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La crisis del G-20

No es cuestión de tirar piedras contra nuestro propio tejado y la presencia de España en el G-20, con silla propia o prestada, aunque sea Zapatero quien nos represente, siempre es un aliciente. Aznar puso el listón más alto, aspiraba a un puesto en el G-8 y estuvo a punto de conseguirlo, pero la guerra del Irak y el 11-M dieron al traste con el sueño de este pequeño De Gaulle español. En los dos libros clásicos sobre relaciones internacionales, La vida internacional, de Marcel Merle, y La sociedad internacional, de nuestro compatriota y ex miembro del Tribunal Constitucional Antonio Truyol, España es el gran ausente en el mapa político mundial.

Sucesivos Gobiernos, desde Calvo Sotelo (ya que Suárez estaba absorto en la reforma política) a Zapatero, han devuelto a España el protagonismo que atisbó cuando Salvador de Madariaga ocupó la presidencia de la Sociedad de Naciones, embrión de la ONU.

Sin embargo, las reuniones del G-20, desde la cumbre de Washington celebrada el 15 de noviembre de 2008, pasando por las de Londres, Pittsburg y Toronto –estas últimas bajo el mandato de Obama– han defraudado las expectativas que los ciudadanos habíamos puesto en los líderes mundiales para superar la crisis.

Las grandes decisiones se siguen tomando por los bancos centrales o, más directamente, por la Reserva Federal de los EE UU o por su homólogo en China. La próxima cumbre de Seúl nace con los peores augurios y los sherpas que preparan las reuniones se curan en salud anunciado un acuerdo de mínimos que enmascare la guerra de divisas que se ha desatado en todo el mundo en un “sálvese quien pueda”. A falta de propuestas y con el declive del presidente Obama como telón de fondo, Zapatero repite traje en esta cumbre del G-20, ya que llevará las mismas propuestas que esbozó en la OIT el pasado mes de junio.

Propuestas abocadas al más absoluto de los fracasos con una huelga general de por medio y una crisis institucional sin precedentes. Ante este panorama, podían ahorrarse el gasto.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta, el 11 dee noviembre de 2010.

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/crisis-del-g-20

Ministro del paro bis

Un año en la vida de cualquier ser vivo, aunque no sea humano, como LA GACETA, es mucho tiempo y este diablo cojuelo ha levantado los tejados de  muchos patricios que habían hecho de la política o los sindicatos un cenagal. Este diario, además,  ha sido testigo del mayor descalabro de la economía española, sin parangón con ningún otro periodo desde nuestra Guerra Civil. Pasemos por alto la pérdida de valores morales, identitarios o de soberanía nacional para centrarnos en las cosas de comer y los análisis coinciden en que ha sido un verdadero desastre.

Jamás se había visto un agujero tal en las cuentas públicas, con una deuda de seiscientos mil millones de euros, que se dice pronto, y que duplica la que encontró este gobierno al principio de la legislatura. Ha sido el año de los récords para olvidar, el de mayor déficit, el de mayor destrucción de empleo, el de mayor pérdida de derechos sociales, el de mayor cierre de empresas, el de mayor riesgo de suspensión de pagos, el del descrédito internacional…, y así, suma y sigue.

Este gobierno ha generado 1.500 desempleados diarios desde el pasado 21 de octubre de 2009. Más de 522.000 nuevos parados, seis estadios como el Santiago Bernabéu llenos hasta la bandera. Tan sólo tres meses se han salvado de la quema (abril, mayo y junio) a costa de enterrar en sucesivos “Planes E” quince mil millones de dinero público. Provincias entera podrían haber desaparecido, mes a mes, como el pasado enero, con 124.890 nuevos parados. Entre agosto y septiembre ya superamos otra vez los cien mil “oferentes de empleo” y la EPA del tercer trimestre será otro jarro de agua fría sobre unos PGE que  reconocen su incapacidad para crear empleo. La guinda la pone el nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que se manifestó el día de la huelga general del brazo de los sindicatos en contra de la reforma laboral. Pues tendrá que explicarse, a no ser que por sentarse en el Consejo no le importe suceder a Corbacho como el ministro del paro bis.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 21 de octubre de 2010

La PIBA y las pensiones

Las ocurrencias del Gobierno en materia económica podrían llenar un capítulo del Guinness de los récords. Desde el compromiso de pleno empleo en el programa electoral hasta las fanfarronadas de superar en PIB a Italia y en renta per cápita a Francia. De negar la crisis a hacer pagar sus consecuencias a las clases sociales más débiles. De ir al baile del brazo de los sindicatos al vodevil de la huelga general. De negar el saludo a la bandera americana a poner nuestras cuentas bajo su tutela y la del FMI. Del juego de la silla del G-8 a mirar, como la zorra, las uvas inalcanzables.

