de 363 millones hasta marzo, un 27,5% menos. Mientras que en Estados Unidos logró ganar 42 millones, el 49,4% menos. América del Sur, por su parte, fue el área que más vio crecer su beneficio neto trimestral, que ascendió a 225 millones de euros, el 24,3% más.

BBVA mantendrá su política de retribución al accionista este año. Además, cree que su tasa de morosidad podría estar entre el 4% y el 4,5% a final de año. BBVA mantiene su política anunciada a finales del año pasado de pagar un dividendo en efectivo equivalente al 30% de sus beneficios. «Sólo puedo reiterar lo que dijimos a finales de 2008. Mantenemos nuestra política de dividendo, con un «pay-out» del 30% en caja», ha explicado el consejero delegado del banco, José Ignacio Goirigolzarri. En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses -antes de intermediación- creció el 20,1% en comparación interanual, hasta 3.272 millones de euros, por el mayor volumen de negocio y la gestión «activa» del balance, lo que le permitió compensar menores ingresos en otras partidas.

En consecuencia, el margen bruto -antes ordinario- 4.889 millones tras crecer el 2,5%, pese a la caída de los resultados por puesta en equivalencia de las empresas en las que participa (-96,9%), al retroceso de los resultados por operaciones financieras (-38,4%) y a la bajada de las comisiones (-4,6%). Tras restar los gastos de explotación del Grupo, que crecieron sólo el 0,7% fruto del estricto control llevado a cabo por el banco, el margen neto -antes de explotación- se elevó a 2.819 millones de euros, un 4,9% más. Con este comportamiento de los ingresos y gastos, el grupo logró un nuevo avance en el ratio de eficiencia, que se situó en el 42,3% frente al 43,7% de un año antes. Según explica la entidad, pese a que los principales índices bursátiles cerraron el trimestre con caídas, las plusvalías latentes del Grupo en sus participadas a 31 de marzo de 2009 ascienden a 1.281 millones de euros.

José Ignacio Goirigolzarri  indicó, por otro lado,  que el banco no ha recibido información por parte del Gobierno sobre el posible fondo de ayuda a la banca, pero señaló que comparte la opinión de la AEB sobre este asunto, que considera suficiente el Fondo de Garantía de Depósitos (FDG), y apostó por que sea el Banco de España quien «pilote» la reestructuración del sector porque tiene la experiencia necesaria para ello. «No sé de qué fondo hablamos», subrayó Goirigolzarri durante la presentación de los resultados trimestrales de la entidad en respuesta a una pregunta de la prensa sobre el posible fondo que prepara el Gobierno para ayudar a la banca, donde precisó que la entidad no ha recibido información por parte del Ejecutivo.

El consejero delegado de BBVA aseguró que la entidad no tiene pensado acometer en el corto plazo de tiempo adquisiciones en España, puesto que el banco considera que hay «grandes» oportunidades de crecimiento orgánico.  Explicó que «tenemos la estrategia muy centrada» que es seguir aumentando el negocio típicamente bancario. «Tenemos una gran capacidad de generación de valor», aseveró el número dos de la entidad, quien insistió en que «tenemos grandísimas oportunidades de crecimiento orgánico».

Bancomer supone alrededor de una tercera parte del margen de explotación y del beneficio neto del banco que preside Francisco González. El banco español, que ya estaba claramente penalizado por los analistas por el impacto de la crisis internacional en México -más afectado que el resto de los países de la zona por su cercanía con Estados Unidos-, sufre ahora otra vuelta de tuerca. BBVA   recibe el comienzo del brote de gripe porcina con un descenso del 10% en lo que va de año y del 43% en los últimos doce meses.

Propuesta para la reactivación laboral en España

image001Más cien prestigiosos economistas españoles han elaborado y firmado este documento articulando una propuesta para la reactivación laboral en España, que por su interés reproducimos a continuación.

La crisis económica no tiene un origen laboral. No obstante, España está sufriendo una destrucción de empleo muy superior a la observada en la mayoría de países desarrollados. Con una tasa de paro cercana al 15%, y que podría alcanzar el 20% durante los próximos meses, es urgente atacar las causas que generan una destrucción de empleo tan intensa. Ni las medidas de estímulo fiscal ni las de fomento del empleo –por ejemplo, las subvenciones a la contratación ya aprobadas− serán eficaces si no se corrigen los principales problemas que provocan un funcionamiento tan ineficiente de nuestro mercado de trabajo.

