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Paro sostenible

El Gobierno y sus palmeros creen que España necesita una pasada por la izquierda, cuando por donde deberían pasarse los ministros es por la cola del paro, por la calle, por el metro y el autobús. Políticos y periodistas andamos enzarzados en cábalas sobre la economía sostenible o en como lidia Rajoy su reino de taifas. Pero en la calle se habla de otra cosa, del paro y de la búsqueda de empleo, del hijo o del marido que no encuentra trabajo, de los papeles de los emigrantes, de la basura de Gallardón y de cómo llegar a fin de mes. Las críticas a los ministros-ministras y a los sindicatos son mordaces por inútiles. A la oposición  la ignoran y del PP no se escuchan mejores opiniones. La separación de las dos Españas, la que ficha en el trabajo y la que lo hace en el INEM, es cada vez mayor. Cien mil parados más en octubre y otros sesenta mil en noviembre -aparte de los escamoteados en cursos de formación y EREs- no son para mantener la sonrisa permanente de un Joker prestidigitador.

Zapatero se ha enrocado en una defensa numantina del discurso semántico sobre si España entró en recesión antes o después que el resto de las economías de la Unión Europea y lo demás no le inmuta. Qué importa que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones, decía  Deng Xiaoping. Lo importante del PIB es que cree empleo y mientras no crezca por encima del 2 por 100  lo demás son zarandajas de economistas y bailes de salón. Con el PIB actual estamos condenados a seguir destruyendo empleo y eso no lo arregla un proyecto desleído de economía sostenible.

Todos los indicadores apuntan a que la crisis, tantas veces negada, ha encontrado en España un caldo de cultivo favorable para crecer y multiplicarse.  Sólo hay que darse una vuelta por una gran superficie para comprobar cómo la demanda interna sigue lastrando la economía, la construcción -sin recambio verde- está en caída libre y ya van seis trimestres seguidos en recesión. El Gobierno sigue en su tesis de que no hay mal que cien años dure y anuncia un trimestre sí y otro también la ansiada recuperación. De las crisis se sale, igual que la ciudad de Orán se recuperó de la peste, pero como en la novela de Albert Camus, más por la solidaridad que no precisamente por la previsión de las autoridades.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 3 de diciembre de 2009

El ahorro no se fía

Es difícil extrapolar el comportamiento de las familias al del Estado, pero los datos del INE nos permiten una primera conclusión: mientras las familias ahorran el Estado gasta. Los economistas keynesianos justificarán esta actitud del Estado en que gracias al gasto público se incrementa el consumo y se recupera la economía, pero mientras esta teoría ha funcionado en otras naciones en España la ecuación le ha salido rana al gobierno socialista.

Las familias y las empresas no son optimistas compulsivas como Zapatero, sino que como están en la economía real se aprietan el cinturón cuando pintan bastos. El Gobierno, por el contrario, sigue en el nirvana de la sonrisa y el aquí no pasa nada, echando la culpa de los males patrios a contubernios extranjeros. Ni siquiera los presupuestos se han elaborado con criterios de certeza y austeridad y centran nuestra hipotética salida de la crisis en la recuperación de los vecinos de la Unión Europea.

Casi todos los indicadores se han vuelto a poner pesimistas lo que demuestra una total falta de confianza en que los actuales gestores nos saquen del pozo. El principal punto débil de nuestra economía es el consumo y las medidas fiscales que acompañan a los presupuestos van en la dirección contraria al sentido común. Hacienda no planifica, sólo recauda,  y se ha convertido en un cajero del que el dinero sale a más velocidad de la que entra.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 7 de octubre de 2009

El Estado registró hasta agosto un déficit de 60.340 millones de euros, el 5,73% del PIB