Cuando creíamos que la sarta de tontunas había sido colmada por Leire Pajín al decir que “el PIB es masculino, es claramente masculino, y por tanto el cambio estará en el momento en que las decisiones importantes estén tomadas también por las mujeres”, llega Elena Salgado y justifica que tengamos el paro más alto de la OCDE porque ha crecido la población activa. U otras lumbreras que justifican el desempleo porque las mujeres también demandan un puesto de trabajo. Si este Gobierno denigra los indicadores económicos clásicos, como el PIB o la Renta,  tampoco puede escudarse en ese engendro de los economistas progres que es el BEN (Bienestar Económico Neto), que mide la calidad y la felicidad de los ciudadanos frente a la mera producción de bienes y servicios. A tenor de las encuestas, de los rankings internacionales o de las pitadas a Zapatero no parece que los españoles estén satisfechos con su suerte.

Ahora van a meter mano a las pensiones, la última gran reforma social del Gobierno socialista. El mismo Zapatero que impide que las propuestas de la oposición se debatan en el Parlamento y dinamita el Pacto de Toledo con una rebaja unilateral pide ahora árnica a Rajoy para buscar un consenso. Quizá todo sea un problema de género y haya que hablar de las “pensionas” o igual va la ministra o alguno de sus acólitos y dice que la culpa la tienen los viejos porque se mueren más tarde.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 14 de octubre de 2010

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/piba-y-las-pensiones

La Nación, a debate

El cuaderno azul -o mejor rojo- de Zapatero es inescrutable y si ya envió un mystere a Egipto para destituir al ministro de Cultura, Molina, y sustituirlo por Sinde, también puede enviar este verano una flotilla para recoger los despojos de su Gobierno. Ahora toca el Debate sobre el Estado de la Nación con una oposición apocada que no termina de hincarle el diente a una fiera que se crece en el castigo y otea el horizonte de la aprobación de los Presupuestos a cambio de cromos -léase Diputaciones con el PNV- y maquillaje de la Ley Orgánica del Poder Judicial -léase abstención de CiU-.

El goteo de catástrofes económicas se va consumiendo y los mercados las tienen casi todas descontadas. Para que no haya sustos, la próxima rebaja del rating de España ya se ha anunciado por anticipado y la colocación de esos más de veinte mil millones de euros en deuda que vencen en julio va sin sobresaltos, aunque nos cueste un ojo de la cara. La EPA y los datos del paro registrado tampoco aportarán gran artillería a la oposición. Quedan dos patatas calientes, la reforma del sistema financiero y la subida de impuestos que se avecina, además de las pensiones, y ahí Rajoy debe mojarse.

Soraya Sainz de Santamaría, el ariete del PP, quiere que Zapatero mire hacia el pasado y explique el caos de su gestión, pero el PSOE puede aguarle la fiesta. Los últimos datos de la Central de Balances del Banco de España anuncian una tendencia positiva de la economía a la que se va a agarrar Zapatero como a un clavo ardiendo. En el primer trimestre se ha producido una ligera recuperación de la actividad empresarial con una tasa del valor añadido bruto del 2,6 por 100 que contrasta con una caída del 12,5 por 100 registrada en 2009. No es mucho, pero es oxígeno para un Gobierno que tratará de recomponer los mimbres del cesto de la izquierda y los nacionalistas por mucha huelga general que le monten los sindicatos. De momento, ya tiene la invitación de UGT para el mitin de septiembre en Rodiezmo. Es capaz de ir.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 8 de julio de 2010

Zapatero, sin crédito

Conocen la crisis por los periódicos o quizá a través de algún familiar, como Casillas, pero no la sufren en sus carnes. Los tres ex ministros de Economía del PSOE, Boyer, Solchaga y Solbes dan recetas sobre España con la frialdad del forense que disecciona un cadáver.

