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Ordeno y mando

Los militares no se comen a los niños crudos. Ésa parece ser la conclusión de los primeros días de trabajo de los controladores bajo la supervisión del Ejército. El Gobierno, que hace agua por los cuatro costados, ha descubierto el ordeno y mando sin rechistar. El truco es tan viejo como el mundo. Las democracias parlamentarias con derechos reconocidos para sus trabajadores son una excepción y las dictaduras son de lo más común. Algunas, como China, sorprenden cada año con la multiplicación de sus ratios económicos.

El felino agazapado en la selva –tal como describe WikiLeaks a ZP– ha probado la sangre de sus víctimas y necesita alimentarse de ella hasta el final de la legislatura. Ha convertido un problema estrictamente laboral, por la incompetencia de su ministro de Fomento, en una lanzadera política de réditos imprevisibles.

Los controladores, militarizados, están mejor calladitos, porque siempre es demagógico cargar contra los ricos. Las siguientes víctimas ya tienen fecha de ejecución: el 27 de enero, reforma de las pensiones, sí o sí, diga lo que diga el PP, que saca 18 puntos al PSOE, o el Pacto de Toledo. Los mercados aplauden los recortes del gasto aunque sean tan injustos como privar de medios de subsistencia a los parados de larga duración. Es más fácil dominar a los parados manu militari que hacer entrar en razón a los sindicatos. ¿No sería más humano y práctico repartir los 30.000 millones que figuran en los presupuestos entre más parados por más tiempo, o permitir contratos de trabajo más flexibles, que condenarlos a la exclusión social?

Por mucho que lloren nadie en su sano juicio apoya a un colectivo ruin que antepone sus intereses personales o los de toda una nación, pero, para que las medidas ejemplarizantes sean creíbles, el Gobierno debe asumir su culpa y entregar la cabeza de José Blanco, responsable político de un caos previsible al que, cada fin de semana, se la va la fuerza por la boca.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 9 de Diciembre de 2010

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/ordeno-y-mando

Los PGE para 2011 son “para salir del paso” , según el Instituto de Estudios Económicos

  • La presión fiscal repercutirá negativamente sobre el crecimiento económico.
  • Se deberían recortar las cotizaciones sociales y el impuesto sobre sociedades.
  • La previsión del Gobierno sobre el PIB y la tasa de paro no son realistas.
  • El déficit público se ha convertido en un problema por sí mismo.

El Instituto de Estudios Económicos ha presentado la Nota de Opinión sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2011. El informe, presentado por Gregorio Izquierdo, Director del Servicio de Estudios, destaca que los PGE para el año que viene son unos Presupuestos “para salir del paso” y carentes de política económica, en los que se han elevado los impuestos y recortado de forma lineal casi todos los programas de gasto, pero sin un plan consistente a largo plazo. Faltos de credibilidad, deberían haber reestructurado el gasto, mediante un replanteamiento de numerosas políticas y una reforma profunda en las Administraciones Públicas. Para ello hace falta un plan integral, coherente y estructurado. Además, la mayor presión fiscal que suscitan los Presupuestos repercutirá negativamente sobre el crecimiento económico, impactando sobre la competitividad empresarial y sobre la creación de empleo, por lo que debería priorizarse el recorte de aquellos que penalizan la contratación (cotizaciones sociales) o reducen su nivel por la vía de encarecer la inversión (impuesto sobre sociedades).

A pesar de la profunda crisis que está atravesando España, ésta ha conseguido, por el momento, escapar del ojo del huracán de la crisis de la deuda que arrasó los mercados financieros europeos entre abril y junio, y que obligó al Gobierno a adoptar una política más seria de consolidación fiscal. Este respiro ha sido posible gracias a la credibilidad generada por los ajustes fiscales iniciados, por el intenso proceso de reestructuración en el que se encuentran las Cajas de Ahorros y por la publicación de los test de estrés a finales de julio. Pero este equilibrio es muy frágil, por lo que los PGE deberían, ahora más que nunca, despertar confianza y credibilidad.

En los dos primeros trimestres de este año, nuestra economía ha presentado tasas de crecimiento intertrimestrales positivas, un 0,1% y un 0,2%, respectivamente, gracias a un renovado, aunque probablemente temporal, empuje de la demanda nacional, tanto del consumo como de la inversión en bienes de equipo, cuya aportación al crecimiento ha vuelto a ser positiva tras ocho trimestres de contribuciones negativas. Pero los datos que se conocen del tercer trimestre apuntan a un debilitamiento de la actividad económica. El cuadro macroeconómico para los PGE de 2011 prevé un ascenso del PIB del 1,3%, cifra irreal si la comparamos con la manejada por el consenso y por los organismos internacionales, que se sitúa entre el 0,4% y el 0,8%.
Respecto a la previsión de la evolución del empleo tampoco es realista. Se estima un ascenso del 0,3%, cuando lo más probable es una caída del 0,5%. La tasa de paro media anual, por su parte, no bajará del 20%, frente al 19,3% pronosticado por el Gobierno. En suma, el cuadro macro sobre el que se sustentan los PGE-2011 contiene una sobreestimación de la demanda y del producto, y una infraestimación del desempleo, lo que hace imposible el cumplimiento de las previsiones de los ingresos y de muchos de los gastos contenidas en los mismos.

