Archivos de Tags: Nada

Los jinetes del gasto

No hay nada peor para combatir el déficit que la inminencia de un año electoral. Cuando parecía que Zapatero había recuperado cierta cordura en materia económica, los últimos datos del CIS han espoleado a los jinetes del gasto. Ahora nos cuentan la milonga de que al haberse producido una cierta relajación en los mercados financieros queda un pequeño margen en el Presupuesto para recuperar infraestructuras paralizadas. La respuesta de los mercados, poco dados a los fuegos de artificio, no se ha hecho esperar e, inmediatamente, han subido el diferencial de la deuda española. El segundo trimestre se ha despachado con una ligerísima recuperación del 0,2 por 100, pero si las caídas que se esperan al final de año están en línea con las previsiones del -0,6 por 100, eso significa que el tercer y cuarto trimestre van a ser de pena. Y eso no se lo puede permitir un presidente que se enfrenta a las elecciones municipales y autonómicas de 2011 en clave de primarias.

La subida del IVA y el recorte del gasto público, unido a las bajadas de sueldos y la congelación de las pensiones son malos compañeros de viaje para este presidente. Lejos de asumir su responsabilidad ante la crisis y el estancamiento al que ha llevado a la economía, Zapatero sigue predicando la Arcadia feliz en la que “los banco abrirán sus líneas de financiación y se facilitará una recuperación del empleo con ayuda de nuevas iniciativas en políticas activas en lo relativo a los servicios públicos”. Nada más lejos de la realidad, como lo ponía de manifiesto en último barómetro empresarial dado a conocer esta semana, así como el relativo al crédito que certifica un repunte de la financiación al sector privado en Europa pero no así en España. La clave de la nueva deriva de Zapatero hay que buscarla en el precio que le van a poner los partidos nacionalistas para apoyar los PGE. La estabilidad presupuestaria vuelve a estar en peligro pero Zapatero, viejo zorro, cree, como Enrique IV, que París bien vale una misa.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 12 de agosto de 2010

Blanco, vicepresidente in pectore

El ministro de Fomento, José Blanco, es un mirlo que hace honor a su nombre en esta isla de las especies digna de Darwin en que se ha convertido el Gobierno Zapatero. Es para muchos el ministro revelación y sorprende que hasta para responder en el Congreso lo haga  más con cifras y datos que con descalificaciones innecesarias. Eso sí, los fines de semana se pone el gorro de vicesecretario general del PSOE y se convierte en pepiño para arrear estopa al PP, igual que en la famosa novela de Stevenson sobre el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Blanco, nada más ser nombrado ministro, mostró su seña de identidad al sentarse con Esperanza Aguirre y, dejando de lado la confrontación política, abordaron el plan de infraestructuras para evitar el estrangulamiento de la capital al que le había condenado su antecesora Magdalena Álvarez. Y así siguió con todas las CCAA, bien fueran del PP o del PSOE.  El recorte presupuestario de cincuenta mil millones de euros que el Gobierno ha comprometido en los próximos tres años para reducir el déficit ha pillado a Fomento con el pie cambiado. La congelación del sueldo de los funcionarios o el recorte de cargos públicos no aporta volumen suficiente de ahorro para cumplir este compromiso y esto supone menos dinero para obras públicas, fundamentalmente carreteras y el AVE. Blanco ha dicho que las inversiones en alta velocidad no se tocan y propone un plan imaginativo de colaboración pública y privada para el resto de los proyectos, muy celebrado por los constructores.

Tras la inmolación de Corbacho en la pira de la reforma laboral y el pensionazo y el ninguneo al que se ven sometidas las dos vicepresidentas, Blanco se erige como el único interlocutor válido de la nueva comisión del pacto contra la crisis. Su pulso con los controladores y el recorte de altos cargos que anunció ayer en el Congreso son un aviso tanto a Rajoy como a Zapatero. Este gallego es un pequeño Maquiavelo que quiere llevarse el gato al agua, y no precisamente el de nuestro admirado Antonio Jiménez.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 25 de febrero de 2010

Cristóbal Montoro en el Fórum Europa: «A Rato le esperara una tarea ardua y compleja en Caja Madrid»

Cristóbal MontoroEl coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, afirmó hoy que a Rodrigo Rato le espera una «tarea nada fácil, ardua y compleja» al frente de Caja Madrid, si finalmente es propuesto y elegido para presidir esta entidad financiera en sustitución de Miguel Blesa.