Terminada la clase cada cual a su nicho de oro. Los tres se lamentan de que no podamos devaluar la moneda, ese arma secreta de los Gobiernos que nos hace más pobres con nocturnidad y alevosía, pero salva la balanza de pagos. Los tres tenores de la economía son expertos en ajustes duros pero a Zapatero ni tocarlo, sólo algún pellizco de monja. Los culpables de la crisis son Merkel y Rajoy. La primera, por cargar sobre la deuda de España las consecuencias de la reunificación alemana, y el segundo –según José Blanco–, por antipatriota.

Zapatero acude este fin de semana al gran examen de Europa. Los eurócratas saben que es un presidente desacreditado y pretenden cebarse con España, aunque otros países tienen el techo de cristal. A Salgado le han mandado volver en septiembre con un recorte adicional del déficit. Pintan bastos en Bruselas y quieren poner de rodillas a España con el chantaje del fondo de rescate de la UE o del FMI. A lo que UGT y CC OO responden con una huelga general másIVA en septiembre y no con mayor productividad. Zapatero reconoce que su Gobierno no genera credibilidad. La prima de riesgo alcanza máximos el día que presenta una reforma laboral con despido barato y tramitación política incierta.

Los mercados son voraces y no cejarán en su acoso hasta que el Gobierno humille y se declare insolvente o mande un mensaje inequívoco de firmeza y austeridad. Rato pide que se acabe con el goteo y se pongan todas las medidas encima de la mesa para ganar la confianza perdida. Zapatero está amortizado, pero aún tiene el futuro de España en sus manos, aunque ya lo ha dicho Solchaga: los líderes actuales no están a la altura de las circunstancias.

Artículo de Jesús F. Briceño publicado en La Gaceta (Madrid) el 17 de junio de 2010

Rajoy, átate los machos

El mundo económico está dividido, como el día de la votación del zapaterazo. De un lado desean la quiebra del Gobierno del PSOE por incompetente; del otro contienen el aliento y anhelan que el espurio voto de Duran i Lleida contenga a los mercados. Zapatero es un animal político que no está dispuesto a convocar elecciones para perderlas. Por su parte, Rajoy tiene que cabalgar sobre la cresta de la ola de unas encuestas favorables que sólo son una letra de cambio a dos años vista. El calendario lo sigue marcando el vicepresidente económico, Cándido Méndez, a quien el precio de la deuda de España le importa una higa.

La semana que viene Salgado acudirá al Ecofin en busca del aprobado que dará un balón de oxígeno al Gobierno hasta la presentación de los PGE. El 8 de junio, huelga controlada de la función pública para que UGT y CC OO se rediman ante sus bases. El día 17, Consejo de primavera de la UE en donde Zapatero se hará la foto con Merkel, Sarkozy, Cameron y Berlusconi. Poco después, el día 26, fin de fiesta musical para terminar de enterrar los noventa millones que nos ha costado la Presidencia Española de la UE. Y siempre con el rabillo del ojo siguiendo los partidos de la Selección Española de Fútbol, que apaciguarán los ánimos y harán olvidar la crisis por unos días.

A todo esto Rajoy, en su momento más dulce, esperando que le pongan el toro en suerte, pero ni habrá elecciones anticipadas, ni moción de censura, ni de confianza. Zapatero quiere ir al Debate del Estado de la Nación del 15 de julio con la reforma laboral en una mano y el impuesto para los ricos en la otra. Así ya no habrá tiempo para convocar la huelga general con la que sueña el PP. En septiembre, a negociar con el PNV los Presupuestos y en diciembre –tras las elecciones catalanas– la llave la tendrá CiU. Si el Gobierno consigue colocar la deuda, aunque sea a precios astronómicos, Zapatero aguantará el tirón y está dispuesto a pelear las municipales. Su lema: detrás de mí, el diluvio.

Artículo publicado en La Gaceta (Madrid) por Jesús Fernández Briceño, el 6 de junio de 2010

«El Gobierno no ha retirado su propuesta de reforma de las pensiones», según Octavio Granados

El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, negó este martes en el Fórum Europa que el Gobierno haya retirado su propuesta de retrasar la edad legal de jubilación hasta los 67 años, aunque admitió que podría modificarse.