Es necesaria una reestructuración del gasto público
Los recortes han sido muy generalizados, y afectan prácticamente a todas las políticas y a todos los programas de gasto, con pocas excepciones. La estrategia seguida por el Gobierno
para afrontar el ajuste ha sido la de recortar la dotación destinada a cada programa, especialmente en los capítulos de operaciones de capital. En lugar de ello, se debería haber efectuado una reestructuración completa del gasto mediante el replanteamiento de todos y cada uno de los programas, suprimiendo en su totalidad los que sean innecesarios o dupliquen otros de las CC.AA., por tratarse de competencias transferidas, integrando programas para reducir costes cuando sea posible. Asimismo, se debe llevar a cabo un plan de reforma global de las Administraciones Públicas para elevar su eficiencia y reducir su tamaño, labor que puede superar el ámbito de actuación de unos PGE, y que requiere la colaboración de todas las Administraciones Territoriales, pero hacia el que el Gobierno no ha dado ningún paso.

La entrada en vigencia en 2011 del nuevo sistema de financiación territorial conlleva una reducción tanto de los ingresos del Estado, debido a la mayor participación de las Comunidades Autónomas en la recaudación impositiva, como de los gastos, porque esa mayor participación en los ingresos supone también una reducción de los recursos transferidos a las mismas. Esto hace que las cifras de gastos totales contenidas en los PGE-2011 no sean comparables con las de los PGE-2010, salvo que se excluya de ambas la cuantía destinada a la financiación de las Administraciones Territoriales. En estos Presupuestos, una de las partidas que ha sufrido mayores recortes ha sido la inversión pública, que debería ser revisada, mientras que el recorte previsto del gasto público será insuficiente. Crece la presión fiscal; se aplaza la recuperación

El Proyecto de PGE estima unos ingresos impositivos totales por valor de 164.278 millones de euros para el próximo año, es decir, un 6,2% adicional respecto al año anterior atendiendo al avance de la liquidación. El aumento de la recaudación impositiva viene avalado, fundamentalmente, por dos hechos: la recuperación económica prevista por el Gobierno para 2011 y el aumento de la presión fiscal motivado por la subida de los tipos impositivos de distintas figuras tributarias. Es cierto que la consolidación presupuestaria era inaplazable e ineludible para devolver la confianza a los agentes económicos, pero la vía adecuada es la de la reducción del gasto. En este sentido, las medidas de consolidación presupuestaria no deberían incluir un aumento de la presión fiscal, y mucho menos sustentar ese aumento en la imposición directa. De hecho, es inconcebible que la recaudación impositiva directa crezca un 6,5% frente al aumento del 5,7% de los impuestos indirectos, lo que responde a una estructura tributaria que provoca un exceso de gravamen, distorsionando las principales decisiones de los individuos sobre el trabajo, el ahorro o la inversión. En el contexto actual en el que se atisba una leve recuperación económica, no resulta lo más conveniente penalizar el trabajo dado el nivel de desempleo ni tampoco el ahorro con el elevado nivel de endeudamiento de la economía española. Dentro de las prioridades, es obligado revisar el Impuesto sobre Sociedades que sigue siendo uno de los más gravosos de Europa con el consiguiente impacto sobre la competitividad empresarial, la cual se vería beneficiada además si se redujeran las cotizaciones sociales a cargo del empleador.

El déficit público seguirá disparado durante este año, por lo que es necesario un ajuste vía reducción del gasto público corriente y nunca incrementando los impuestos, ya que los multiplicadores de recuperación económica son más elevados para las bajadas de estos últimos que para los aumentos de gasto. Nuestro déficit público se ha convertido en un problema en sí mismo. Hay que contemplar el déficit del 2010 que, incluso, tras el plan de ajuste de mediados de año, va a cerrar este ejercicio en un nivel del 9,3% del PIB, según el Gobierno, cuantía que también supone un importante discrepancia respecto al 5,4% que planteaban los Presupuestos para este ejercicio en curso. Si los Presupuestos no se cumplen y, además, en magnitudes elevadas, pierden credibilidad, con lo que dejan de servir de referencia a los agentes económicos. Es obligado evitar las desviaciones y ampliaciones de crédito sobre lo presupuestado. A estos efectos, se debería en los PGE incorporar un detalle de las partidas de ajuste y de la prioridad entre ellas, que serían de supresión automática en el caso de que se produjeran desviaciones de gasto o aumentos de déficit por encima de la previsión inicial. Un programa de consolidación presupuestaria suficiente y creíble es la clave también para luchar contra el espectacular aumento de las primas de riesgo de nuestra deuda pública derivado del incremento del déficit, como ocurrió la pasada primavera, que puso de manifiesto una fuerte pérdida de confianza acerca de nuestra capacidad de hacerla frente en el actual contexto recesivo.

