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Zapatero, despedido y en paro

Si Zapatero fuera alto ejecutivo de una empresa habría pasado a engrosar las cifras del paro con mil cien euros al mes durante dos años y luego a vivir de los trinos de Sonsoles. Como CEO de España su gestión ha sido un desastre. Cogió una empresa próspera que daba beneficios y la ha convertido en una sociedad en quiebra. Lo peor de todo, la política de recursos humanos. Ha despedido a más de dos millones de trabajadores, aunque prometió pleno empleo. El paro alcanza ya a uno de cada cinco españoles, pero la paz social es su principal activo, ya que los líderes sindicales son “liberados” con amplios despachos, coches y gastos de representación.

Ni siquiera en reputación corporativa ha superado el listón. Tiene enfrentada a la plantilla y no ha  sabido transmitir valores de unidad y de reconocimiento de marca. Los viejos problemas derivados de las  rencillas de antiguas fusiones han aflorado y tienen dividido al personal en grupitos y banderías. La política de deslocalización es un puro disparate. Las sucursales están en guerra contra la matriz, no respetan a sus representantes y quieren imponer sus normas. Las previsiones no se cumplen y tiene que emitir profit warnings cada trimestre.

La dirección financiera es manirrota y acumula más deuda. Gasta cada año el doble de lo que ingresa y las agencias de rating  penalizan a la empresa rebajando su calificación. El descrédito y la falta de confianza colocan a la empresa que dirige Zapatero en los rankings junto a otras sociedades poco eficientes. Como la situación va de mal en peor y los mercados no se fían suben los tipos de interés de los préstamos. Desde hace varios ejercicios no se reparte dividendo, pero ni Zapatero ni el resto de los miembros del consejo se han bajado el sueldo. A pesar de la crisis la junta general no se convocará hasta 2012. España se cae a pedazos mientras otro grupo de accionistas espera ver pasar el cadáver del enemigo sentados en el poyete de Génova.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gacetea (Madrid) el 29 de abril de 2010

Rosa María García, ex de Microsoft, segunda mujer en el Consejo de Banesto

El Consejo de Administración de Banesto en la reunión celebrada hoy ha nombrado a Rosa Mª García como nueva Consejera de la Entidad. Sustituye en el cargo a Víctor Manuel Menéndez, quien en 1994 fue nombrado Consejero Delegado y, posteriormente, Vicepresidente de la Entidad y que, por razones personales, ha presentado su renuncia.  La nueva Consejera Independiente será miembro de la Comisión de Nombramientos y  Retribuciones.

Igualmente, el Consejo ha acordado el nombramiento como Vicepresidente y miembro de la Comisión Ejecutiva de José Luís López Combarros, que ocupa el cargo de Consejero desde septiembre de 2004,. Por su parte, David Arce ha sido designado como miembro del Comité de Auditoria y Cumplimiento.

La Presidente ha transmitido a Víctor Menéndez, en nombre de todo el Consejo, su agradecimiento por el trabajo desempeñado en Banesto  a lo largo de todos estos años.

Rosa Mª García, con más de veinte años de experiencia en la industria de las Tecnologías de la Información, se incorporó a Microsoft Ibérica en el año 1991 como Directora de Soporte Técnico, Cuatro años más tarde, se trasladó a la matriz de la compañía en Redmond (EE.UU.) para colaborar directamente con el actual CEO y Presidente, Steve Ballmer, como Directora de Proyectos Estratégicos Corporativos. En 2000, fue nombrada Directora General Corporativa de Ventas y Marketing de Partners de Microsoft.

En mayo de 2002, Rosa Mª García vuelve a España para asumir la máxima responsabilidad de Microsoft Ibérica como Presidenta de la compañía. Tras seis años al frente de la subsidiaria española es nombrada Vicepresidenta de Microsoft Western Europe para la nueva división de Consumo & Online.

Licenciada en Ciencias Matemáticas, Rosa Mª García es Consejera de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y miembro del Forum de Alta Dirección. Ha recibido el Premio a la Mujer Directiva que otorga la Federación Española de Mujeres Directivas y Empresarias (FEDEPE), el de Directivo del Año que concede la Asociación Española de Directivos (AED) y el de Mujer Directiva que otorga la Asociación Española de Mujeres Empresarias (ASEME). También ha sido distinguida como Directivo del Año por las revistas especializadas en Tecnologías de la Información Computerworld y Computing, y ha sido merecedora del Premio Nacional Alares a la Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal en la categoría de Directivos.