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Caja Madrid Bolsa espera una subida del 30 por 100 del IBEX en 2011

Caja Madrid Bolsa espera un 2011 muy volátil en el mercado de renta variable, especialmente en la primera mitad del año. La clave en los mercados será el comportamiento de la prima de riesgo, ya que los beneficios empresariales permitirían precios más elevados que los actuales. Los analistas de Caja Madrid Bolsa estiman que los bajos precios de muchos valores permitirían una revalorización de alrededor del 30% en el Ibex y el Euro Stoxx 50, para colocar estos indicadores en 12.500 y 3.500 puntos, respectivamente. Estos cálculos se han realizado atendiendo a la valoración teórica del mercado y utilizando la prima de riesgo media de los últimos 10 años.

En el contexto actual, los analistas de Caja Madrid Bolsa no prevén que se pueda materializar fácilmente el potencial de revalorización estimado del 30% durante la primera parte del año. Que lo haga en la segunda parte del año dependerá de cómo se resuelvan los retos que tiene actualmente el mercado.

Es clave que la prima de riesgo se reduzca

La prima de riesgo (medida como la mayor rentabilidad que los inversores exigen a la bolsa frente a los bonos públicos a largo plazo) que el mercado incorpora se mueve alrededor del 6%, frente a una media histórica de 4%. Por ello la clave es la prima de riesgo. Su comportamiento y previsible normalización determinará la evolución tanto del mercado español como del europeo.

En opinión de la sociedad de valores de Caja Madrid es complicado que a corto plazo se reduzca drásticamente dicha prima de riesgo. Por ello, en la primera parte del año “aún vemos un mercado volátil, sin una tendencia clara y con una preferencia por el bajo riesgo”.

A medida que se confirme una cierta recuperación económica, y se despejen algunos factores de riesgo, el mercado podrá ir recuperándose en el segundo semestre del ejercicio.

Con este escenario, Caja Madrid Bolsa recomienda mantener un núcleo de cartera estable formado por valores con buena visibilidad en resultados, estructuras financieras sólidas y con capacidad de gestión de sus negocios, es decir con baja exposición a regulaciones.

Telecomunicaciones, pretróleo y construcción

Por sectores, las apuestas de los analistas de Caja Madrid Bolsa para comenzar el año son telecomunicaciones, petróleo y construcción.  En telecomunicaciones recomiendan la nórdica Telenor, la holandesa KPN y Telefónica. En energía, Total y Repsol. Y en construcción, OHL, Ferrovial y Saint Gobain. En lo referente a valores más pequeños, apuestan por Jazztel, Viscofan y BME, entre otras acciones que forman la cartera modelo, que incluye también valores pequeños europeos. Para el resto de los sectores, Caja Madrid Bolsa aconseja inversiones “oportunistas” en momentos de bajadas importantes en los mercados, con objetivo de rentabilidad a corto plazo.

El ahorro no se fía

Es difícil extrapolar el comportamiento de las familias al del Estado, pero los datos del INE nos permiten una primera conclusión: mientras las familias ahorran el Estado gasta. Los economistas keynesianos justificarán esta actitud del Estado en que gracias al gasto público se incrementa el consumo y se recupera la economía, pero mientras esta teoría ha funcionado en otras naciones en España la ecuación le ha salido rana al gobierno socialista.

Las familias y las empresas no son optimistas compulsivas como Zapatero, sino que como están en la economía real se aprietan el cinturón cuando pintan bastos. El Gobierno, por el contrario, sigue en el nirvana de la sonrisa y el aquí no pasa nada, echando la culpa de los males patrios a contubernios extranjeros. Ni siquiera los presupuestos se han elaborado con criterios de certeza y austeridad y centran nuestra hipotética salida de la crisis en la recuperación de los vecinos de la Unión Europea.

