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Navidades rojas

Velas rojasLas calles se tiñen de rojo, amarillo, verde, blanco o negro según sea el colectivo que se manifiesta. Llama la atención el espíritu lúdico y festivo de muchas de estas movilizaciones, que poco o nada tienen que ver con las reivindicaciones laborales duras de la fábrica o la mina. La gente baila, canta, aporrea tambores y se disfraza. Todos despotrican contra el Estado, las CCAA o los Ayuntamientos, pero nadie quiere vivir fuera de lo público.

No conozco a ningún juez que haya hecho huelga por la lentitud de la Justicia, ni a ningún médico por las listas de espera, ni a ningún conductor de metro o autobús por las demoras en el servicio o colas en las paradas. Muchos ciudadanos están hartos del cuento chino de que todas estas protestas son en defensa de lo público. No señor, basta de mentiras, son en defensa de los sueldos, prebendas o privilegios privados de aquellos que trabajan en el sector público. Les importa un pimiento qué pasa con un paciente al que le anulan una cita y se la dan para dentro de seis meses, y los que cortan de forma salvaje las calles, sin ni siquiera ejercer legalmente su derecho de manifestación, pasan del conductor o peatón atrapado que se está jugando ese día su salud o su puesto de trabajo.

Que en lo público se viven mejor no cabe la menor duda, en contraposición a lo privado, en donde se curra cantidad. Y no digamos de los autónomos que no saben lo que es una paga extra o una enfermedad. A las pruebas me remito, ningún autónomo se da de baja por depresión. Se suman ahora huelgas casi diarias en metro y autobús en Madrid, lo que puede arruinar la campaña de Navidad en muchos comercios. ¿Si arruinan la economía quién va a pagar sus sueldos?

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 16 de diciembre de 2012

El juego de las pensiones

Llega final de año y se multiplican las informaciones del Gobierno o promovidas por fondos privados a costa de las pensiones. Las hay interesadas, como aquellas que prometen revalorizaciones sin fin, y las pintorescas, en este caso en boca de la ministra del ramo que asegura que “las pensiones están garantizadas”. Vamos a ver Sra. Ministra, aquí no hay nada garantizado, ya que si sigue la tendencia actual y cada mes bajan los cotizantes y suben los beneficiarios, llegará un momento en el que no haya dinero, ya que la famosa hucha da para pagar siete meses. Tampoco se van a ir de rositas los gestores de fondos de pensiones, ya que muchos partícipes han visto cómo se ha esfumado hasta el 40 por 100 de sus contribuciones.

El Gobierno tiene una ocasión de oro para callarse o para hablar claro, pero no para las medias tintas. La situación es grave y Rajoy debería contarla con una pizarra y un puntero en TV, aunque le cueste votos. La población activa es de unos 22,5 millones de personas, de los que la población ocupada está  en 16,5 millones de españoles y 6 de parados. De éstos hay unos 3 millones de funcionarios, que no es que no produzcan, pero cuya nómina corre a costa del Estado. Así que poco más de 13 millones están sosteniendo a todos los demás, hasta 44 millones de españoles. Vamos ahora con las pensiones. Estos 16,5 millones de cotizantes, que cada vez son menos,  están sufragando la pensión de 8 millones de jubilados, que cada vez son más y viven más años. Pues ya me dirán ustedes cómo salen las cuentas. Por mucho que se empeñe el Gobierno en quitarle hierro al asunto, la situación es grave, sobre todo para los que venimos detrás.  ¿Para cuándo pagar la pensión teniendo en cuenta toda la vida laboral?

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid) el 9 de diciembre de 2012

Un año para trabajar

La ley de Presupuestos, que debería ser la más importante del año, sigue su paseo lánguido, esta vez por el Senado, en donde se reproducirán los rifirrafes vividos en el Congreso entre el PP, PSOE y los nacionalistas, sin que se modifiquen un ápice las cuentas ya previstas por el Gobierno. Atrás han quedado las elecciones en Galicia, País Vasco y Cataluña, estas últimas convertidas en plebiscito independentista, que han alejado del foco de atención los problemas reales de los españoles, como el déficit, el paro y la falta de crecimiento. Entre medias se coló de rondón la negociación del Presupuesto de la Unión Europea, que, como estaba previsto, se saldó con fracaso. Pero,  ¿cuál va a ser la relación de España con Europa en 2013? Este guión ya está escrito y 2013 se saldará de forma positiva para los intereses españoles, ya que nos tocará poner cerca de 12.000 millones pero recibiremos algo más de 13.000; es decir, 1.384 millones de saldo positivo para España.

