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Ciudadanos indefensos

Con la cruz a cuestasSomos uno de los países más garantistas del mundo en lo que a derechos de los ciudadanos se refiere, pero también uno en los que menos se respetan estos derechos en la práctica. Resolver trámites ante la Administración es un calvario y no digamos ante la Justicia o en el caso de pruebas o tratamientos médicos. De nada sirve la cascada de leyes que reconocen que los datos que posee cualquier administración son del ciudadano y no del funcionario que los administra. Si acaban dándotelos es como un favor personal porque te has camelado al empleado de tuno, pero no en el ejercicio de un derecho.

En esta España de locos en la que la han convertido sucesivas administraciones irresponsables es más fácil conocer los datos de un proceso bajo secreto de sumario, incluso la investigación policial de asuntos que han creado grave alarma social, que los propios ante una simple ventanilla. El celo del funcionario es inversamente proporcional a la proyección mediática del caso. Y esto sin citar el nuevo escándalo de escuchas y espionaje a ciudadanos corrientes, empresarios y políticos dirigido desde las letrinas del poder.

Llueve sobre mojado porque nunca se ha desmontado la trama de poder oculto que mueve los hilos con independencia de que sea el PSOE o el PP el que gobierna. La corrupción llega a todos los estamentos del Estado por que nunca se quiso actuar contra esta mafia que utiliza la información como arma de chantaje.  ¿Si se ha espiado y chantajeado hasta al Rey, qué podemos esperar los simples ciudadanos? Esta realidad no tiene nada que ver con la crisis y sus complejas soluciones. El Gobierno, si quiere recuperar un mínimo de credibilidad, junto al Fiscal General del Estado, debe decir sin complejos, ¡basta ya! (Imagen: MacTommy)

Artículo de Jesús F. Briceño publicado en el diario LA GACETA (Madrid), el 24 de febrero de 2013

Crisis de Gobierno

CrisisLes sobra buena voluntad pero les falta acierto. Si existiera oposición se los habría llevado por delante. Rajoy prometió el Gobierno de los mejores y su equipo hace agua por varios costados. A tiempo está de rectificar si quiere ganar las urnas y la calle, pero empeñarse en estar en posesión de la verdad es tanto como negar que la tierra gira alrededor del sol.

En esta España del esperpento hemos tenido esta semana tres ejemplos antológicos. En primer lugar, la intervención a puerta cerrada del presidente del BCE, Mario Draghi, es un insulto a los españoles. Hubiera estado bien si las decisiones del BCE afectaran sólo al sueldo de los diputados, pero hurtar la realidad de la situación económica a los ciudadanos y, más aún, informar en secreto sobre las decisiones que afectan a nuestra vida, de los recortes y de los ajustes que nos imponen, es una acción despótica y antidemocrática.

En segundo lugar, la rectificación del Gobierno sobre la marcha en el caso de las daciones en pago es un reflejo de que tienen perdida la iniciativa legislativa y que no saben por dónde tirar. La propuesta que llevó Soraya al Consejo de ministros sobre los desahucios el año pasado era una solemne chapuza. Está bien que rectifiquen pero si son tan listos podían haberse dado cuenta antes.

Finalmente, está el asunto de las penalizaciones a los depósitos. Los ahorradores son la parte más inocente de la crisis. Ni han especulado ni se han hecho de oro. Son los cimientos del sistema y, además, los que compran Deuda del Estado. Penalizar los depósitos es negar la competencia y lanzarlos al despeñadero de financieras sin escrúpulos. Se prima al banco malo y se castiga al bueno que es capaz de captar dinero y hacerlo producir. (Imagen: Ilco – sxc)

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 17 de febrero de 2013

Preferentes: ¿truco o trato?

Banco España (1)El Gobierno tiene una patata caliente con las participaciones preferentes que afectan, sobre todo, a Bankia, Novagalicia y Catalunya Caixa. Tampoco hay que olvidar que la mayoría se negociaron durante el mandato de Zapatero en la Moncloa y de Fernández Ordóñez en el Banco de España. Es un secreto a voces que las preferentes se colocaron por las cajas saltándose las más elementales normas de prudencia. Es verdad que a los ahorradores les hacían campanillas en los oídos eso de un 7 por 100 si riesgo. Y lo cuento así porque a mí también me las intentaron colocar con la coletilla de que no habían fallado nunca… ¡Menuda bicoca!