Casi todos los indicadores se han vuelto a poner pesimistas lo que demuestra una total falta de confianza en que los actuales gestores nos saquen del pozo. El principal punto débil de nuestra economía es el consumo y las medidas fiscales que acompañan a los presupuestos van en la dirección contraria al sentido común. Hacienda no planifica, sólo recauda,  y se ha convertido en un cajero del que el dinero sale a más velocidad de la que entra.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 7 de octubre de 2009

La economía está peor de lo que dice el Gobierno, según las Cajas de Ahorros

865434_money_mattersLas cifras de contabilidad nacional correspondientes al primer trimestre de 2009 recogen una caída del PIB del 1,9% intertrimestral (-7,4% en tasa anualizada), lo que acentúa el retroceso de la tasa interanual hasta un -3%, desde el -0,7% del trimestre anterior. Algunos indicadores relativos al consumo, como las ventas minoristas, las disponibilidades de bienes de consumo o las matriculaciones de automóviles, han registrado en el primer trimestre una estabilización en su ritmo de caída, o incluso una ligera moderación del mismo. Esto puede deberse al efecto de las rebajas (parte del consumo del último trimestre de 2008 podría haberse retrasado hasta el primero de este año para beneficiarse de las rebajas), y también a las distorsiones derivadas del diferente calendario de Semana Santa. No obstante, las ventas interiores de bienes de consumo declaradas por las grandes empresas han presentado un retroceso más intenso que en el trimestre anterior. La contabilidad nacional ha arrojado una aceleración de la caída de esta variable hasta un -6,7% intertrimestral (tasa anualizada). Un indicio esperanzador proviene de la evolución del índice de confianza del consumidor, que podría haber tocado fondo en el primer trimestre de este año.

En cuanto a la formación bruta de capital fijo en bienes de equipo, las ventas interiores de bienes de equipo y la cartera de pedidos de bienes de inversión reflejan una agudización del fuerte deterioro experimentado en el trimestre precedente. Las ventas de vehículos de carga, sin embargo, han descendido menos, pero la evolución interanual de este indicador está afectada por los cambios fiscales que se produjeron a comienzos de 2008, junto a los efectos del año bisiesto en febrero de 2008 y del diferente calendario de Semana Santa. En definitiva, este agregado de la contabilidad nacional ha anotado un retroceso intertrimestral anualizado del 32,5%, frente a un -26,5% en el trimestre anterior. La inversión en construcción ha suavizado significativamente, en términos intertrimestrales, su tasa de descenso, lo que obedece al incremento del componente de otras construcciones, que ha ascendido un 7,1% intertrimestral anualizado tras haberse contraído un 10,6% en el período precedente, debido al impulso de la inversión en infraestructuras. El otro componente de este agregado, la inversión en construcción de viviendas, profundiza su caída hasta un 24,9% intertrimestral anualizado. Los visados de obra nueva, un indicador adelantado, han prolongado en los primeros meses del año su pronunciada trayectoria descendente, mientras que las viviendas iniciadas moderaron su caída en el último trimestre del pasado año, a causa de la recuperación de la construcción de viviendas de protección oficial, pero continúan en tasas muy negativas, del orden del 40%. En línea con las cifras de Aduanas, que presentan un descenso del déficit comercial en el primer trimestre del año del 37,6% interanual en términos reales, la contabilidad nacional recoge una caída de las importaciones más intensa que la de las exportaciones (si bien en comparación intertrimestral sucede lo contrario). La aportación del sector exterior al crecimiento sigue siendo positiva, 2,3 puntos porcentuales, frente a una aportación de la demanda nacional de -5,3 pp.

Desde el punto de vista de la oferta, el VAB de los sectores industriales (manufacturas y energía) ha más que duplicado su ritmo de retroceso interanual hasta un -10,2%, aunque esta caída es muy inferior a la reflejada por otros indicadores, como índice de producción industrial, que en el primer trimestre de 2009 ha descendido a ritmos superiores al 20%. La utilización de la capacidad productiva ha caído hasta mínimos históricos y los pedidos han continuado su tendencia descendente, mientras que el empleo ha seguido contrayéndose. El índice de confianza industrial ha profundizado su deterioro en el primer trimestre, aunque en abril se ha registrado una mejoría que todavía es pronto para saber si supone el inicio de un cambio de tendencia. El VAB de la actividad de la construcción ha estabilizado su ritmo de caída interanual en un -8%, registrándose una sorprendente mejoría de su tasa intertrimestral, que ha pasado de un -12,9% anualizado a un -0,8%. Ni siquiera el aumento de la obra pública es suficiente para explicar este resultado, que tampoco encaja con la evolución de otros indicadores, como el empleo o el consumo de cemento. El índice de confianza también ha continuado retrocediendo en los primeros meses del año. El único indicador que muestra una recuperación (35% en tasa interanual) de la obra civil en el primer trimestre es el índice de producción de la construcción, pero esta estadística es muy volátil y de escasa calidad.