El Estado registró hasta agosto un déficit de 60.340 millones de euros en términos de contabilidad nacional, lo que equivale al 5,73% del PIB, frente al déficit de 14.574 millones obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior. Los 60.340 millones de euros de déficit son el resultado de unos recursos no financieros del Estado que ascendieron, hasta agosto, a 60.416 millones de euros, y de unos gastos no financieros que se elevaron a 120.756 millones. En términos de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante ese periodo, el Estado alcanzó en los ocho primeros meses del año un déficit de 62.452 millones de euros, frente al déficit de 15.037 millones obtenidos en el mismo periodo de 2008. El déficit obtenido debe analizarse teniendo en cuenta el aumento de la aportación del Estado al Servicio Público de Empleo Estatal para prestaciones por desempleo y la caída de la recaudación fruto de la coyuntura económica, pero también el impacto de las diferentes medidas tomadas por el Gobierno. Estas medidas ascienden a cerca de 27.000 millones por reducciones de impuestos, anticipos de devoluciones y mayores aplazamientos y otras iniciativas del Gobierno destinadas a fomentar el empleo, la inversión y a paliar los efectos de la actual crisis económica sobre los ciudadanos como son las prestaciones por desempleo.

INGRESOS NO FINANCIEROS
En las cifras de ingresos no financieros se aportan datos del conjunto de las Administraciones Públicas, antes de descontar la participación de las administraciones territoriales (CC.AA. y corporaciones locales), lo que permite hacer un análisis más completo. La recaudación neta ascendió a 100.561 millones de euros, un 18,2% menos que en 2008. Los impuestos directos se elevaron hasta los 56.184 millones de euros, un 17,6% menos. El IRPF disminuye un 12,5%, debido a la agilización de las devoluciones, a los mayores aplazamientos y a la deducción de 400 euros, aunque en este mes mejora la evolución de la recaudación respecto al mes anterior en cuatro décimas. En el Impuesto de Sociedades, que en el mes de agosto es significativo por proceder su liquidación anual, la tasa de descenso es de un 31,3%, debido a la mayor agilización de las devoluciones, al impacto de la segunda fase de la reforma fiscal y a los menores beneficios de las empresas dada la situación económica actual. Los ingresos por impuestos indirectos alcanzaron los 33.180 millones de euros, un 27,1% menos que en 2008. En el lVA, la recaudación fue de 18.818 millones de euros, un 38,4% menos en comparación al ejercicio anterior. Este descenso se debe, en parte, al adelanto de devoluciones respecto a la campaña tipo, así como a la ampliación del derecho de devolución mensual y a los mayores aplazamientos contabilizados. Además, la mayor parte de los ingresos por este impuesto se trasladan al mes de septiembre, por la ampliación del plazo de pago en agosto. Asimismo, los ingresos por impuestos especiales se elevaron hasta los 12.657 millones de euros, disminuyendo un 2,7%. De este capítulo destaca la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, que disminuye un 13,0%, mientras que la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos tiene un descenso del 5,1%.

PAGOS NO FINANCIEROS
Por lo que se refiere a los pagos no financieros, éstos representaron un total de 121.633 millones de euros, con un aumento interanual del 25,9%. Las transferencias corrientes crecieron hasta agosto un 27,7%, con 68.964 millones de euros, entre los que se encuentran las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal por una cantidad de 11.508 millones de euros. Destacan también las transferencias de capital, que aumentan un 175,6% debido a los pagos del Fondo Estatal de Inversión Local. A finales de agosto, el Estado obtuvo una necesidad de endeudamiento de 68.219 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior tenía una necesidad de endeudamiento de 8.715 millones.

Quince mil millones más saldrán de los bolsillos de los españoles

Rodríguez Zapatero insiste en que la  fase más aguda de la crisis la hemos dejado atrás. En su alocución en el primer pleno de este periodo de sesiones en el Congreso de los Diputados dedicado al análisis y debate de la situación económica dijo que el desempleo y la pérdida de tejido empresarial perdurarán durante un tiempo después de que se haya iniciado la recuperación. Zapatero insistió en su intención de pedir un esfuerzo adicional a los ciudadanos, apelando a su solidaridad para que acepten la subida de impuestos que ya tiene totalmente perfilada, aunque no la desvelará hasta la presentación de los Presupuestos, y que debe implicar un ingreso para el Estado de hasta 15.000 o 16.000 millones de euros, equivalente al 1,5% del PIB. El presidente del Gobierno también ha anunciado que convocará a Mariano Rajoy a una reunión para estudiar la situación de las cuentas públicas, en la que le pedirá al líder del PP que especifique en qué partidas defiende que se aplique la reducción del gasto.