Hace unos días tuve que hacer unas gestiones en Bankia y delante de mí una pobre mujer trataba de explicar al apoderado de la sucursal, entre sollozos, que le habían arruinado la vida y que habían destrozado sus ahorros y los de su familia. Era el mismo que me dijo hace años que eso de las preferentes era un valor seguro y, además, que Caja Madrid era una de las entidades más sólidas del mercado. Ahí está el problema con estos títulos, y es que aunque legalmente el banco o la caja tienen razón en no pagar e, incluso, en volatilizar la inversión si no hay beneficios, en la mayoría de los casos los clientes han sido burdamente engañados.

Ahora se ha creado una comisión fundamentalmente entre el PP, PSOE, Banco de España y CNMV que no va a servir para nada, ya que la decisión está en un acuerdo entre Rajoy y Rubalcaba para enmendar lo que ellos mismos han provocado por acción u omisión. La vía judicial, el canje o el arbitraje a través de KPMG son soluciones técnicas que no darán satisfacción a los 150.000 afectados. Con quita o sin ella hace falta una solución política que para eso les pagamos el sueldo.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 3 de febrero de 2013

Imagen: Logopress

El PIB no engaña

La confirmación del descenso del PIB nos aleja de otros países  que ya están en la senda de la recuperación. La salida de la crisis requiere confianza y capital inversor más allá de planes y subvenciones coyunturales. Pero el clima en el que se desenvuelve la vida política en verano está trufado de noticias alarmantes sobre escuchas y espionajes que aportan poco a la seguridad jurídica que debe primar en un país que pretende ser reconocido entre las primeras potencias del mundo.

Siempre que se vislumbra un cambio en el panorama económico o político aparece nuestro «Watergate» particular. Ocurrió en el asalto del socialismo a los grandes bancos; poco después, el CESID y otros agentes «pseudopoliciales» protagonizaron otra batalla de dossieres y escuchas que afectó a empresarios y medios de comunicación. Hubo espías en la batalla de las opas de Endesa. La recurrente utilización de estos métodos con fines torticeros poco ayuda a atraer la inversión tan necesaria en estos momentos como antídoto contra la crisis.

En el ránking que elabora el Banco Mundial sobre los mejores países para hacer negocios España lleva varios años perdiendo posiciones, y en un discreto puesto en la mitad de la tabla. La economía española sigue planteando numerosas trabas a la apertura de nuevos negocios y el clima de inseguridad que evidencia este espionaje incontrolado no es el mejor caldo de cultivo para atraer capitales.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 16 de agosto de 2009

España, S.A.

En julio las empresas cumplen los requisitos legales del depósito de cuentas en los registros mercantiles. Imaginemos que España S.A. es una de estas empresas con más de cuarenta millones de accionistas y tres millones y medio de trabajadores. Su presidente, Rodríguez Zapatero, tiene un contrato por cuatro años y dirige un consejo de administración con una veintena de ejecutivos a cuyo frente figura la consejera delegada Fernández de la Vega.

La crisis ha golpeado con fuerza a España S.A. y sus acciones se han devaluado en los mercados, incluso cinco millones de títulos han perdido todo su valor, pasando de una cuenta de resultados con beneficios a una situación de pérdidas. La ejecutoria de Zapatero ha estado presidida por la improvisación y sus directores generales de Finanzas, Solbes y Salgado,  han modificado los objetivos del ejercicio tras varios profit warnings (avisos al mercado de que no se cumplirán las previsiones) lo que provocó un recorte en la calificación de las agencias de rating.

Las pérdidas del ejercicio 2008 han sido de 41.874 millones de euros y las estimadas para el presente ejercicio superarán los 100.000. La deuda acumulada por España S.A. al final de 2009 rondará los 600.000 millones de euros. Una de las decisiones más polémicas ha sido transferir fondos a una de las sucursales, Cataluña, que además compite con la matriz. ¿Si ésta ha sido la gestión, de verdad merecen subirse el sueldo en 2010?

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 22 de julio de 2009