El Gobierno aprueba el Real Decreto Ley de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral

El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto Ley de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo. Además, ha acordado el objetivo de estabilidad presupuestaria para el período 2011-2013 y el límite de gasto no financiero del Estado para los Presupuestos de 2011.
María Teresa Fernández de la Vega y Celestino Corbacho

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que la reforma laboral aprobada hoy es la más importante de las emprendidas en los últimos 20 años.

La reforma va a dinamizar el mercado de trabajo, incentiva la contratación de jóvenes, de parados de larga duración y ambiciona que el despido sea siempre la última opción del empresario, según De la Vega.

La Vicepresidenta ha destacado que el Real Decreto Ley propone, en primer lugar, reducir la temporalidad excesiva e incentivar los contratos indefinidos. Es decir, conseguir mayor estabilidad en el empleo y menos precariedad.

En segundo lugar, pretende incrementar las posibilidades de adaptación de las condiciones de trabajo, incluidas las salariales, a la situación real de las empresas mediante procedimientos de negociación entre empresarios y trabajadores, e incluye la posibilidad de introducir un arbitraje voluntario.

Además, precisa mejor las causas en el despido por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. De esta forma, ha dicho, se establece un incremento de la seguridad jurídica, y se van a mantener las indemnizaciones a percibir por los trabajadores en caso de despido conforme a los distintos tipos de contrato.

Fernández de la Vega ha añadido que con esta reforma el Gobierno quiere lograr que la recuperación económica se traduzca en más y mejor empleo, en más estabilidad laboral y en más flexibilidad en el empleo.

La Vicepresidenta ha asegurado que aunque el texto aprobado hoy no cuenta con la rúbrica de los agentes sociales, sí contiene el espíritu de sus aportaciones, que el Gobierno ha querido recoger desde el equilibrio, conjugando la flexibilidad de las empresas con la imprescindible seguridad de los derechos de los trabajadores.

El Gobierno confía en que esta reforma, ambiciosa, sustantiva y de calado pueda hacerse con el mayor grado de acuerdo, por lo que ha contactado con los grupos parlamentarios para conocer sus criterios, algunos de los cuales se han incorporado ya al texto. Además, se podrán incorporar algunas iniciativas más al transformarse en Proyecto de Ley en la tramitación en el Congreso de los Diputados.

María Teresa Fernández de la Vega ha subrayado que el Gobierno afronta la reforma laboral desde la iniciativa y la convicción de su necesidad, desde la responsabilidad y desde el diálogo.
Reforma sustancial y profunda
Celestino Corbacho

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha calificado la reforma de sustancial y, al igual que la Vicepresidenta, considera que es una de las más importantes que se han acometido en nuestro país en los últimos años. El modelo «pretende hacer una reforma profunda estructural con vocación de permanencia para las próximas décadas», ha dicho.

Corbacho también ha resaltado los tres objetivos de la reforma: mejorar la productividad, dar mayor estabilidad en el empleo y dotar de mayor flexibilidad interna a las empresas.

El ministro ha reiterado que mayor flexibilidad no quiere decir mayor inseguridad, ya que el texto es «una apuesta decidida por garantizar la seguridad de los derechos de los trabajadores».

Celestino Corbacho ha explicado algunas de las modificaciones del contenido de la reforma que avanzó en el Consejo de Ministros de la semana pasada y presentó esta semana a sindicatos y empresarios.

El Gobierno apuesta por favorecer el contrato para el fomento de la contratación indefinida, ampliando los colectivos que pueden tener acceso a esta modalidad. Así, según el ministro, un trabajador de entre 31 y 34 años que haya tenido un contrato fijo y sea despedido, podrá ser contratado mediante un contrato estable de fomento, algo que con la actual legislación no es posible.

Por otra parte, se prevé que el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) asuma una parte de la indemnización que corresponda al trabajador en los despidos por causas económicas. El FOGASA se hará cargo de 8 días de indemnización por despido improcedente tanto si el trabajador tiene un contrato fijo ordinario o un contrato de fomento del empleo.

El titular de Trabajo también ha apuntado que no es intención del Gobierno que el modelo contemple un incremento de las cuotas empresariales a la Seguridad Social.

Asimismo, ha aclarado que el único contrato de carácter temporal que cambia su régimen jurídico en cuanto a tiempo es el de obra y servicios. La cuantía de la indemnización por despido en este tipo de contratos pasa de los 8 días actuales a los 12 en 2015.

En cuanto a las empresas de trabajo temporal, el ministro ha avanzado que se levanta la restricción de operar en el sector de la Administración Pública.
Estabilidad Presupuestaria
Maria Teresa Fernández de la Vega

El Consejo de Ministros ha aprobado el objetivo de estabilidad presupuestaria para el período 2011-2013 y el límite de gasto no financiero del Estado para los Presupuestos de 2011.