Estos problemas explican la gran distancia existente entre nuestra tasa de paro y la tasa media de los países del área del euro (8%), y si no se resuelven tampoco será posible generar suficiente empleo en sectores de alta productividad cuando las condiciones económicas internacionales vuelvan a ser normales. Crear un “nuevo modelo productivo” que sitúe a la economía española en una senda de crecimiento alto y sostenido de la renta per cápita requiere sobre todo un sistema de ciencia y tecnología más favorable a la innovación y un sector educativo que produzca trabajadores más cualificados, reduciendo las alarmantes cifras de fracaso escolar. No obstante, para que el nuevo modelo pueda desarrollarse con vigor son también necesarias unas instituciones laborales que faciliten la reasignación de trabajadores de los sectores obsoletos a los emergentes. Aquí nos ocupamos de nuestras instituciones laborales, que deben rediseñarse incluso con independencia de la crisis actual, pues fuerzas como el progreso tecnológico, la globalización y el envejecimiento de la población las han convertido en caducas.

Es deseable actuar en cuatro frentes a la vez. Por una parte, es necesario reducir la alta volatilidad del empleo generada por un mercado de trabajo dual, en el que desde hace más de dos décadas alrededor del 30% de los asalariados tiene un contrato temporal. En las fases expansivas del ciclo económico, este modelo genera una fuerte creación de empleo, si bien concentrada en sectores de baja productividad, mientras que en las fases recesivas exacerba la destrucción de empleo. Esto es así porque la regulación vigente induce a las empresas a hacer frente a las fluctuaciones económicas mediante la rotación laboral, en lugar de buscar alternativas como los cambios en la organización del trabajo.

Este aspecto se ve reforzado por el segundo problema: una negociación colectiva muy rígida, demasiado centralizada en algunos casos e insuficientemente coordinada en otros. En tercer lugar, los mecanismos de protección a los parados no alcanzan una cobertura suficiente, a la vez que en algunos casos desincentivan la búsqueda de empleo, alargando innecesariamente la duración del paro. Por último, España tiene grandes carencias en las políticas activas que persiguen ayudar a los parados en su búsqueda de trabajo.

La experiencia internacional demuestra que es posible mejorar significativamente esta situación. Para lograrlo es preciso adoptar un enfoque global de la regulación laboral, teniendo en cuenta los efectos colaterales indeseados que unas instituciones puedan tener sobre los objetivos perseguidos por otras. Con este enfoque, creemos necesario actuar de la siguiente forma:

► Para acabar con la dualidad laboral es preciso simplificar el actual menú de contratos de trabajo con indemnizaciones por despido tan diferentes. Salvo por el contrato de interinidad, para la sustitución de trabajadores en baja temporal, el resto de contratos temporales debe desaparecer. Simultánente debe introducirse un único contrato indefinido para todas las nuevas contrataciones, con una indemnización por año de servicio creciente con la antigüedad. La introducción de este contrato unificaría las causas del despido, manteniendo la tutela judicial para los despidos por razones discriminatorias.
Así, los trabajadores contarían con un contrato indefinido desde el principio de la relación laboral, mientras que los empresarios no se enfrentarían con la enorme brecha existente entre el bajo nivel de la indemnización de los contratos temporales (8 días de salario por año y en algunos casos incluso nada) y el alto nivel de proteccion de los contratos indefinidos actuales. Este diferencial es el factor inductor de la excesiva rotación. Por tanto, este contrato ayudaría también a reducir la grave desigualdad de oportunidades que sufren determinados colectivos, especialmente los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes, que son los más afectados por la excesiva rotación laboral.

Es posible que esta medida también favoreciese un despegue de la contratación a tiempo parcial, desalentada hasta ahora en nuestro país por el excesivo uso de la temporalidad. Al elegir la senda de indemnizaciones es importante evitar un aumento de los costes laborales medios con respecto a la situación actual. A título de ejemplo, se podría empezar con una indemnización ligeramente superior a la actual para los contratos temporales y aumentarla progresivamente hasta alcanzar un valor alrededor de la media europea, por debajo del nivel actual más común para los despidos improcedentes (45 días) que, como se deriva de los rankings elaborados por organismos internacionales, es de los más altos de la OCDE.