Conviene recordar en estos momentos en los que se va a recrudecer la batalla de la opinión pública contra la Europa de Ángela Merkel que desde su ingreso España ha sido un país receptor neto y siempre ha obtenido más de lo que ha puesto. Otra cosa han sido los errores internos, aquellas decisiones y las políticas económicas equivocadas, que tienen nombres y apellidos. Comienza Rajoy su segundo año de mandato con una situación económica aún peor que cuando llegó a la Moncloa, con múltiples frente abiertos, pero, al menos, con una ventaja, y es que en 2013 no están previstas elecciones europeas, autonómicas o locales.   Sólo queda un año para trabajar, los dos siguientes volverán a ser de batalla electoral; es decir, de prometer lo que no se puede cumplir.

Artículo de Jesús F. Briceño publicado en el diario LA GACETA (Madrid), el 2 de diciembre de 2012

Clase media apaleada

Se cumple un año del ascenso de Rajoy a la presidencia del Gobierno y si hay que destacar un titular es que las clases medias son las paganas de la crisis. He buscado en el diccionario de la RAE, y la definición viene al pelo. Pagano: persona que paga, generalmente por abuso, las cuentas o las culpas ajenas. Pues así están las cosas y no es cuestión de juzgar desde la derecha o la izquierda. Los ricos siguen siendo más ricos, incluso con leyes discriminatorias a su favor, como la amnistía fiscal, y los pobres siguen igual de pobres, aunque también con normas polémicas que les permiten en alguna medida capear el temporal, como el reciente decreto ley sobre los desahucios, claramente arbitrario.

Al final al que le han subido los impuestos, ¡y de qué forma!, es a la clase media, a quien desahucian de sus casa es a la clase media y quien paga más por las medicinas es la clase media. Resulta curioso que los que han encumbrado a Rajoy sean los más perjudicados por acción o por omisión. Podemos seguir poniendo ejemplos, tales como la caída de las cotizaciones en Bolsa, la depreciación de fondos de inversión, el desastre de los fondos de pensiones o la falta de solución al problema de las preferentes, colocadas con dudosas artimañas. Ahora suben las tasas municipales, especialmente el IBI, así como las medicinas, la educación, los transportes, etc., con un IPC que devalúa aún más pensiones y salarios.

Esta es una breve descripción de la realidad, al margen de connotaciones políticas, que refleja que la carga de la crisis la está soportando la mayoría silenciosa, una clase media apaleada a la que cada día se le exigen más sacrificios y que ante la imposibilidad de ser rica a veces preferiría ser inmensamente pobre.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 25 de noviembre de 2012

Hoja de ruta tras el 14N

Los sindicatos ya hicieron su huelga general, bueno ¿y qué? Pues nada, cumplieron parte del papel que tienen asignado en esta hoja de ruta. Por su parte el Gobierno respira aliviado ya que no habrá próxima confrontación antes de seis meses, más o menos hasta mayo de 2013, y eso es bastante asumible. Para las empresas tampoco ha llegado la sangre al río y seguirán despidiendo a troche y moche, que es lo que toca. UGT y CCOO han salvado la cara ante sus bases y los partidos han hecho el paripé ante sus militantes. El PSOE, apoyando la huelga, y el PP compungido de que se la hagan. La izquierda oficial pasa página y la derecha también.

Vienen las navidades, más austeras que nunca, pero sobre todo vienen los hombres de negro con el dinero de la banca. Ahí está el quid de la cuestión y la madre de todas las reformas. En el Gobierno cuentan los días esperando que llegue en cash y no en palabras bonitas los cuarenta mil millones en números redondos a los que se ha comprometido la eurozona para tapar las vergüenzas de la banca. Dicen que la orden se dará a finales de este mes de noviembre y que la pasta llegará más o menos en el puente de la Constitución.

Hay quien se tienta la ropa, no vaya a ser como en Grecia, que los plazos  a veces se dilatan, y el dinero no llega so pena de nuevas exigencias y recortes. Eso lo sabe Rajoy, Rubalcaba, Toxo y Méndez, por mucho que a veces a alguno se les caliente la boca. Lo que sí se les está calentando es la calle más allá del control político o sindical. El descontento del ciudadano de a pie, aquel que no sigue consignas, es palpable, sobre todo aquellos que no tenemos ni cargo sindical ni un empleo público que defender. Esos estamos hasta los mismísimos de que nos tomen el pelo.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 18 de noviembre de 2012

Huérfanos de oposición

Un año más los presupuestos generales del Estado han iniciado su andadura parlamentaria sin pena ni gloria. La mayoría absoluta del PP los hace inviolables y las sandeces que proponen el resto de los grupos los convierten, por eliminación, en los mejores presupuestos posibles. Que se cumplan o no es como esperar que te toque el gordo en la lotería de Navidad.