Zapatero  aseguró que en el marco del nuevo modelo de Economía Sostenible el 16 de octubre se aprobará el nuevo PlanE para los ayuntamientos, dotado con 5.000 millones de euros.  El Presidente  consideró que sería muy difícil promover un pacto global para atajar la crisis dadas las divergencias ideológicas en materia económica que muestran las distintas fuerzas políticas del arco parlamentario, aunque sí se mostró dispuesto a discutir cuestiones concretas.

Rodríguez Zapatero advirtió de que tardaremos en digerir las consecuencias de esta crisis económica, que sólo se superará, advirtió, cuando la recuperación se asiente y se vuelva a crear empleo de forma estable. En el inicio de su comparecencia extraordinaria en el Congreso, Zapatero apuntó que algunos de los efectos más negativos de la crisis, como el desempleo y la pérdida de tejido empresarial, perdurarán durante algún tiempo después de que se haya afianzado la recuperación. Señaló que es necesario continuar garantizando la protección social para que «nadie quede definitivamente descolgado de nuestras posibilidades individuales y colectivas de bienestar» y para lograr una sociedad más cohesionada.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, advirtió al presidente del Gobierno de que no hay subida de impuestos capaz de tapar el agujero que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha creado. En su intervención en el pleno monográfico sobre economía, Rajoy pidió explicaciones a Zapatero por decidir una subida de impuestos que equivale al 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB), lo que supone, dijo, una recaudación de 15.000 millones de euros más. En su opinión, un aumento de los impuestos redundaría en un menor consumo, mas crisis y no solucionaría el problema del déficit.

El PIB no engaña

La confirmación del descenso del PIB nos aleja de otros países  que ya están en la senda de la recuperación. La salida de la crisis requiere confianza y capital inversor más allá de planes y subvenciones coyunturales. Pero el clima en el que se desenvuelve la vida política en verano está trufado de noticias alarmantes sobre escuchas y espionajes que aportan poco a la seguridad jurídica que debe primar en un país que pretende ser reconocido entre las primeras potencias del mundo.

Siempre que se vislumbra un cambio en el panorama económico o político aparece nuestro «Watergate» particular. Ocurrió en el asalto del socialismo a los grandes bancos; poco después, el CESID y otros agentes «pseudopoliciales» protagonizaron otra batalla de dossieres y escuchas que afectó a empresarios y medios de comunicación. Hubo espías en la batalla de las opas de Endesa. La recurrente utilización de estos métodos con fines torticeros poco ayuda a atraer la inversión tan necesaria en estos momentos como antídoto contra la crisis.

En el ránking que elabora el Banco Mundial sobre los mejores países para hacer negocios España lleva varios años perdiendo posiciones, y en un discreto puesto en la mitad de la tabla. La economía española sigue planteando numerosas trabas a la apertura de nuevos negocios y el clima de inseguridad que evidencia este espionaje incontrolado no es el mejor caldo de cultivo para atraer capitales.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 16 de agosto de 2009

El Producto Interior Bruto registra un decrecimiento del 4,1% en el segundo trimestre de 2009

PIBEl Producto Interior Bruto (PIB)1 generado por la economía española ha registrado un decrecimiento real del 4,1% en el segundo trimestre de 2009 respecto al mismo periodo del año anterior2, según la estimación avance del PIB trimestral.

De igual forma que en los trimestres anteriores, la mayor contracción del nivel del PIB es consecuencia de una contribución más negativa de la demanda nacional, compensada en parte por la aportación positiva del sector exterior. La variación intertrimestral del PIB es menos negativa que en el trimestre precedente, situándose en el –1,0%.

El Estado registró hasta junio un déficit de 38.607 millones de euros, el 3,64% del PIB

El Estado registró hasta junio un déficit de 38.607 millones de euros en términos de contabilidad nacional, lo que equivale al 3,64% del PIB, frente al déficit de 4.600 millones obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos de ejecución presupuestaria que ha presentado hoy el Secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña. Los 38.607 millones de euros de déficit son el resultado de unos recursos no financieros del Estado que ascendieron, hasta junio, a 47.233 millones de euros, y de unos gastos no financieros que se elevaron a 85.840 millones.