En cuanto a los servicios, el índice de cifra de negocios de dicho sector, al igual que las pernoctaciones en hoteles, la entrada de visitantes y el gasto de los turistas, han acelerado su caída en el primer trimestre. No obstante, los resultados de estos indicadores están sesgados a la baja por el efecto sobre la comparación interanual del año bisiesto de 2008 y del diferente calendario de Semana Santa. El indicador de confianza del sector se ha estabilizado en niveles ligeramente por encima de los alcanzados a finales del año pasado. La tasa de variación interanual del VAB se vuelve negativa, hasta un -0,6% (-1,7% en el caso de los servicios de mercado), aunque la comparación intertrimestral ya presentaba tasas negativas desde el cuarto trimestre de 2008 (desde el tercero, en los servicios de mercado).

El mercado de trabajo ha agudizado su deterioro en el primer trimestre del año. Según la contabilidad nacional, el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo ha acelerado su ritmo de caída hasta un -6% interanual (-10,8% intertrimestral anualizado), evolución semejante a la que registra el número de ocupados según la EPA. El número de afiliados a la Seguridad Social, aunque en las medias trimestrales arroja unos registros muy parecidos a los anteriores, presenta un perfil cuya tendencia en los dos últimos meses es hacia la aminoración en los ritmos de caída, tanto para el número total como para el correspondiente a cada uno de los sectores, lo que constituye otro indicio favorable.

En lo que se refiere a la inflación, el crecimiento del deflactor del PIB se ha reducido hasta un 1,2% interanual en el primer trimestre, descenso que ha sido más intenso en el deflactor del consumo de los hogares, que se situó en un 0,6%. La tasa de inflación medida a través de la variación del IPC se ha situado en negativo desde marzo, debido a las fuertes caídas interanuales de precios registradas en el grupo de bienes energéticos, a causa de efectos escalón. No obstante, la tasa subyacente sigue en positivo, aunque en mínimos históricos, reflejando la menor presión sobre los precios derivada de la caída de la demanda.

Previsiones 2009-2010
Teniendo en cuenta el resultado de la contabilidad nacional del primer trimestre, que ha sido peor de lo esperado en las anteriores previsiones, así como la evolución de los indicadores económicos más recientes, se han actualizado las previsiones para la economía española. Hay indicios que apuntan a que el primer trimestre de 2009 puede haber sido el peor de la actual fase cíclica, y que el deterioro de las condiciones económicas, aunque va a continuar, lo hará de forma menos acusada. La intensidad del ajuste que está sufriendo el sector inmobiliario, los problemas del sector bancario y la recesión de la economía mundial van a retrasar considerablemente la salida de esta crisis, de modo que las tasas intertrimestrales de variación del PIB no volverán a ser positivas hasta la segunda mitad de 2010. La tasa de crecimiento medio anual del PIB prevista para 2009 se ha recortado en ocho décimas, hasta el -3,8%, y la prevista para 2010 en siete décimas, hasta el -1,2%. Casi todo el recorte se debe a la incorporación de los datos contables del primer trimestre, que ha dado una caída del PIB superior en seis décimas porcentuales a lo previsto.