Tienen razón los que critican que estas cuentas están condicionadas por el pago de los intereses de la deuda, nada menos que 38.500 millones, pero ni es una sorpresa ni es evitable. Cualquier grupo parlamentario con aspiraciones de gobernar que hubiera presentado unos presupuestos alternativos, tendría que haber consignado una cifra similar, salvo que hubiera optado, como propuso IU y otros satélites, por la suspensión de pagos y la quiebra del Estado. La deuda de ochocientos mil millones que soporta España no se ha generado en once meses de Gobierno del PP, al que podemos acusar de muchos errores, pero no de éste, precisamente.

Dice la izquierda que la deuda es ilegítima y olvida que gracias a esta deuda se han pagado pensiones, sanidad y educación a lo largo de los últimos años. Se podrá discutir sobre el rescate a la banca, pero los que más las pían son los que contribuyeron a engordar el cerdo. Nos hemos quedado huérfanos de oposición y el ministro Montoro no ha tenido desde los escaños del contrapoder una réplica digna para enmendar estos PGE que no sea surrealista o demagógica.  La alternativa de Rubalcaba brilla por su ausencia y ni siquiera los grupos catalán o vasco, que en Parlamento nacional han hecho gala de bastante sentido común, han hecho aportaciones o críticas razonables, obsesionados como están por la deriva independentista.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 28 de octubre de 2012

Los flecos de Rajoy

Quizá una de las razones de que no se despeje el horizonte sean los flecos, o como diría el Conde de Romanones, los reglamentos. La mayoría de las leyes que se van aprobando, así como las grandes directrices económicas tienen mucho de sentido común pero hay que bajar a pie de calle para aplicarlas y eso duele. Tenemos el ejemplo del rescate cuya teoría da para una tesis doctoral, pero seguimos sin conocer la letra pequeña. Lo mismo ocurre con las pensiones, ya que la horquilla es tan amplia, con un IPC o con otro, que el Gobierno se deja muchos miles de millones en el envite. Qué decir sobre los famosos test de estrés de la banca, con un abanico tan grande entre unos escenarios y otros, que convierten en quebrada a la entidad más rentable y viceversa. Mareando la perdiz se va a cumplir pronto un año desde que Rajoy llegó a la Moncloa.

El mal ejemplo ha llegado a la inversión privada o semipública, como es el caso Eurovegas. Ojalá se lleve a cabo, si es bueno para España, pero si repasamos la información que tenemos es casi como no tener nada. Sabemos, eso sí, que hay un magnate americano, Mr. Sheldon, que dice que va a invertir no sé cuentos miles de millones en no se sabe dónde de Madrid. De la inversión total, cifrada en unos diecisiete mil millones de euros, dice que ya tiene un tercio en un banco para que rente. Dando por buena esta declaración de intenciones ¿Quién pone los otros doce mil millones que faltan? Pero es que además Rajoy tiene que poner patas arriba leyes fiscales, laborales o de sanidad que no cuentan con el consenso de los ministros afectados y menos aún con el visto bueno de la oposición.

Son tantos flecos que, si me gustara apostar, jugaría doble contra sencillo a que no se pondrá la primera piedra de Eurovegas en 2013. Aunque puestos a apostar me atrevo a afirmar veinte a uno que la operación que nunca verá la luz, en el mismo plazo, es la de Barcelona World, el sueño de Mas de mojarle la oreja a Madrid.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 21 de octubre de 2012

A pan y agua

En Viterbo, a cien kilómetros de Roma, tuvo lugar el cónclave que eligió al papa Gregorio X. Se prolongó de 1268 a 1271, hasta que los fieles, hartos del periodo de sede vacante, encerraron a los cardenales a pan y agua hasta que se decidieran.

No participo de las manifestaciones ni de los actos violentos de los indignados que protestan con frecuencia en las calles o tratan de tomar el Congreso, pero razones para la indignación no faltan. El Gobierno, la oposición, los líderes de las CCAA y los sindicatos siguen dando una imagen penosa de desunión y falta de solidaridad con aquellos que no tienen trabajo, los que no cobran e, incluso, los que tienen que pagar por trabajar. La última  encuesta del CIS refleja este cabreo nacional y la indignación contra la clase política irá en aumento si no se pone remedio.

Se nota que aquellos que nos tienen sacar del agujero cobran su sueldo fijo cada mes, bien sean del PP o del PSOE, y más aún los eurócratas de Bruselas o del BCE. Mucho Ecofin y mucha reunión de alto nivel pero como diría un castizo ni se muere padre ni cenamos. El Congreso y sus aledaños siguen plagados de tertulias políticas, comisiones y trámites parlamentarios que sólo sirven para devengar dietas sin que se aborde una solución útil para los ciudadanos. El BOE sigue desgranando subvenciones para partidos y sindicatos sin que el ruido de la calle llegue a los regios salones de la carrera de san Jerónimo.