Según las previsiones del Gobierno, el déficit público pasará del 11,2% del PIB registrado en 2009 al 9,3% en 2010; bajará hasta el 6% en 2011; al 4,4% en 2012; y cerrará el período en un 3% en 2013.

El límite de gasto no financiero para 2011 quedará establecido en 122.256 millones de euros, lo que supone un descenso del 7,7% respecto al presupuesto de 2010 en términos homogéneos.

María Teresa Fernández de la Vega ha señalado que «se trata de un importante esfuerzo de austeridad y contención» que nos sitúa en el «camino correcto del cumplimiento de los compromisos adquiridos en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento».
Otros acuerdos

Menos crecimiento y más paro en el nuevo escenario económico del Gobierno

  • El Gobierno prevé una disminución del PIB del 0,3% en 2010 y un crecimiento del 1,3% en 2011, del 2,5% en 2012 y del 2,7% en 2013.
  • El presupuesto de 2011 exigirá un nuevo y mayor esfuerzo de contención del gasto, recortándose el gasto no financiero del Estado un 7,7% respecto a 2010 en términos homogéneos.
  • En el año 2013 se cumplirá el objetivo de déficit del 3% fijado por la Comisión Europea en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.

La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha presentado al Consejo de Ministros el “Informe sobre la posición cíclica de la economía española”, que ha sido remitido a las comunidades autónomas.

La Ley General de Estabilidad Presupuestaria establece que este informe debe tomarse en cuenta para la fijación de los objetivos de estabilidad de las administraciones públicas de los tres ejercicios siguientes.

INFORME DE POSICIÓN CÍCLICA

Las estimaciones del Ministerio de Economía y Hacienda se basan en una previsión de disminución del PIB del 0,3% en 2010, y de unas tasas de crecimiento del 1,3% en 2011, del 2,5% en 2012 y del 2,7% en 2013. Estas previsiones son una actualización del cuadro macroeconómico presentado en el Programa de Estabilidad del pasado mes de enero.

Esas nuevas previsiones para los tres próximos años son inferiores a las estimadas por el Gobierno al comienzo del ejercicio, en cinco décimas en 2011, y en cuatro décimas en 2012 y 2013. La revisión de estas previsiones incluye también mejoras en 2010 en el consumo privado, la inversión en equipo, las exportaciones y las importaciones, y prevé un descenso en la construcción y en el empleo. El plan de recorte del gasto público aprobado recientemente por el Gobierno implica una revisión a la baja del consumo y la inversión públicos y las transferencias corrientes tanto en 2010 como, sobre todo, en 2011.

No obstante, las notables turbulencias existentes en los mercados financieros y el clima de incertidumbre existente sugieren que la mejor contribución que la política fiscal puede hacer a la economía en la actualidad radica en acelerar el proceso de consolidación presupuestaria, incluyendo la puesta en marcha de medidas de largo alcance que garanticen la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Respecto a los componentes del crecimiento, la contribución de la demanda nacional irá mejorando paulatinamente, pasando de -1,4 puntos porcentuales en 2010 (casi 5 puntos más alta que en 2009) a 2,4 puntos en 2013. En cuanto a la demanda externa, su contribución positiva se reducirá gradualmente desde 1,1 puntos porcentuales a 0,3 puntos en 2013.

Este comportamiento contrasta con la contribución negativa registrada antes del inicio de la crisis y es debido al reequilibrio del patrón de crecimiento de la economía española desde el sector de la construcción a otras actividades menos intensivas en consumos intermedios importados o con mayor propensión exportadora. La corrección de este desequilibrio, de importancia capital, se pone también de manifiesto en el recorte de nuestra necesidad de financiación externa, que continuará disminuyendo hasta alcanzar un 2,5% del PIB en 2013.

Especialmente llamativa es la fortaleza mostrada por las exportaciones de bienes y servicios, que desde mediados de 2009 han reflejado un comportamiento favorable, aprovechando la fuerte recuperación del comercio mundial, las ganancias de competitividad asociadas al diferencial de inflación favorable a España de los últimos trimestres y la depreciación del euro.

En concreto, en el primer trimestre de 2010, las exportaciones de bienes crecieron un 13% en volumen según la Contabilidad Nacional. En abril, los pedidos de exportaciones volvieron a registrar un avance significativo siguiendo la tónica de los últimos tres meses. De esta forma, se espera que las exportaciones alcancen un crecimiento en torno al 7% en el conjunto de 2010. La mejora de la competitividad contribuirá positivamente al crecimiento de las exportaciones durante todo el período de la estimación.

OBJETIVO DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA

La Vicepresidenta Segunda también ha informado hoy al Consejo de Ministros sobre el objetivo de estabilidad presupuestaria para el trienio 2011-2013. La propuesta será presentada a las comunidades autónomas en el marco de un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y a las entidades locales en la Comisión Nacional de Administraciones Locales (CNAL).