Los hogares van a seguir recortando su consumo, aunque a tasas decrecientes en términos intertrimestrales. En 2009 esta variable sufrirá un retroceso medio anual del 4,3%. El aumento del ahorro, la reducción del endeudamiento, el descenso de la carga financiera derivada de la bajada de los tipos de interés y la recuperación de capacidad adquisitiva que resulta de la reducción de la inflación crearán las condiciones para que a partir del primer trimestre de 2010 vuelva a crecer el gasto de las familias. Sin embargo, las tasas interanuales seguirán siendo negativas hasta el segundo trimestre del año, debido a que reflejan con retardo los puntos de inflexión, por lo que la tasa media anual de dicho año será también negativa, -0,2%. Teniendo en cuenta las bajas tasas de utilización de la capacidad productiva instalada, la formación bruta de capital fijo en bienes de equipo no registrará tasas de crecimiento intertrimestrales positivas hasta la segunda mitad de 2010. Las previsiones para esta variable se sitúan en el -22,8% y el -10,1% para 2009 y 2010 respectivamente.

Las perspectivas para la inversión en construcción residencial siguen siendo muy negativas. El ajuste se va a prolongar durante mucho tiempo, y la actividad no remontará hasta que no sea absorbida la mayor parte del stock de viviendas sin vender, lo cual no sucederá hasta que las perspectivas para el empleo comiencen a mejorar y el precio se ajuste a la capacidad económico-financiera de la demanda potencial. Este agregado registrará una caída del 22,9% este año y del 16,3% el próximo. La inversión en otras construcción va a seguir creciendo en los trimestres segundo y tercero gracias al plan de obras públicas municipales, pero a partir del cuarto, una vez finalicen los trabajos, volverán a registrarse tasas negativas en este capítulo. El conjunto de la inversión en construcción va a caer un 10,7% en 2009 y un 9,6% en 2010. Las exportaciones seguirán resintiéndose de la recesión de la economía mundial, aunque la caída de las importaciones va a seguir siendo más acusada. La aportación del sector exterior volverá a ser positiva en 2009 y 2010, ascendiendo a 2,4 y 1,1 puntos porcentuales respectivamente, mientras que la aportación de la demanda nacional seguirá siendo negativa.

Las débiles tasas de crecimiento que se comenzarán a registrar en 2010 serán insuficientes para reactivar la creación de empleo. Este seguirá descendiendo en términos intertrimestrales durante todo 2009 y 2010. La caída en el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo este año será del 6,5%, y del 2,9% el próximo. Si a la reducción del empleo le sumamos el incremento esperado de la población activa, el número de desempleados en términos EPA podría elevarse hasta en torno a cinco millones en el último trimestre de 2010, lo que supondría una tasa de paro de un 21,5% en dicho periodo. La tasa de paro media anual se situará dicho año en el 21,1%, desde un 18,3% esperado para este ejercicio. La productividad crecería, en consecuencia, un 2,9% en 2009 y un 1,8% en 2010, y el crecimiento del coste laboral unitario se moderaría significativamente hasta un 0,6% y un 0,2% en 2009 y 2010 respectivamente. El deflactor del PIB va a aminorar sensiblemente su ritmo de crecimiento gracias a la menor presión de la demanda y al menor crecimiento de los costes laborales y de la energía. El deflactor del consumo de los hogares presentará incluso un retroceso del 0,1% anual este ejercicio, recuperándose un 1,7% en 2010.

El ahorro de los hogares seguirá recuperándose, hasta un 16,8% de la renta bruta disponible en 2009 y un 17,7% en 2010. También el ahorro de las empresas mantendrá su tendencia al alza. Todo ello, junto a la caída de la inversión, se traducirá en un vuelco del saldo de operaciones no financieras del sector privado, que de un déficit del 11,9% del PIB en 2007 pasará a un superávit del 8,4% en 2010. Ello será contrarrestado, sin embargo, por la evolución negativa del déficit de las Administraciones Públicas, que se incrementará hasta el 9,2% del PIB y el 11,5% del PIB este año y el próximo. El conjunto del ahorro de la economía apenas crecerá este año unas décimas, hasta el 20,6% del PIB, y descenderá hasta el 19,5% en 2010. Seguirá siendo, por tanto, insuficiente para financiar el volumen de inversión nacional, pese a que esta se va a reducir considerablemente, aunque la diferencia entre ambas variables será mucho menor que en los últimos años: el déficit por cuenta corriente se estrechará hasta un 4,5% y un 3,1% del PIB respectivamente este año y el siguiente.