En términos de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante ese periodo, el Estado alcanzó en los seis primeros meses del año un déficit de 36.819 millones de euros, frente al déficit de 2.065 millones obtenidos en el mismo periodo de 2008. El déficit obtenido debe analizarse teniendo en cuenta la caída de la recaudación fruto de la coyuntura económica, pero también el impacto de las diferentes medidas tomadas por el Gobierno para aumentar la liquidez de empresas y familias. De esta forma, en los primeros seis meses del año, las medidas de impulso fiscal puestas en marcha por el Gobierno superan los 10.000 millones de euros.

Además, hay que tener en cuenta otras iniciativas del Gobierno para crear empleo como el Fondo Estatal de Inversión Local, dotado con 8.000 millones de euros, de los que ya se han pagado 5.000 millones. Por lo tanto, la mayor parte del déficit del Estado, se debe a medidas fiscales y a otras iniciativas del Gobierno destinadas a fomentar el empleo, la inversión y a paliar los efectos de la actual crisis económica.

En las cifras de ingresos no financieros se aportan datos del conjunto de las Administraciones Públicas, antes de descontar la participación de las administraciones territoriales (CC.AA. y corporaciones locales), lo que permite hacer un análisis más completo. La recaudación neta ascendió a 74.915 millones de euros, un 19,1% menos que en 2008. Los impuestos directos se elevaron hasta los 36.591 millones de euros, un 19,1% menos. El IRPF disminuye un 19,2% debido a la caída en las retenciones de trabajo, principalmente por la deducción de hasta 400 euros (2.370 millones de euros los seis primeros meses del año), así como por la agilización de las devoluciones.

En el Impuesto de Sociedades, la tasa de descenso es de un 24,7%, debido a los cambios normativos y a los menores beneficios de las empresas dada la situación económica actual. Los ingresos por impuestos indirectos alcanzaron los 29.130 millones de euros, un 27,5% menos que en 2008. En el lVA, la recaudación fue de 18.632 millones de euros, un 35,8% menos en comparación al ejercicio anterior. Este descenso se debe, en parte, a un adelanto de devoluciones de 3.000 millones de euros respecto a la campaña tipo, más otros 1.900 millones por la devolución mensual del IVA introducida en este ejercicio, así como a los mayores aplazamientos contabilizados y a la disminución de los ingresos brutos de las empresas. Asimismo, los ingresos por impuestos especiales se elevaron hasta los 9.138 millones de euros, disminuyendo un 4,9%. De este capítulo destaca la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, que disminuye un 17,3%, mientras que la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos tiene un descenso del 7,8%.

Por lo que se refiere a los pagos no financieros, éstos representaron un total de 83.171 millones de euros, con un aumento interanual del 22,9%.  Las transferencias corrientes crecieron hasta junio un 21,4%, con 46.308 millones de euros, entre los que se encuentran las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal por una cantidad de 7.508 millones de euros y las transferencias al IMSERSO para gastos de dependencia por 837 millones de euros, un 37% superiores a las del 2008. Destacan también las transferencias de capital, que aumentan un 204,7% debido a los pagos del Fondo Estatal de Inversión Local. Por último, las inversiones reales se han incrementado un 10,4%. A finales de junio, el Estado obtuvo una necesidad de endeudamiento de 61.174 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior tenía una necesidad de endeudamiento de 5.981 millones.

