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Clase media apaleada

Se cumple un año del ascenso de Rajoy a la presidencia del Gobierno y si hay que destacar un titular es que las clases medias son las paganas de la crisis. He buscado en el diccionario de la RAE, y la definición viene al pelo. Pagano: persona que paga, generalmente por abuso, las cuentas o las culpas ajenas. Pues así están las cosas y no es cuestión de juzgar desde la derecha o la izquierda. Los ricos siguen siendo más ricos, incluso con leyes discriminatorias a su favor, como la amnistía fiscal, y los pobres siguen igual de pobres, aunque también con normas polémicas que les permiten en alguna medida capear el temporal, como el reciente decreto ley sobre los desahucios, claramente arbitrario.

Al final al que le han subido los impuestos, ¡y de qué forma!, es a la clase media, a quien desahucian de sus casa es a la clase media y quien paga más por las medicinas es la clase media. Resulta curioso que los que han encumbrado a Rajoy sean los más perjudicados por acción o por omisión. Podemos seguir poniendo ejemplos, tales como la caída de las cotizaciones en Bolsa, la depreciación de fondos de inversión, el desastre de los fondos de pensiones o la falta de solución al problema de las preferentes, colocadas con dudosas artimañas. Ahora suben las tasas municipales, especialmente el IBI, así como las medicinas, la educación, los transportes, etc., con un IPC que devalúa aún más pensiones y salarios.

Esta es una breve descripción de la realidad, al margen de connotaciones políticas, que refleja que la carga de la crisis la está soportando la mayoría silenciosa, una clase media apaleada a la que cada día se le exigen más sacrificios y que ante la imposibilidad de ser rica a veces preferiría ser inmensamente pobre.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 25 de noviembre de 2012

Clase media, los ricos de ZP

En los próximos días el Gobierno pondrá en marcha la maquinaria de los Presupuestos Generales del Estado. La cumbre de la UE con Latinoamérica y el Decreto ley de convalidación del recorte del gasto (el zapatazo) ha aplazado momentáneamente el anuncio en el BOE de las cuatro comisiones que se constituyen al efecto: Políticas de gasto, Análisis de programas, Ingresos y Presupuestaria. Y no han podido convocarse ya que aún se desconoce el escenario que debe fijar el Gobierno, que viene delimitado por el techo de gasto para 2011.

El presupuesto de 2010 se aprobó con el voto espurio del PNV y de Coalición canaria con un aumento del gasto del 17 por 100 que el Gobierno presentó, faltando a la verdad, como si tratara de un recorte del 4 por 100. La ministra Elena Salgado no sólo ha quedado desacreditada por la falsedad de sus cuentas sino que hasta la vicepresidenta primera, Fernández de la Vega, le enmienda la plana y actúa de portavoz de su ministerio. La nota de Presidencia justificando las dificultades del Tesoro para colocar la última emisión de deuda ha dejado perplejos a los mercados.

Frente a tal cúmulo de despropósitos Zapatero anuncia ahora que subirá los impuestos a los ricos.  De las 18 millones de declaraciones de IRPF que se presentan al año sólo un 4 por 100  reconocen unos ingresos superiores a los 60.000 euros y estas rentas ya tienen el marginal en el 43 por 100. El grueso de la recaudación está en los tramos que declaran entre 30.000 y 60.000 euros, es decir, en la clase media.  ¿Son éstos los ricos de Zapatero? A falta de otros argumentos y ante el descrédito nacional e internacional que acumula este Gobierno, Zapatero echa mano de la demagogia más barata: leña al rico, al cura y al banquero. Pero pagarán los de siempre, la clase trabajadora que, con empleo o en paro, no puede eludir el incremento del IRPF, el IVA o de los impuestos especiales sobre gasolina, alcohol o tabaco. CiU, que tiene la llave de las elecciones anticipadas, se fuma un puro.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 20 de mayo de 2010

Una ocasión perdida

Análisis sobre los Presupuestos para 2010

¿Son éstos los presupuestos de la recuperación?

Mientras el Gobierno dice que son austeros para salir de crisis, la oposición y los agentes económicos lo ponen en duda. La principal crítica estriba en que la subida de impuestos lastra el consumo, no genera empleo y las empresas pierden competitividad.