► Para mejorar la protección de los parados, el gasto en prestaciones por desempleo debe seguir creciendo mientras persista la situación de crisis y seguramente será conveniente alargar la duración de las prestaciones. Pero esta medida debería tener carácter transitorio, revirtiéndose cuando la situación económica mejore. En una perspectiva de medio plazo, para elevar la protección sin desincentivar la búsqueda de empleo, es preferible aumentar el nivel de las prestaciones durante los primeros meses de paro que alargar su duración. También deben revisarse los topes máximos para la cuantía de las prestaciones, pues al ser relativamente bajos dificultan hacer frente a decisiones de consumo ya comprometidas y a la vez implican un perfil escasamente decreciente que reduce los incentivos para la búsqueda de trabajo. En cuanto a las cotizaciones que financian las prestaciones, siguiendo el llamado “modelo austriaco”, puede resultar beneficioso que una parte se acumule en un fondo de ahorro al que el trabajador tenga acceso en caso de quedar parado, para financiar sus actividades de formación o, si lo desea, para acumularlo en un fondo de pensiones de jubilación. Por último, podría premiarse la buena gestión de recursos humanos reduciendo las cotizaciones sociales a las empresas que lleven a cabo menos despidos y/o penalizando a las que despidan más.

► Para modernizar la negociación colectiva, los agentes sociales firmaron un Acuerdo Interconfederal en 1997, en el que reconocían los problemas de excesiva centralización y descoordinación del sistema actual. Sin embargo, tras doce años no ha habido ningún avance. Por tanto, la estructura de los convenios sigue dificultando la adaptación de las condiciones de trabajo en las empresas a las necesidades productivas de cada momento y suponiendo un freno a los aumentos de la productividad. Sin cambios en la regulación que sustenta esa falta de avances, no será posible resolver las deficiencias de la negociación colectiva. En este sentido, una medida a considerar es que los acuerdos de empresa, ya sean convenios de empresa u otros acuerdos que se alcancen entre los empresarios y los comités de empresa o los delegados de personal, puedan prevalecer sobre los convenios de ámbito superior. Con la regulación actual, acuerdos como los que han alcanzado algunas grandes empresas para mantener el empleo solo son posibles bajo condiciones muy restrictivas.

► Para aumentar la eficacia de las políticas de empleo, es necesario orientarlas hacia determinados colectivos y mejorar su gestión. Las políticas activas deben concentrarse en los trabajadores con menor cualificación, que son los que sufren los periodos más largos de desempleo, a fin de evitar el paro de larga duración. Y su gestión debe coordinarse con la protección por desempleo. Tanto la provisión de las actividades de inserción y formación como su financiación deben tener en cuenta la situación particular de cada trabajador parado y generar las oportunidades e incentivos para elevar la salida del paro al empleo. A este respecto, debe llevarse a cabo de forma rutinaria una evaluación rigurosa de las actividades realizadas en este campo, hoy prácticamente inexistente. Dicha evaluación debe ayudar a mejorar su diseño y orientar la asignación de recursos hacia aquellos programas, agencias y empleados públicos que muestren los mejores resultados. También debe ampliarse la oferta de estas actividades, permitiendo que empresas de intermediación laboral y agencias privadas adecuadamente acreditadas puedan colaborar con las agencias públicas en su provisión y gestión, proporcionando así mayores oportunidades de elección de los trabajadores.

En suma, creemos que, siguiendo estas recomendaciones, es posible articular un programa global de medidas que favorezca la creación de empleo y con ello la salida de la crisis. Al aumentar el bienestar general y mitigar las desigualdades, este programa puede contar con un amplio apoyo social. El diseño detallado de las medidas requiere de estudios técnicos, para los que existen suficientes bases a partir de la investigación económica llevada a cabo en España y en otros países. Los abajo firmantes consideramos que debería ponerse en marcha de forma urgente una iniciativa en este sentido con el liderazgo del gobierno, el apoyo de la oposición y la participación de los agentes sociales.
Abril de 2009
Lo firman más de cien economistas, catedráticos y profesores de Universidad de toda España.