Consenso

ConstrucciónEspaña tiene tres grandes retos en los próximos meses: la reforma del sistema financiero, la del mercado laboral y la del sistema productivo. Ninguna debe llevarse a cabo desde una óptica partidista y necesitan de transparencia y un amplio consenso.
Elena Salgado ha desvelado que el proyecto de ley que dará soporte legal a la intervención del Estado en entidades financieras irá a Consejo de Ministros este mes de junio. A pesar de que insiste en que ninguna entidad necesita la intervención pública la norma se está redactando casi en trámite de urgencia y dota al Banco de España de poderes excepcionales.
Tres banqueros, Francisco González (BBVA), Ángel Ron (Popular) y Matías Rodríguez Inciarte (Santander) han coincidido en que este salvamento no debe distorsionar el mercado al primar a entidades «zombis» o enfermas frente a las sanas. España, con ser uno de los países que menos ha hipotecado de su presupuesto en ayudas financieras, ya ha comprado activos de bancos por el 1,7 del PIB y ha comprometido el 18% en garantías públicas. Este esfuerzo no sólo necesita el consenso de los actores del sistema bajo la supervisión del Banco de España, sino un amplio acuerdo político en el que se implique al Partido Popular que representa al menos a la mitad del electorado. Lo mismo puede decirse de la reforma laboral, que debe prescindir de prejuicios sindicalistas para hacer frente a la temporalidad y el paro. (Foto. mailsparky).

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 17 de junio de 2009

La economía está peor de lo que dice el Gobierno, según las Cajas de Ahorros

865434_money_mattersLas cifras de contabilidad nacional correspondientes al primer trimestre de 2009 recogen una caída del PIB del 1,9% intertrimestral (-7,4% en tasa anualizada), lo que acentúa el retroceso de la tasa interanual hasta un -3%, desde el -0,7% del trimestre anterior. Algunos indicadores relativos al consumo, como las ventas minoristas, las disponibilidades de bienes de consumo o las matriculaciones de automóviles, han registrado en el primer trimestre una estabilización en su ritmo de caída, o incluso una ligera moderación del mismo. Esto puede deberse al efecto de las rebajas (parte del consumo del último trimestre de 2008 podría haberse retrasado hasta el primero de este año para beneficiarse de las rebajas), y también a las distorsiones derivadas del diferente calendario de Semana Santa. No obstante, las ventas interiores de bienes de consumo declaradas por las grandes empresas han presentado un retroceso más intenso que en el trimestre anterior. La contabilidad nacional ha arrojado una aceleración de la caída de esta variable hasta un -6,7% intertrimestral (tasa anualizada). Un indicio esperanzador proviene de la evolución del índice de confianza del consumidor, que podría haber tocado fondo en el primer trimestre de este año.

En cuanto a la formación bruta de capital fijo en bienes de equipo, las ventas interiores de bienes de equipo y la cartera de pedidos de bienes de inversión reflejan una agudización del fuerte deterioro experimentado en el trimestre precedente. Las ventas de vehículos de carga, sin embargo, han descendido menos, pero la evolución interanual de este indicador está afectada por los cambios fiscales que se produjeron a comienzos de 2008, junto a los efectos del año bisiesto en febrero de 2008 y del diferente calendario de Semana Santa. En definitiva, este agregado de la contabilidad nacional ha anotado un retroceso intertrimestral anualizado del 32,5%, frente a un -26,5% en el trimestre anterior. La inversión en construcción ha suavizado significativamente, en términos intertrimestrales, su tasa de descenso, lo que obedece al incremento del componente de otras construcciones, que ha ascendido un 7,1% intertrimestral anualizado tras haberse contraído un 10,6% en el período precedente, debido al impulso de la inversión en infraestructuras. El otro componente de este agregado, la inversión en construcción de viviendas, profundiza su caída hasta un 24,9% intertrimestral anualizado. Los visados de obra nueva, un indicador adelantado, han prolongado en los primeros meses del año su pronunciada trayectoria descendente, mientras que las viviendas iniciadas moderaron su caída en el último trimestre del pasado año, a causa de la recuperación de la construcción de viviendas de protección oficial, pero continúan en tasas muy negativas, del orden del 40%. En línea con las cifras de Aduanas, que presentan un descenso del déficit comercial en el primer trimestre del año del 37,6% interanual en términos reales, la contabilidad nacional recoge una caída de las importaciones más intensa que la de las exportaciones (si bien en comparación intertrimestral sucede lo contrario). La aportación del sector exterior al crecimiento sigue siendo positiva, 2,3 puntos porcentuales, frente a una aportación de la demanda nacional de -5,3 pp.