Montoro hizo estas declaraciones durante un desayuno en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum, en el que también estuvo presente el propio Rodrigo Rato, aunque casualmente abandonó la sala un par de minutos antes de que el responsable económico del PP respondiera un bloque de preguntas sobre Caja Madrid.

De hecho, Montoro bromeó que en su anterior respuesta se había alargado más de la cuenta “para que Rodrigo (Rato) se pudiera marchar” y así poder hablar del asunto “con mayor libertad”. Montoro manifestó que Rato está “sobradamente capacitado” para dirigir Caja Madrid y representa un “elemento fiable” para presidir una institución financiera de estas características. Además, defendió que al frente de la cuarta entidad del país se sitúe a “una persona con capacidad de gestionar los asuntos económicos, con conocimientos del sector financiero y con un reconocimiento dentro y fuera de España”.

Montoro añadió que el sector bancario español ha jugado un papel muy importante en las últimas décadas para posibilitar el crecimiento y la creación de empleo, lo que en su opinión justifica que se sitúe al frente de las cajas a los mejores. Finalmente, Montoro se refirió a la posible fusión entre CajAstur y Caja Castilla-La Mancha, sobre la que expresó ciertas dudas de que sirva realmente para “sanear” a la entidad manchega.

Foto: Nueva Economía Fórum

El ahorro no se fía

Es difícil extrapolar el comportamiento de las familias al del Estado, pero los datos del INE nos permiten una primera conclusión: mientras las familias ahorran el Estado gasta. Los economistas keynesianos justificarán esta actitud del Estado en que gracias al gasto público se incrementa el consumo y se recupera la economía, pero mientras esta teoría ha funcionado en otras naciones en España la ecuación le ha salido rana al gobierno socialista.

Las familias y las empresas no son optimistas compulsivas como Zapatero, sino que como están en la economía real se aprietan el cinturón cuando pintan bastos. El Gobierno, por el contrario, sigue en el nirvana de la sonrisa y el aquí no pasa nada, echando la culpa de los males patrios a contubernios extranjeros. Ni siquiera los presupuestos se han elaborado con criterios de certeza y austeridad y centran nuestra hipotética salida de la crisis en la recuperación de los vecinos de la Unión Europea.

Casi todos los indicadores se han vuelto a poner pesimistas lo que demuestra una total falta de confianza en que los actuales gestores nos saquen del pozo. El principal punto débil de nuestra economía es el consumo y las medidas fiscales que acompañan a los presupuestos van en la dirección contraria al sentido común. Hacienda no planifica, sólo recauda,  y se ha convertido en un cajero del que el dinero sale a más velocidad de la que entra.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 7 de octubre de 2009

Valor razonable

1163219_lego_styleEl mundo de los denominados expertos financieros mantiene estos días una enconada disputa alrededor de esta expresión inglesa que en román paladino consiste en la obligación de valorar los activos de los bancos a precios de mercado. Si un banco concede un crédito hipotecario de 300.000 euros por una casa que vale 400.000 no pasa nada. Pero si el mercado se desploma y la casa pasa a valer 200.000 euros, el banco tiene que provisionar 100.00 euros. El banco sigue siendo el mismo y la casa también, pero la ortodoxia de la contabilidad y una elemental norma de prudencia así lo indica. Sin embargo esta obligación está para muchos en el origen de la crisis ya que las entidades financieras, primero de Estados Unidos, y luego del resto del mundo tuvieron que poner de golpe decenas de miles de millones para  ajustar sus balances al precio real de los activos que figuraban como garantía de los créditos. Como además nadie se prestaba dinero entre sí había que pagar un sobreprecio por un dinero que sólo tenía una finalidad contable, pero que no iba destinado al mercado productivo. Esa espiral llevó a la ruina a Lehman Brothers y tras este gigante americano, tantos otros. Ahora se plantean, encabezados por el multimillonario Buffett dulcificar la norma y dar a los activos un precio simbólico que ahorre a los bancos esta cascada de provisiones con la excusa de que un bien que no tiene mercado no tiene precio. Ahí está el quid de la cuestión pero nadie sabe a ciencia cierta si será peor el remedio que la enfermedad.

Artículo publicado en el Diario La Razón por Jesús F. Briceño el 20 de marzo de 2009