La hora del Banco de España

1139515_timeConfieso que soy incapaz de sumar la ingente cantidad de dinero que los americanos han anunciado para combatir la crisis económica y sanear las entidades de crédito. Primero fueron 700.000 millones de dólares, luego otras cantidades de cientos de miles y ahora un billón más. La única diferencia es que los primeros planes eran muy difusos y ahora Obama, a través del secretario de Estado del Tesoro, Timothy Geithner, ha desvelado algunos detalles dando entrada a inversores privados en la operación de rescate de activos tóxicos. En España hemos pasado de un discurso oficial en el que se insistía en la excelente calidad de nuestro  sistema financiero a una actitud dubitativa en la que tanto miembros del Gobierno como representantes cualificados del sector dejan caer que puede ser necesaria alguna medida excepcional.
Urge una mayor concreción del Banco de España y de Economía a la hora intervenir si fuera necesario y dejarse de metáforas de manzanas podridas o ramas secas. Obama ha optado por regar de dólares el sistema, lo que ha motivado ya críticas de premios Nobel como Stiglitz o Krugman que tachan las medidas de confiscatorias. En España parece como si las decisiones más apremiantes se hubieran congelado a la espera de que pase la cumbre del G-20 y la probable crisis de Gobierno posterior, pero hay decisiones que exigen coger el toro por los cuernos.

Artículo publicado en el Diario La Razón (Madrid) por Jesús F. Briceño, el día 26 de marzo de 2009

Camino de los cuatro millones

506219_bobinas_de_aoEl paro es el principal indicador de la gravedad de la crisis económica.  Este mes han sido 5.502 nuevos parados cada día. La EPA de abril, previsiblemente, será peor.
¿Se llegará a los cuatro millones?
El Gobierno prevé un paro a final de año del 15,9 por 100, justo por debajo de los cuatro millones. Sin embargo la caída del PIB y la coyuntura económica están en su contra. Las previsiones apuntan al 18 por 100 de paro, muy por encima de los cuatro millones que siempre niega Corbacho.
¿España es diferente?
El paro afecta a todas las naciones de la OCDE, pero España tiene el doble de paro que otros países, lo que avala que la crisis que sufrimos no sólo viene del exterior sino que tiene raíces propias sobre las que no se han tomado medidas.
¿Servirá el plan de choque del Gobierno?
El plan de inversión local previsto por el Gobierno paliará ligeramente el paro a base de incrementar el déficit. Todos los trabajos previstos son temporales y equivalen al empleo que se destruye en mes y medio. Si la construcción está tocando fondo, el  análisis del paro es igual o más preocupante, ya que pierde empleo la industria y los servicios.
¿Hay otras medidas?
Ante el fracaso de los planes que se han puesto en vigor se proponen otras medidas como la bajada de las cotizaciones sociales y el aumento del IVA, lo que abarataría los contratos y favorecería las exportaciones.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el Diario La Razón (Madrid), el día 4 de marzo de 2009

Seis mil seiscientos

935815___mine__La crisis económica no la sufren los políticos, ni los funcionarios, ni los sindicatos, ni los pensionistas, ni los que mantienen su puesto de trabajo y, como mucho, pueden ver congelado su sueldo este año. Las consecuencias de la crisis las viven los empresarios –no los ejecutivos de las grandes empresas– que se juegan su dinero y que están atrapados entre proveedores y bancos. Pero la crisis quien de verdad la sufre es el parado. Doscientos mil cada mes engrosan la cola del desempleo y ya se le ven las orejas al lobo de los cuatro millones a razón de seis mil seiscientos cada día. Si en febrero, otro mes estadísticamente malo, se repiten las cifras de enero, se habrán alcanzado los tres millones y medio, y aunque a partir de marzo se atenúe la caída del empleo con el plan de choque del Gobierno a través de las obras públicas en los municipios, las contrataciones de Semana Santa y las estivales, todo apunta a que a principios del otoño –si no antes– se alcanzarán los cuatro millones de parados. ¿Y entonces qué? ¿Seguirá el Gobierno echándole en cara a la banca que no concede créditos o repetirá que hay que arrimar el  hombro? ¿Pero no habíamos quedado en que el sistema financiero español era el más sólido del planeta y el propio José Luis Rodríguez Zapatero lo puso de ejemplo en la cumbre celebrada en Washington?

(Artículo publicado en el Diario La Razón el día 5 de febrero de 2009)