Desde el punto de vista de la oferta, el VAB de los sectores industriales (manufacturas y energía) ha más que duplicado su ritmo de retroceso interanual hasta un -10,2%, aunque esta caída es muy inferior a la reflejada por otros indicadores, como índice de producción industrial, que en el primer trimestre de 2009 ha descendido a ritmos superiores al 20%. La utilización de la capacidad productiva ha caído hasta mínimos históricos y los pedidos han continuado su tendencia descendente, mientras que el empleo ha seguido contrayéndose. El índice de confianza industrial ha profundizado su deterioro en el primer trimestre, aunque en abril se ha registrado una mejoría que todavía es pronto para saber si supone el inicio de un cambio de tendencia. El VAB de la actividad de la construcción ha estabilizado su ritmo de caída interanual en un -8%, registrándose una sorprendente mejoría de su tasa intertrimestral, que ha pasado de un -12,9% anualizado a un -0,8%. Ni siquiera el aumento de la obra pública es suficiente para explicar este resultado, que tampoco encaja con la evolución de otros indicadores, como el empleo o el consumo de cemento. El índice de confianza también ha continuado retrocediendo en los primeros meses del año. El único indicador que muestra una recuperación (35% en tasa interanual) de la obra civil en el primer trimestre es el índice de producción de la construcción, pero esta estadística es muy volátil y de escasa calidad.

En cuanto a los servicios, el índice de cifra de negocios de dicho sector, al igual que las pernoctaciones en hoteles, la entrada de visitantes y el gasto de los turistas, han acelerado su caída en el primer trimestre. No obstante, los resultados de estos indicadores están sesgados a la baja por el efecto sobre la comparación interanual del año bisiesto de 2008 y del diferente calendario de Semana Santa. El indicador de confianza del sector se ha estabilizado en niveles ligeramente por encima de los alcanzados a finales del año pasado. La tasa de variación interanual del VAB se vuelve negativa, hasta un -0,6% (-1,7% en el caso de los servicios de mercado), aunque la comparación intertrimestral ya presentaba tasas negativas desde el cuarto trimestre de 2008 (desde el tercero, en los servicios de mercado).

El mercado de trabajo ha agudizado su deterioro en el primer trimestre del año. Según la contabilidad nacional, el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo ha acelerado su ritmo de caída hasta un -6% interanual (-10,8% intertrimestral anualizado), evolución semejante a la que registra el número de ocupados según la EPA. El número de afiliados a la Seguridad Social, aunque en las medias trimestrales arroja unos registros muy parecidos a los anteriores, presenta un perfil cuya tendencia en los dos últimos meses es hacia la aminoración en los ritmos de caída, tanto para el número total como para el correspondiente a cada uno de los sectores, lo que constituye otro indicio favorable.

En lo que se refiere a la inflación, el crecimiento del deflactor del PIB se ha reducido hasta un 1,2% interanual en el primer trimestre, descenso que ha sido más intenso en el deflactor del consumo de los hogares, que se situó en un 0,6%. La tasa de inflación medida a través de la variación del IPC se ha situado en negativo desde marzo, debido a las fuertes caídas interanuales de precios registradas en el grupo de bienes energéticos, a causa de efectos escalón. No obstante, la tasa subyacente sigue en positivo, aunque en mínimos históricos, reflejando la menor presión sobre los precios derivada de la caída de la demanda.

Previsiones 2009-2010
Teniendo en cuenta el resultado de la contabilidad nacional del primer trimestre, que ha sido peor de lo esperado en las anteriores previsiones, así como la evolución de los indicadores económicos más recientes, se han actualizado las previsiones para la economía española. Hay indicios que apuntan a que el primer trimestre de 2009 puede haber sido el peor de la actual fase cíclica, y que el deterioro de las condiciones económicas, aunque va a continuar, lo hará de forma menos acusada. La intensidad del ajuste que está sufriendo el sector inmobiliario, los problemas del sector bancario y la recesión de la economía mundial van a retrasar considerablemente la salida de esta crisis, de modo que las tasas intertrimestrales de variación del PIB no volverán a ser positivas hasta la segunda mitad de 2010. La tasa de crecimiento medio anual del PIB prevista para 2009 se ha recortado en ocho décimas, hasta el -3,8%, y la prevista para 2010 en siete décimas, hasta el -1,2%. Casi todo el recorte se debe a la incorporación de los datos contables del primer trimestre, que ha dado una caída del PIB superior en seis décimas porcentuales a lo previsto.