Sólo se me ocurre una solución que pasa por retener el sueldo de los ministros y altos cargos del Gobierno y la oposición y dejarles a pan y agua hasta que alumbren soluciones útiles para la gente, sin mentiras, falsas esperanzas e hipocresía. El equipo de Luis de Guindos va y viene de Bruselas y Fráncfort como si tratara del puente aéreo pero no se aprueba una sola resolución que arregle la vida a los ciudadanos. La banca es muy importante, pero la obsesión del Gobierno con salvar el culo a los banqueros está rayando en lo paranoico.

Columna publicada por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 14 de octubre de 2012

Barones domados

Se ha conseguido una gota de cordura en el guirigay autonómico y ya hemos lanzado las campanas al vuelo como si hubiéramos restañado las heridas de España. Los presidentes autonómicos han visto las orejas al lobo y han aprobado como barones domados una declaración de mínimos para salvar la cara ante Europa. Mientras, el Rey el Príncipe tragan sapos y se guardan las espaldas frente a puñaladas traicioneras. Menos da una piedra, deben pensar Rajoy y Sáenz de Santamaría que, de momento, han salvado los muebles.

Pero como el movimiento se demuestra andando, más allá de las declaraciones institucionales que pueden ser flor de un día, la prueba del algodón está en dos de las medidas que trata de imponer el Gobierno con fórceps. La primera, una educación más homogénea de obligada aplicación en los distintos reinos de taifas en que se ha convertido España, que ponga fin a las falsedades históricas que estudian nuestros hijos; y, en segundo lugar, la puesta en vigor del mercado único para la producción, transporte y comercialización de cualquier producto o servicio que se venda en nuestro país, así como la libertad de trabajo para todo español en cualquier territorio.

No se puede engañar a los españoles yendo de plañidera al Senado esperando que el Estado tape sus vergüenzas en forma de rescate o rescatillo y luego impedir la enseñanza de la lengua de todos o levantando fronteras que dividan a los ciudadanos en españoles de primera o de segunda categoría. Todos se quejan del modelo de financiación autonómica y todos ponen la mano para pagar sus nóminas. Pedimos para España la aplicación de los principios fundamentales de la Unión Europea: libertad de mercado, de tránsito de ciudadanos y de capitales, redistribución de la riqueza e igualdad de oportunidades. Los barones autonómicos se pavonean en sus tronos de marfil como pavos reales mientras Oliver Wyman nos echa las cuentas y el BCE prepara las redes del rescate.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 7 de octubre de 2012

Mala baba del New York Times

Los del New York Times tienen muy mala baba y además son un poco cabroncetes al identificar a España con el hambre y la pobreza extrema. Es como si nosotros para ilustrar una noticia sobre la campaña electoral que enfrenta a Obama con Romney escogiéramos fotografías de negros pordioseros tirados en las calles de Nueva York o policías apaleando indigentes, cosa que por otra parte es bastante habitual. Podían haber escogido para ilustrar su reportaje sobre España la foto de alguno de los dieciséis millones de españoles que aún conservan su puesto de trabajo o de los millones de jubilados que siguen cobrando religiosamente su pensión o de los miles de emigrantes que  sueñan en España como tierra de promisión.

Podían reflejar también cómo se tuestan al sol de España los propios americanos, además de alemanes, holandeses, belgas o suecos cuyos gobiernos nos lo están poniendo tan difícil. El fotógrafo escogido por el NYT podía retratar también cómo funcionan nuestros hospitales, que siguen siendo pioneros en trasplantes y que a pesar de la crisis atienden en las urgencias sin pedir el carnet de identidad o la tarjeta del seguro. Podían filmar los atascos que se forman cada mañana para ir al trabajo y los del fin de semana con carreteras abarrotadas de domingueros.

Es verdad que las cuentas de España no van bien porque se ha gastado en exceso y que se ha montado un importante guirigay con las autonomías. Es cierto que hay mucha gente que lo está pasando mal y que las organizaciones caritativas atienden cada vez a más personas y familias sin recursos, pero la imagen de España no se puede resumir sólo en mendigos rebuscando en las basuras. Hay que tener muy mala leche para presentarnos así ante el mundo tras haberles hecho arrumacos al Rey D. Juan Carlos y a Mariano Rajoy. España, modestamente, es una potencia mundial en muchos sectores y sigue colocando su deuda que es comprada entre otros por los americanos, de los que somos  socios leales en la paz y en la guerra.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 30 de septiembre de 2012