Durante su participación en este foro, organizado por Nueva Economía Fórum, Granado defendió que “las propuestas no se retiran, se modifican”, y añadió que las medidas “se enuncian y, a partir de ese momento, son objeto de negociación”. En este sentido, subrayó que las reformas deben cerrarse con acuerdos de fondo, lo que implica que “todos modificamos nuestras posiciones de partida”.

Sobre las propuestas del Ejecutivo, especialmente el retraso de la jubilación, admitió que ha podido haber un fallo en la explicación de las medidas. “Tenemos un esfuerzo insuficiente de explicación”, dijo el secretario de Estado. En su opinión, es necesario que estas propuestas se discutan “desde un punto de vista menos dramático” y comparando las medidas “con lo que se hace fuera de nuestras fronteras”.

Granado recordó también que las anteriores reformas de pensiones siempre “tuvieron una pequeña carga de conflicto”, que, por ejemplo, llevaron a la convocatoria de una huelga general en 1985, a la salida de dos diputados socialistas del Congreso o a un “cisma sindical” en el año 2001. Sin embargo, defendió los beneficios que para el Sistema supusieron esas reformas y aseguró que si la Seguridad Social sigue con superávit es “porque hace 25 años empezamos a hacer reformas”.

Asimismo, instó a los grupos parlamentarios a que busquen un acuerdo, tal y como hicieron en reformas anteriores. “Incluso en el año 1995, en un momento político de gran crispación, los grupos supieron apartar sus diferencias”, dijo el secretario de Estado, quien aseguró que la situación ahora “es mucho mejor y las posibilidades de acuerdo político son mayores”. También reiteró que es “fundamental” la participación de los agentes sociales en este acuerdo y advirtió de que “perderíamos una oportunidad histórica si dejásemos de acordar las reformas” sobre la Seguridad Social.

REPARTIR EL AJUSTE
Granado explicó también que la reforma debería aplicarse sobre el mayor número posible de personas para poder repartir el ajuste necesario para que el Sistema sea sostenible. Es decir, si no se toman medidas que afecten a los que se jubilan a los 65 años (como el retraso de la edad legal a los 67 años), entonces el ajuste sobre el resto de personas que se retiran de forma anticipada “deberá ser mayor”. Lo mismo ocurre con el número de figuras que se reformen. Por ejemplo, si sólo se introducen modificaciones en la pensión de jubilación, y no en el resto, el ajuste sobre esta prestación también será mayor. “Hay que intentar repartir el ajuste”, subrayó.

Sobre la ampliación del periodo de cálculo de la pensión, Granado fue contundente al asegurar que no es partidario de que se compute toda la vida laboral, y defendió que “hay soluciones técnicas mucho mejores”, por lo que “no son necesarios cambios tan abruptos”. Entre las razones para descartar la ampliación a toda la vida laboral existen también causas técnicas, como el hecho de que los datos sobre la situación en el empleo de los trabajadores antes de los años 80 “no tienen la misma calidad” que en la actualidad, por lo que sería difícil utilizar estos datos. No obstante, afirmó que es necesario dar una respuesta a las personas que pierden su empleo en una edad avanzada, aunque eso implique que “el resto de trabajadores veamos minorados en una parte muy pequeña” las pensiones.

Según Granado, las personas que se jubilan desde el desempleo representan cerca de un 2% del total, por lo que supondría “un pequeñísimo esfuerzo de todos” reponer sus pensiones. Granado defendió la necesidad de adoptar estas medidas, debido al envejecimiento de la población que llegará “más tarde” que en el resto de países europeos, pero “con mucha mayor intensidad”. Así, afirmó que la inmigración, el incremento de la tasa de actividad y el aumento de la productividad resolverán “parte del problema”, pero no el envejecimiento de la población. No obstante, señaló que estas fase crucial del Sistema será la que se corresponda con el “baby boom” registrado en España tras la guerra, entre los años 1958 y 1978, “después llegó la democracia y se empezó a tener menos hijos”. Posteriormente, pasados 20 años, la pirámide poblacional volverá a equilibrarse y la situación del Sistema mejorará.

El secretario de Estado defendió también que es mejor realizar reformas con un horizonte de aplicación a más años, -“mejor a 20 años que a 10”- y aseguró que es “razonable” que se aplique de forma paulatina, para evitar que una persona, por haber nacido unos días más tarde que otra tenga que jubilarse cinco años más tarde.
(Nueva Economía Fórum)