Durante 2008 y 2009 la política fiscal ha jugado un papel clave para amortiguar el impacto de la recesión económica y apuntalar la confianza de los agentes, permitiendo el pleno funcionamiento de los estabilizadores automáticos y adoptando medidas discrecionales en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea y de otros organismos internacionales. Esto ha condicionado un mayor desequilibrio de las cuentas públicas, al elevarse la necesidad de financiación conjunta de las Administraciones Públicas hasta el 11,2% del PIB en 2009, cuando tan sólo dos años antes el presupuesto se cerraba con el tercer superávit consecutivo.

El informe del Ministerio de Economía y Hacienda plantea una reducción progresiva del déficit de las Administraciones Públicas en los tres próximos años, hasta cumplir en 2013 con los compromisos adquiridos con la Comisión Europea, en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, de no superar el límite del 3% de déficit público. Así, en 2010, se estima que el déficit del conjunto de las administraciones públicas será del 9,3%; bajará hasta el 6% en 2011, al  4,4% en 2012 y al 3% en 2013.

Por lo que se refiere a la Administración Central, el año 2010 se prevé un déficit del 5,9%, que se reducirá hasta el 2,3% en 2011, se ampliará al 3,2% en 2012 y se recortará al 2,1% en 2013. Las previsiones para las comunidades autónomas son de un 3,1% de déficit en 2010, un 3,3% en 2011, un 1,3% en 2012 y un 1,1% en 2013. En cuanto a las entidades locales, se estima un déficit del 0,6% en 2010, un 0,8% en 2011, un 0,3% en 2012 y un 0,2% en 2013. Por lo que respecta a la Seguridad Social, la estimación es de un saldo positivo del 0,2% del PIB en 2010, y del 0,4% en los tres restantes años del escenario de previsión. Las cifras de déficit de los años 2010 y 2011 reflejan el importe de las liquidaciones negativas de las AATT correspondientes a 2008 y 2009.

LÍMITE DE GASTO NO FINANCIERO DEL ESTADO

Finalmente, la Vicepresidenta Segunda del Gobierno también ha informado sobre el límite de gasto no financiero del Estado para los Presupuestos de 2011. Dado que los ingresos estimados para el próximo año en términos de contabilidad nacional son de 104.539 millones de euros, que el objetivo para el Estado es de un déficit del 2,3% (24.331 millones de euros) y que los ajustes de contabilidad nacional ascienden a 21.186 millones de euros, el límite de gasto en términos de contabilidad nacional deberá situarse en 150.056 millones de euros.

Pero este límite de gasto no financiero no puede compararse directamente con el establecido en 2010, ya que el nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas supone un descenso del presupuesto de gastos debido al menor importe del Fondo de Suficiencia. Por ello, es preciso eliminar el gasto derivado de los sistemas de financiación de CCAA y EELL para que la comparación sea homogénea. Una vez efectuados estos  ajustes, el límite de gasto no financiero para 2011 quedará establecido en 122.256 millones de euros, lo que supone un descenso del 7,7% respecto al presupuesto de 2010 en términos homogéneos.

Clase media, los ricos de ZP

En los próximos días el Gobierno pondrá en marcha la maquinaria de los Presupuestos Generales del Estado. La cumbre de la UE con Latinoamérica y el Decreto ley de convalidación del recorte del gasto (el zapatazo) ha aplazado momentáneamente el anuncio en el BOE de las cuatro comisiones que se constituyen al efecto: Políticas de gasto, Análisis de programas, Ingresos y Presupuestaria. Y no han podido convocarse ya que aún se desconoce el escenario que debe fijar el Gobierno, que viene delimitado por el techo de gasto para 2011.

El presupuesto de 2010 se aprobó con el voto espurio del PNV y de Coalición canaria con un aumento del gasto del 17 por 100 que el Gobierno presentó, faltando a la verdad, como si tratara de un recorte del 4 por 100. La ministra Elena Salgado no sólo ha quedado desacreditada por la falsedad de sus cuentas sino que hasta la vicepresidenta primera, Fernández de la Vega, le enmienda la plana y actúa de portavoz de su ministerio. La nota de Presidencia justificando las dificultades del Tesoro para colocar la última emisión de deuda ha dejado perplejos a los mercados.

Frente a tal cúmulo de despropósitos Zapatero anuncia ahora que subirá los impuestos a los ricos.  De las 18 millones de declaraciones de IRPF que se presentan al año sólo un 4 por 100  reconocen unos ingresos superiores a los 60.000 euros y estas rentas ya tienen el marginal en el 43 por 100. El grueso de la recaudación está en los tramos que declaran entre 30.000 y 60.000 euros, es decir, en la clase media.  ¿Son éstos los ricos de Zapatero? A falta de otros argumentos y ante el descrédito nacional e internacional que acumula este Gobierno, Zapatero echa mano de la demagogia más barata: leña al rico, al cura y al banquero. Pero pagarán los de siempre, la clase trabajadora que, con empleo o en paro, no puede eludir el incremento del IRPF, el IVA o de los impuestos especiales sobre gasolina, alcohol o tabaco. CiU, que tiene la llave de las elecciones anticipadas, se fuma un puro.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 20 de mayo de 2010