Los hogares van a seguir recortando su consumo, aunque a tasas decrecientes en términos intertrimestrales. En 2009 esta variable sufrirá un retroceso medio anual del 4,3%. El aumento del ahorro, la reducción del endeudamiento, el descenso de la carga financiera derivada de la bajada de los tipos de interés y la recuperación de capacidad adquisitiva que resulta de la reducción de la inflación crearán las condiciones para que a partir del primer trimestre de 2010 vuelva a crecer el gasto de las familias. Sin embargo, las tasas interanuales seguirán siendo negativas hasta el segundo trimestre del año, debido a que reflejan con retardo los puntos de inflexión, por lo que la tasa media anual de dicho año será también negativa, -0,2%. Teniendo en cuenta las bajas tasas de utilización de la capacidad productiva instalada, la formación bruta de capital fijo en bienes de equipo no registrará tasas de crecimiento intertrimestrales positivas hasta la segunda mitad de 2010. Las previsiones para esta variable se sitúan en el -22,8% y el -10,1% para 2009 y 2010 respectivamente.

Las perspectivas para la inversión en construcción residencial siguen siendo muy negativas. El ajuste se va a prolongar durante mucho tiempo, y la actividad no remontará hasta que no sea absorbida la mayor parte del stock de viviendas sin vender, lo cual no sucederá hasta que las perspectivas para el empleo comiencen a mejorar y el precio se ajuste a la capacidad económico-financiera de la demanda potencial. Este agregado registrará una caída del 22,9% este año y del 16,3% el próximo. La inversión en otras construcción va a seguir creciendo en los trimestres segundo y tercero gracias al plan de obras públicas municipales, pero a partir del cuarto, una vez finalicen los trabajos, volverán a registrarse tasas negativas en este capítulo. El conjunto de la inversión en construcción va a caer un 10,7% en 2009 y un 9,6% en 2010. Las exportaciones seguirán resintiéndose de la recesión de la economía mundial, aunque la caída de las importaciones va a seguir siendo más acusada. La aportación del sector exterior volverá a ser positiva en 2009 y 2010, ascendiendo a 2,4 y 1,1 puntos porcentuales respectivamente, mientras que la aportación de la demanda nacional seguirá siendo negativa.

Las débiles tasas de crecimiento que se comenzarán a registrar en 2010 serán insuficientes para reactivar la creación de empleo. Este seguirá descendiendo en términos intertrimestrales durante todo 2009 y 2010. La caída en el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo este año será del 6,5%, y del 2,9% el próximo. Si a la reducción del empleo le sumamos el incremento esperado de la población activa, el número de desempleados en términos EPA podría elevarse hasta en torno a cinco millones en el último trimestre de 2010, lo que supondría una tasa de paro de un 21,5% en dicho periodo. La tasa de paro media anual se situará dicho año en el 21,1%, desde un 18,3% esperado para este ejercicio. La productividad crecería, en consecuencia, un 2,9% en 2009 y un 1,8% en 2010, y el crecimiento del coste laboral unitario se moderaría significativamente hasta un 0,6% y un 0,2% en 2009 y 2010 respectivamente. El deflactor del PIB va a aminorar sensiblemente su ritmo de crecimiento gracias a la menor presión de la demanda y al menor crecimiento de los costes laborales y de la energía. El deflactor del consumo de los hogares presentará incluso un retroceso del 0,1% anual este ejercicio, recuperándose un 1,7% en 2010.

