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Vino nuevo en odres nuevos

El artículo 37 de la Constitución del 78 dice que la ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios. Sólo año y medio después, en marzo de 1980, entró en vigor el Estatuto de los Trabajadores que dedica su Título III a la negociación de los convenios colectivos. Con algunos lavados de cara, ese texto sigue vigente a la hora de organizar las relaciones entre capital y trabajo. Y nada tiene que ver el momento actual de producción de bienes y servicios con la década de los ochenta del siglo pasado. Basta comparar cualquier ranking empresarial para comprobar cómo ha cambiado España y el mundo. Sin ir más lejos, en esas fechas todavía no se atisba la revolución tecnológica de la sociedad de la información y la comunicación ni Internet.

El espíritu del Estatuto de los Trabajadores nada tiene que ver con la productividad, la rentabilidad o la innovación. Surgió con tres premisas: devolver a los trabajadores los derechos sindicales; otorgar a los sindicatos un papel preeminente y ser dique y cauce ante la conflictividad. Cumplido este papel, y tras la crisis, las relaciones laborales van por otros derroteros.

La reforma laboral pactada por la ejecutiva de la CEOE de Díaz Ferrán ha sido un fracaso y la actual sobre negociación colectiva con Rosell ha visto en las pasadas elecciones el signo de que todo pacto firmado bajo el paraguas de Zapatero es papel mojado. De ahí su órdago a través de CEIM para cambiar una decena de artículos del Estatuto de los Trabajadores, lo que equivale a una enmienda a la totalidad. En definitiva, de nada sirve un apaño para cubrir el expediente. Se trata de echar vino nuevo en odres nuevos antes de que las condiciones de trabajo nos las impongan desde Berlín.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 2 de junio de 20011

La sartén por el mango

La proximidad de las elecciones tiene la virtud de poner a cada uno en su sitio, así que Toxo y Méndez han vuelto a La Moncloa tras su excursión por la izquierda radical. Luego, a la salida, han torcido un poco el gesto de cara a la galería para explicar que el acuerdo sobre la negociación colectiva, en donde ellos son parte interesada, se aplaza una vez más.

Valeriano Gómez aclaró el desarrollo de la reunión, rechazando que los líderes sindicales le hubieran leído la cartilla al Gobierno. El Título III del Estatuto de los Trabajadores, que está en cuestión, no es un asunto complejísimo de alta diplomacia internacional; son 10 artículos, del 82 a 92, en donde los sindicatos tienen la sartén por el mango y sobre los que la patronal ha hecho la vista gorda.

También hay que tener en cuenta que ayer fue uno de esos días en los que seguimos la actualidad en España con un ojo puesto en lo que ocurría en el país vecino. Portugal ha sido pionero en muchas cosas, empezando por su Revolución de los claveles, prólogo de nuestra transición política, y compañero de viaje por Europa.

La intervención planea como una espada de Damocles sobre el débil Gobierno socialista de José Sócrates y podría decidirse en horas o días. Esta medida llevaría aparejada la convocatoria de elecciones generales de forma anticipada. Para Zapatero sería un grave revés, ya que supondría la constatación de la ineptitud de todos los Gobiernos socialistas de Europa para hacer frente a la crisis económica, y el suyo es ya el siguiente en la lista.

Por desgracia para los españoles y por suerte para ZP, los trágicos acontecimientos acaecidos en Japón y Libia han retirado del objetivo público nuestros problemas internos. El Pacto del Euro, que implica importantes sacrificios para nuestra economía, ha sido devorado por el debate del “Sí a la guerra” y la única medida que ha concitado el consenso de nuestros políticos es que el paro se cobre en la primera semana de cada mes. Triste balance.

Artículo publicado en el diario LA GACETA (Madrid), el 24 de marzo de 2011

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El ejemplo de Nissan

Es sin duda la mejor noticia de la semana: Nissan fabricará un nuevo modelo en su planta de Barcelona y garantizará el mantenimiento de 3.200 puestos de trabajo durante los próximos 10 años. El sector del automóvil en España ha sido uno de los más castigados por la crisis en el que se han perdido 19.000 empleos en tres años. La producción no responde exactamente a criterios de demanda nacional, ya que nueve de cada 10 automóviles fabricados se destina a la exportación. Es, por tanto, un sector fuertemente mediatizado por la economía internacional en donde el factor productividad es vital.

A lo largo de 2010 y mientras la demanda nacional caía ha aumentado la producción en un 11% gracias a las ventas al exterior, llegando hasta los 2,4 millones de vehículos, lejos aún de los tres millones de coches que se producían antes de la crisis. Los trabajadores del automóvil han aprendido una lección vital para salvar la economía española: con más de cuatro millones de parados es preferible flexibilizar un pequeño porcentaje del salario antes que perder el empleo.

La decisión, por obvia, no parece fácil. Hace cuatro años los trabajadores de Seat en Landaben (Pamplona) optaron por renunciar a la fabricación de un modelo de Volkswagen a cambio de ajustar sus nóminas. Eran los tiempos de las vacas gordas.