¿Pagarán más los ricos?

Esta es una falacia instrumentalizada por el Gobierno.  No se no tocan los impuestos redistributivos como la renta, el patrimonio o sociedades, sino los indirectos que afectan a la mayoría de la población.  La eliminación de la reducción de los 400 euros y el incremento del IVA castiga más a las rentas del trabajo, a los pensionistas y desempleados.

¿Se penaliza el ahorro?

Se penaliza el ahorro modesto, el de los pequeños accionistas, depósitos y cartillas a los que se les sube al 19 por 100 el tipo de gravamen. A pesar de que también se sube al 21 por 100 los rendimientos superiores a los 6.000 euros, la mayor parte de los 800 millones que se esperan recaudar con esta medida saldrán de los bolsillos de las clases medias.

¿Disminuye el gasto público?

El gasto público disminuye un 3,9 por 100 y el déficit estimado será del 5,4 por 100, pero se mantiene la incógnita de si los ingresos previstos son reales o ficticios como en 2009. El Gobierno prevé incrementar  la recaudación el 21,2 por 100 por el optimismo que genera la recuperación de Alemania o Francia, pero  no cambia el modelo productivo.

¿Son unos presupuestos solidarios?

Si entendemos por solidaridad crear empleo, redistribuir la riqueza, disminuir la deuda que puede llegar a seiscientos mil millones de euros, fomentar la I+D, la vivienda o el automóvil, apoyar a los autónomos y pymes y no sólo pagar a los parados, no. A una familia de clase media estos PGE les supondrá un desembolso adicional de 1.500 euros con un paro rozando el 20 por 100.

¿Qué pasa con las pensiones?

Las pensiones están garantizadas con independencia del partido que gobierne. En este caso crecen con carácter general un 1 por 100 y las mínimas entre el 2 y el 4 por 100.

Análisis publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid) , el 30 de septiembre de 2009

Presupuestos 2010: Una ocasión perdida

¿Son éstos los presupuestos de la recuperación?
Mientras el Gobierno dice que son austeros para salir de la crisis, la oposición y los agentes económicos lo ponen en duda. La principal crítica estriba en que la subida de impuestos lastra el consumo, no genera empleo y las empresas pierden competitividad.

¿Pagarán más los ricos?
Esta es una falacia instrumentalizada por el Gobierno.  No se tocan los impuestos redistributivos como la renta, el patrimonio o sociedades, sino los indirectos que afectan a la mayoría de la población.  La eliminación de la reducción de los 400 euros y el incremento del IVA castiga más a las rentas del trabajo, a los pensionistas y desempleados.

¿Se penaliza el ahorro?
Se penaliza el ahorro modesto, el de los pequeños accionistas, depósitos y cartillas a los que se les sube al 19 por 100 el tipo de gravamen. A pesar de que también se sube al 21 por 100 los rendimientos superiores a los 6.000 euros, la mayor parte de los 800 millones que se esperan recaudar con esta medida saldrán de los bolsillos de las clases medias.

¿Disminuye el gasto público?
El gasto público disminuye un 3,9 por 100 y el déficit estimado será del 5,4 por 100, pero se mantiene la incógnita de si los ingresos previstos son reales o ficticios como en 2009. El Gobierno prevé incrementar  la recaudación el 21,2 por 100 por el optimismo que genera la recuperación de Alemania o Francia, pero  no cambia el modelo productivo.

¿Son unos presupuestos solidarios?
Si entendemos por solidaridad crear empleo, redistribuir la riqueza, disminuir la deuda que puede llegar a seiscientos mil millones de euros, fomentar la I+D, la vivienda o el automóvil, apoyar a los autónomos y pymes y no sólo pagar a los parados, no. A una familia de clase media estos PGE les supondrá un desembolso adicional de 1.500 euros con un paro rozando el 20 por 100.

¿Qué pasa con las pensiones?
Las pensiones están garantizadas con independencia del partido que gobierne. Crecen con carácter general un 1 por 100 y las mínimas entre el 2 y el 4 por 100.

Análisis publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 30 de septiembre de 2009