El ahorro de los hogares seguirá recuperándose, hasta un 16,8% de la renta bruta disponible en 2009 y un 17,7% en 2010. También el ahorro de las empresas mantendrá su tendencia al alza. Todo ello, junto a la caída de la inversión, se traducirá en un vuelco del saldo de operaciones no financieras del sector privado, que de un déficit del 11,9% del PIB en 2007 pasará a un superávit del 8,4% en 2010. Ello será contrarrestado, sin embargo, por la evolución negativa del déficit de las Administraciones Públicas, que se incrementará hasta el 9,2% del PIB y el 11,5% del PIB este año y el próximo. El conjunto del ahorro de la economía apenas crecerá este año unas décimas, hasta el 20,6% del PIB, y descenderá hasta el 19,5% en 2010. Seguirá siendo, por tanto, insuficiente para financiar el volumen de inversión nacional, pese a que esta se va a reducir considerablemente, aunque la diferencia entre ambas variables será mucho menor que en los últimos años: el déficit por cuenta corriente se estrechará hasta un 4,5% y un 3,1% del PIB respectivamente este año y el siguiente.

Al final Solbes reconoció la crisis

1120747_calculator_31Al final Solbes reconoció la crisis, más vale tarde que nunca, aunque este  gesto ineludible puede costarle el cargo  ya que hasta los medios más afines se preguntan si debe ser el actual vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía el piloto de la recuperación. El Gobierno ha revisado sus previsiones macroeconómicas, marcadas por la crisis, y ahora pronostica una caída del Producto Interior Bruto del 1,6% en 2009, la primera desde la crisis de 1993. Mientras, el paro seguirá empeorando y se disparará hasta el 15,9%, frente al 12,5% pronosticado anteriormente. El último dato de la Encuesta de Población Activa sobre la tasa de paro -del tercer trimestre- situaba la cifra en el 11,3%, aunque los últimos tres mes de 2008 han sido muy negativos para el empleo, como ya mostraron las cifras de los Servicios Públicos de Empleo. De este modo, el Gobierno estima que en 2009 podrían destruirse unos 730.000 empleos. El empleo caerá el 3,6%, mientras que la inversión registrará una fuerte caída, del 9,3%, y el consumo privado también descenderá, un 1,5%.

El Ejecutivo prevé que el déficit público alcance el 5,8% en 2009, frente al 1,9% previsto con anterioridad, debido a las medidas adoptadas para salir de la crisis económica. El Gobierno, que cree que 2008 cerró con un avance económico del 1,2% y un déficit del 3,4% del PIB, calcula que España volverá a la senda de crecimiento en 2010, que será del 1,2%, aunque aún con un déficit público del 4,8% del PIB. Para 2011, el Ejecutivo espera que la economía crezca ya el 2,6% y cree que seguirá habiendo déficit en las cuentas públicas, aunque menor, del 3,9% del PIB, según la revisión del Programa de Estabilidad 2008-2011 aprobada por el Consejo de Ministros.

Pedro Solbes  aseguró hoy que, «en ningún caso», España alcanzará este año la cifra de cuatro millones de parados. En rueda de prensa tras la celebración del Consejo de Ministros que revisó el cuadro macroeconómico, Solbes subrayó que «no se verán» ni cuatro ni cinco millones de desempleados en España en esta crisis económica. Solbes, también mostró su desagrado por la evolución del crédito del sistema financiero y reiteró las peticiones a la banca para incrementar la concesión de créditos en un momento caracterizado por la inmoviliad de la liquidez en el sistema.

Lo que nos va a costar la crisis
(Publicado en el Diario La Razón, el 17 de enero de 2008)

¿Qué significa que el déficit será del 5,8% del PIB?

-El PIB de España es de más de un billón de euros tras el último ajuste. En pesetas, unos 170 billones. El 5,8% de esta cifra, 58.000 millones de euros, es la diferencia prevista entre los ingresos y los gastos del Estado durante el presente ejercicio.

¿Cuánto dinero se gastará de más cada día?

-El déficit diario será de 107 millones de euros más. ¿ ¿Cómo se va a pagar? -Se financia mediante la emisión de deuda. La última emisión en obligaciones a 30 años se pagó esta semana al 4,8 por 100. Sólo en intereses pagaremos 56 millones de euros al día por la deuda de este año.

¿A cuánto asciende la deuda total?

-Según Solbes en dos años la deuda acumulada superará el 50 por 100 del PIB. Si éste se mantuviera constante por la crisis hasta 2011, ese año España estaría endeudada por valor de 500.000 millones de euros.