Un clamor, elecciones ya

Media España mantiene a la otra media. Entre funcionarios, parados, pensionistas y liberados sindicales la mitad de los españoles trabajan para que la otra mitad viva, o sobreviva, según los casos. En el mundo económico la rebelión contra Zapatero es un clamor y al final los mercados han emitido su veredicto: ¡culpable! Ya no es un problema de liquidez ni de solvencia, estamos ante una crisis de credibilidad y de confianza. La Bolsa se hunde y mientras millones de españoles pierden sus ahorros Zapatero se asombra de que los mercados tengan tan mala idea. La escenificación del pacto entre Zapatero y Rajoy tras su reunión en Moncloa se diluye por la vacuidad de los acuerdos. Zapatero se garantiza la neutralidad del PP a la hora de sacar pecho frente a la crisis griega. En segundo lugar, ambos se conjuran contra el poder de sus virreyes autonómicos en la fusión de las cajas de ahorros.

Quizá no se lo digan a la cara porque los representantes económicos son muy relamidos, pero la España que invierte y trabaja está exigiendo elecciones ya. Zapatero es un lastre al que alguien le ha vendido el efecto multiplicador del gasto como el bálsamo de Fierabrás. Nadie le ha explicado la letra pequeña de la receta que tiene que ver con la política fiscal, la reforma del mercado laboral y de pensiones, la imposibilidad de devaluar la moneda, el incremento de la morosidad o una deuda pública y privada desbocada que puede superar varias veces el PIB.

Se habla mucho de tomar medidas pero quién es el guapo que se presenta a las próximas elecciones con este programa: cerrar ministerios, congelar o bajar el sueldo de los funcionarios, bajar las prestaciones por desempleo, reducir las ayudas no contributivas, desmontar el estado de las autonomías, cerrar o privatizar las televisiones autonómicas, habilitar el copago en la sanidad, eliminar la subvención a los sindicatos. Y así hasta equilibrar las cuentas públicas. Se acabará la paz social pero la teta de la vaca no da para más.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 7 de mayo de 2010

El Gobierno aprueba la Oferta de Empleo Público para 2010

La Oferta de Empleo Público para 2010 cumple el compromiso de austeridad y supondrá un ahorro de más de 280 millones de euros respecto a la del año pasado. Además, apuesta por la promoción interna e incluye un turno diferenciado para los discapacitados intelectuales. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la Oferta de Empleo Público para 2010 está adaptada a la actual coyuntura económica. Con ella, el Gobierno responde al plan de austeridad puesto en marcha en el mes de enero, que prevé la reducción de costes de personal en un 4% hasta el año 2013 y limita la tasa de reposición de efectivos hasta el 10%.

El Ejecutivo estima que va a «conseguir un ahorro aproximado de 280 millones de euros respecto a la del año pasado», según la Vicepresidenta, que ha subrayado que la Oferta salvaguarda el objetivo primordial de «dar la mejor atención y la mejor calidad a los ciudadanos». Las plazas que se destinan a nuevo ingreso suman un total de 1.989 frente a las 15.084 del año pasado. La Administración General del Estado dispondrá de 781 plazas; la Policía Nacional de 222; la Guardia Civil de 232; y las Fuerzas Armadas de 754. A esas cifras se suma la oferta de empleo para la Administración de Justicia, que en aquellas comunidades autónomas en las que está transferida es de 1.326 efectivos y en el resto de 704 efectivos.

La Vicepresidenta ha concretado que estas plazas se distribuyen en sectores prioritarios, como «instituciones penitenciarias, fraude fiscal, investigación, cuerpos informáticos, seguridad aérea y meteorológica». María Teresa Fernández de la Vega ha subrayado que «la contención de la contratación temporal y la apuesta por una mayor movilidad del personal son también características importantes de esta Oferta, que incluye igualmente un turno diferenciado para discapacitados intelectuales», con el fin de que este colectivo «tenga una oportunidad real de acceder al empleo público.»

Asimismo, ha dicho, hace una apuesta importante para la promoción interna, para la que se reserva «un buen número de plazas por considerar que esta promoción forma parte de la carrera profesional de los empleados públicos». Fernández de la Vega ha reiterado que es posible reducir el gasto público «dando el mejor servicio a los ciudadanos». «Esta Oferta no es sólo una regulación del número de empleados sino un instrumento de planificación efectiva», ha añadido.

Medidas económicas

El Consejo de Ministros ha aprobado un Decreto Ley por el que se amplía la vigencia de determinadas medidas económicas de carácter temporal, aprobadas entre 2008 y 2009, con el objetivo de reducir las consecuencias de la crisis e incentivar el crecimiento económico. La Vicepresidenta ha concretado que se prorroga durante dos años el cómputo de pérdidas de sociedades anónimas y de responsabilidad ilimitada en los supuestos de reducción obligatoria de capital social y disolución. El objetivo de esta decisión que ya ha amortiguado la crisis en determinadas empresas, ha dicho, «es evitar que esas compañías que puedan entrar en pérdidas precisamente por tener que imputar esas pérdidas al ejercicio correspondiente».