Perspectivas pesimistas de la economía española según el Banco de España

1158791_big_step_to_success_2La economía española mostró una continuada pérdida de impulso en 2008, que se acentuó en la segunda mitad del año, y que le llevó a cerrar el ejercicio con un descenso del PIB en elcuarto trimestre del 0,7%, en términos de su tasa interanual. Detrás de este desarrollo se encuentra el fuerte retroceso de la demanda nacional —que cayó un 2,8% en dicho trimestre—,mientras que la demanda exterior neta tuvo una contribución positiva de 2,3 puntos porcentuales (pp) de PIB en ese mismo período, derivada, sobre todo, de la rápida pérdida depulso de las importaciones, según el informe de abril del Banco de España

Los indicadores disponibles referidos a los primeros meses de 2009 apuntan a una intensificación de las tendencias contractivas observadas a finales de 2008, en un entorno internacionalseveramente recesivo y en el que el grado de tensión financiera se ha mantenido en niveles elevados. Las estimaciones realizadas a partir de la información coyuntural disponible, todavíaincompleta, apuntan a una caída más pronunciada de la actividad en el primer trimestre, de modo que el PIB habría retrocedido un 2,9% en términos de su tasa interanual; un −1,8% entasa intertrimestral. Por el lado del gasto, se estima una disminución adicional de la demanda nacional, que recortaría su tasa interanual en 2 pp, hasta el –4,9%, y una ligera caída de la aportación de la demanda exterior neta, que se situaría en 2,2 pp, como reflejo de la intensacontracción del comercio mundial. Desde la perspectiva de la oferta, las ramas de la construcción y de la industria intensificaron la trayectoria contractiva de los meses finales de 2008, al tiempo que los servicios empezaron a dar signos de estancamiento, debido al retroceso de los de mercado. En este contexto, los registros del empleo fueron muy negativos en el primer trimestre, observándose descensos en la ocupación del 6,4%, según la EPA, que habrían
conducido a un incremento muy sustancial de la tasa de paro, hasta el 17,4% (13,9% en el último trimestre). La tasa de inflación, por su parte, experimentó, como consecuencia del drástico cambio en los precios del petróleo y de los alimentos, y de la acusada debilidad de la demanda, un pronunciado recorte en el trimestre, que le llevó a registrar, por primera vez desde 1952, una tasa de variación interanual negativa, del −0,1%, en marzo y un diferencial de inflación, también negativo, con la UEM de –0,7 pp.

En el panorama económico internacional, la situación de tensión en los mercados financieros mostró una cierta mejoría respecto a los momentos de máxima inestabilidad que se vivieronen los meses finales de 2008, si bien las condiciones de financiación siguieron siendo globalmente restrictivas. En estas circunstancias, continuó la traslación de la crisis financiera haciala actividad, agravada, en esta última etapa, por el intenso descenso de los flujos de comercio. Como consecuencia de todo ello, el PIB en las economías desarrolladas habría experimentado un nuevo retroceso en el primer trimestre, de magnitud similar a la que se observó en los últimos meses de 2008, al igual que las economías emergentes intensificaron su debilitamiento. Por su parte, la inflación mundial mostró una acusada desaceleración, registrándose tasas interanuales negativas en un número creciente de países, en un entorno en el que los precios de las materias primas se estabilizaron, aunque el precio del crudo mostró un cierto repunte.

En conjunto, todos estos factores han determinado una nueva revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento de la economía mundial, que, según las previsiones más recientes—sujetas, en todo caso, a elevadas dosis de incertidumbre—, podría llegar a ser negativo en 2009, por primera vez en los últimos sesenta años, lo que llevaría a retrasar el inicio de la recuperación hasta 2010, cuando los estímulos de las políticas monetarias, fiscales y de apoyo al sistema financiero hayan desplegado todos sus efectos. En este escenario recesivo, las previsiones de precios apuntan a crecimientos muy moderados de la tasa de inflación, que podría alcanzar registros negativos en algunas de las principales economías desarrolladas en2009, como Estados Unidos o Japón.