Coche eléctrico

El Gobierno ha analizado un informe presentado por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, sobre el Plan Integral de Impulso del Vehículo Eléctrico. María Teresa Fernández de la Vega ha recordado que el Gobierno pretende alcanzar un parqué de 250.000 vehículos eléctricos en el horizonte del 2014, con la introducción en el año 2010 de unos 2.000, con una inversión de 590 millones de euros a lo largo de los próximos dos años, y con ayudas, en el caso de automóviles, que podrán llegar hasta los 7.000 euros.

Para ello, el Plan de Acción contempla un amplio conjunto de medidas para fomentar la demanda, favorecer la inversión y el desarrollo de este sector industrial, y desplegar la infraestructura necesaria para la recarga de los automóviles, estableciendo puntos de recarga en varios lugares de España. Se trata, según Fernández de la Vega, de la apuesta más decidida del Gobierno «por un sector tecnológico de futuro, en un momento crucial para la industria del automóvil, y, al mismo tiempo, una apuesta por las energías renovables y el cuidado de nuestro medio ambiente».

El beneficio de Caja Madrid baja un un 68,4%, hasta los 265 millones en 2009

El ejercicio 2009 se ha desarrollado en un entorno de elevada incertidumbre e inestabilidad. En este contexto, Grupo Caja Madrid ha conseguido mantener sólidos crecimientos en los principales márgenes del negocio típico bancario de su cuenta de resultados. Así, concluido el año, el margen de intereses de Grupo Caja Madrid se situó en 2.532 millones de euros, anotando un firme crecimiento del 14,6% sobre el ejercicio anterior, resultado de la positiva evolución de la actividad y de la adecuada y prudente gestión del balance, que ha permitido anticipar y aprovechar el escenario de bajos tipos de interés, especialmente en la primera parte del ejercicio.

Las comisiones netas totalizaron 771 millones de euros, con una cierta moderación respecto a las obtenidas en el ejercicio 2008, principalmente por la reducción de las comisiones relativas a las actividades de Gestión de Activos e Intermediación Bursátil. Por su parte, los resultados de operaciones financieras y diferencias de cambio ascendieron a 600 millones de euros conjuntamente, anotando un 73,6% de incremento, que confirma la positiva evolución observada a lo largo de todo el ejercicio y compensa con creces la menor aportación de los resultados por puesta en equivalencia en el ejercicio. Todo lo anterior, unido a unos ingresos por dividendos de 119 millones de euros, impulsó el Margen Bruto del Grupo Caja Madrid hasta los 3.871 millones de euros, 381 millones de euros más que en 2008, lo que supone un sólido avance del 10,9% anual.

Los gastos de administración, que incluyen los gastos de personal y los gastos generales, se redujeron un 9,2% en términos absolutos, si bien ha de recordarse que los gastos de personal de 2008 incluyen el gasto extraordinario correspondiente a la dotación del total del Plan de Prejubilaciones. Así, si excluimos los gastos de personal no recurrentes y el efecto del cambio de perímetro del Grupo, los gastos de administración han observado un leve aumento del 1,1%, reflejo de la disciplina en la moderación de costes llevada a cabo por el Grupo. El ratio de eficiencia alcanzó un 41,0%, lo que supone una mejora de 9 puntos porcentuales en el año.

Los buenos resultados obtenidos en todos los márgenes de negocio durante el ejercicio han permitido llevar a cabo saneamientos y dotaciones extraordinarios, reforzando los fondos de provisión constituidos y preservando la capacidad de absorción de pérdidas del fondo de insolvencias genérico, que acumula más de 900 millones de euros. Así, y en aplicación de los estrictos criterios de prudencia que caracterizan al Grupo Caja Madrid, las dotaciones por deterioro de activos financieros, conjuntamente con las dotaciones a otras provisiones, deducen un total de 1.377 millones de euros del Resultado de la Actividad de Explotación, de los que 484 millones de euros corresponden a dotaciones a provisiones de insolvencias cautelares que anticipan, bajo principios muy conservadores, potenciales necesidades futuras.

El año 2009 ha estado caracterizado por el decidido control de la morosidad en Caja Madrid, cuyos resultados positivos se han materializado en el diferencial de incremento de la inversión crediticia dudosa durante el ejercicio frente a la evolución del sector. Así, mientras la inversión crediticia dudosa ha registrado un incremento del 48,7% para el conjunto de cajas y bancos en los primeros once meses del ejercicio (último dato disponible del sector), para Grupo Caja Madrid el avance ha sido únicamente de un moderado 10,4%. Este diferencial demuestra los extraordinarios resultados obtenidos en la aplicación del plan global de gestión de la morosidad implantado a principios del ejercicio en Caja Madrid. Esta evolución ha permitido que el ratio de morosidad replique el dato del trimestre pasado, un 5,4%, un nivel inferior al registrado en los dos primeros trimestres del ejercicio y que supone un moderado incremento de únicamente 0,56 p.p. respecto al ratio de diciembre de 2008, a la vez que la tasa de cobertura mejora hasta el 43,4% y la tasa de cobertura con garantía hipotecaria se sitúa en el 105,7%.

EL BENEFICIO RECURRENTE SUPERA LOS 1.000 MILLONES DE EUROS
Tras descontar los deterioros de activos no financieros y otros resultados, así como las dotaciones cautelares y no recurrentes realizadas por ajuste en el valor de inversiones inmobiliarias por importe de 191 millones de euros, el Beneficio recurrente antes de impuestos de Grupo Caja Madrid en el ejercicio 2009 alcanza los 1.020 millones de euros. Por su parte, ha de recordarse que en 2008 el Grupo registró 483 millones de euros de resultados extraordinarios obtenidos en la implementación del Acuerdo de Reorganización Accionarial de la Alianza Empresarial con Mapfre.
Una vez deducidos el impuesto de sociedades y el beneficio correspondiente a intereses minoritarios, el Beneficio Atribuido al Grupo Caja Madrid en términos recurrentes totalizó, en 2009, 725 millones de euros.

Parados a tiempo parcial

Todo parece indicar que el Gobierno ha renunciado a la foto que tanto buscó con los agentes sociales antes del verano. Entonces  Zapatero, gran timonel del Plan E, esperaba recoger los réditos de los brotes verdes, pero hoy el presidente del Gobierno es un activo devaluado que, salvo para el sindicato de la ceja, nadie quiere como compañero de viaje. Gerardo Díaz Ferrán lanzó en el mes de julio un órdago muy jaleado por la oposición, pero UGT y CCOO respondieron con un pulso apoyado por el Gobierno que desbarató los planes de la CEOE. De nada sirvió el apoyo del Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en favor de una reforma laboral “anticrisis” o las tesis del Comisario de Economía de la UE, Joaquín Almunia, sobre la  “flexiseguridad”.

La fuerza de quien tiene el BOE en la mano se ha impuesto a los empresarios que darán su brazo a torcer y se plegarán a las demandas de los sindicatos de retomar el diálogo social firmando los convenios pendientes con incrementos salariales que no estarán indexados a la inflación, ya que por esa vía el año próximo habría que bajar los sueldos. A cambio se abre el melón de un remedo de reforma laboral que no aborda el meollo de la cuestión, que es la indemnización por despido.
Lo moneda de cambio será una rebaja de las cotizaciones sociales,  más testimonial que efectiva, ya que a nadie le interesa ahora un incremento de la conflictividad. Elena Salgado le pisa la manguera a Celestino Corbacho y saca otro conejo de la chistera que incrementará el déficit, como es el paro a tiempo parcial, basado en la reducción de la jornada laboral y el cobro de la prestación por desempleo. En Alemania funciona porque Ángela Merkel ha bajado los impuestos para reactivar la economía, pero en España será una fórmula más para edulcorar el número de parados y aumentar el gasto.

Superar el listón del 20 por 100 de paro en la próxima EPA le va aguar la fiesta del G-20 y de la presidencia europea al Gobierno Zapatero y todo vale para escamotear unos cientos de miles de nuevos parados. Ni las fotos con Obama ni el despliegue internacional que tiene previsto el Gobierno en el próximo semestre podrán ocultar que somos la primera potencia europea en generación de paro. Ahora que abundan los reportajes sobre la caída del muro de Berlín parece increíble que sólo alguno de aquellos satélites de Moscú esté hoy peor que nosotros.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en La Gaceta (Madrid), el 12 de noviembre de 2009

El ahorro no se fía

Es difícil extrapolar el comportamiento de las familias al del Estado, pero los datos del INE nos permiten una primera conclusión: mientras las familias ahorran el Estado gasta. Los economistas keynesianos justificarán esta actitud del Estado en que gracias al gasto público se incrementa el consumo y se recupera la economía, pero mientras esta teoría ha funcionado en otras naciones en España la ecuación le ha salido rana al gobierno socialista.

Las familias y las empresas no son optimistas compulsivas como Zapatero, sino que como están en la economía real se aprietan el cinturón cuando pintan bastos. El Gobierno, por el contrario, sigue en el nirvana de la sonrisa y el aquí no pasa nada, echando la culpa de los males patrios a contubernios extranjeros. Ni siquiera los presupuestos se han elaborado con criterios de certeza y austeridad y centran nuestra hipotética salida de la crisis en la recuperación de los vecinos de la Unión Europea.

Casi todos los indicadores se han vuelto a poner pesimistas lo que demuestra una total falta de confianza en que los actuales gestores nos saquen del pozo. El principal punto débil de nuestra economía es el consumo y las medidas fiscales que acompañan a los presupuestos van en la dirección contraria al sentido común. Hacienda no planifica, sólo recauda,  y se ha convertido en un cajero del que el dinero sale a más velocidad de la que entra.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 7 de octubre de 2009