Estas multinacionales son los famosos “mercados” a los que se refiere Zapatero. Si resulta más rentable fabricar el mismo producto en otro país no vierten ni una lágrima por la mudanza. Igual pasa con la deuda, que se atiene a criterios de seguridad y rentabilidad. En 1976 Henry Ford II visitó la fábrica recién construida en Almusafes (Valencia) que da trabajo directo a 7.000 personas y otros 21.000 indirectos y que supone el 8% del PIB de esta comunidad. Henry Ford II atravesó la inmensa nave de montaje entre protestas e insultos de los empleados jaleados por los sindicatos. Hoy hubiera hecho ese paseíllo con incienso y bajo palio.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid) el 20 de enero de 2011

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/ejemplo-nissan

Ordeno y mando

Los militares no se comen a los niños crudos. Ésa parece ser la conclusión de los primeros días de trabajo de los controladores bajo la supervisión del Ejército. El Gobierno, que hace agua por los cuatro costados, ha descubierto el ordeno y mando sin rechistar. El truco es tan viejo como el mundo. Las democracias parlamentarias con derechos reconocidos para sus trabajadores son una excepción y las dictaduras son de lo más común. Algunas, como China, sorprenden cada año con la multiplicación de sus ratios económicos.

El felino agazapado en la selva –tal como describe WikiLeaks a ZP– ha probado la sangre de sus víctimas y necesita alimentarse de ella hasta el final de la legislatura. Ha convertido un problema estrictamente laboral, por la incompetencia de su ministro de Fomento, en una lanzadera política de réditos imprevisibles.

Los controladores, militarizados, están mejor calladitos, porque siempre es demagógico cargar contra los ricos. Las siguientes víctimas ya tienen fecha de ejecución: el 27 de enero, reforma de las pensiones, sí o sí, diga lo que diga el PP, que saca 18 puntos al PSOE, o el Pacto de Toledo. Los mercados aplauden los recortes del gasto aunque sean tan injustos como privar de medios de subsistencia a los parados de larga duración. Es más fácil dominar a los parados manu militari que hacer entrar en razón a los sindicatos. ¿No sería más humano y práctico repartir los 30.000 millones que figuran en los presupuestos entre más parados por más tiempo, o permitir contratos de trabajo más flexibles, que condenarlos a la exclusión social?

Por mucho que lloren nadie en su sano juicio apoya a un colectivo ruin que antepone sus intereses personales o los de toda una nación, pero, para que las medidas ejemplarizantes sean creíbles, el Gobierno debe asumir su culpa y entregar la cabeza de José Blanco, responsable político de un caos previsible al que, cada fin de semana, se la va la fuerza por la boca.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 9 de Diciembre de 2010

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/ordeno-y-mando

Ministro del paro bis

Un año en la vida de cualquier ser vivo, aunque no sea humano, como LA GACETA, es mucho tiempo y este diablo cojuelo ha levantado los tejados de  muchos patricios que habían hecho de la política o los sindicatos un cenagal. Este diario, además,  ha sido testigo del mayor descalabro de la economía española, sin parangón con ningún otro periodo desde nuestra Guerra Civil. Pasemos por alto la pérdida de valores morales, identitarios o de soberanía nacional para centrarnos en las cosas de comer y los análisis coinciden en que ha sido un verdadero desastre.

Jamás se había visto un agujero tal en las cuentas públicas, con una deuda de seiscientos mil millones de euros, que se dice pronto, y que duplica la que encontró este gobierno al principio de la legislatura. Ha sido el año de los récords para olvidar, el de mayor déficit, el de mayor destrucción de empleo, el de mayor pérdida de derechos sociales, el de mayor cierre de empresas, el de mayor riesgo de suspensión de pagos, el del descrédito internacional…, y así, suma y sigue.

Este gobierno ha generado 1.500 desempleados diarios desde el pasado 21 de octubre de 2009. Más de 522.000 nuevos parados, seis estadios como el Santiago Bernabéu llenos hasta la bandera. Tan sólo tres meses se han salvado de la quema (abril, mayo y junio) a costa de enterrar en sucesivos “Planes E” quince mil millones de dinero público. Provincias entera podrían haber desaparecido, mes a mes, como el pasado enero, con 124.890 nuevos parados. Entre agosto y septiembre ya superamos otra vez los cien mil “oferentes de empleo” y la EPA del tercer trimestre será otro jarro de agua fría sobre unos PGE que  reconocen su incapacidad para crear empleo. La guinda la pone el nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que se manifestó el día de la huelga general del brazo de los sindicatos en contra de la reforma laboral. Pues tendrá que explicarse, a no ser que por sentarse en el Consejo no le importe suceder a Corbacho como el ministro del paro bis.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 21 de octubre de 2010

Zapatero en Oslo

Oslo, además de capital de Noruega, tiene unas connotaciones muy atractivas para los políticos. Allí se iniciaron las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos y allí negoció el Gobierno de Rodríguez Zapatero el acuerdo con ETA denunciado por Mayor Oreja como un “acuerdo trampa”. A falta del mitin de Rodiezmo, en el que el PSOE trueca las corbatas de Hermés por el fraternal pañuelo rojo, este año Zapatero se nos va a Oslo para enseñar urbi et orbe las recetas del gobierno del PSOE que preside para crear empleo. La cita es el 13 de septiembre a pocos días de la huelga general convocada por los sindicatos UGT y CCOO por su pérfida política en contra de los trabajadores.

La convocatoria está organizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y auspiciada por el Primer Ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, para explorar nuevas maneras de forjar una recuperación sostenible de la crisis económica mundial con alto coeficiente de empleo. Haciendo bueno el dicho popular de que la ignorancia es atrevida, resulta paradójico que el mayor destructor de empleo de la Unión Europea y el que acaba de cargarse de un plumazo todas sus promesas electorales en materia social vaya a a disertar junto con los primeros ministros de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf; el de Grecia, George Papandreou, y la Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Sharan Burrow, entre otros líderes y expertos, sobre “Los Desafíos del Crecimiento, el Empleo y la Cohesión Social”

Según la OIT, el desempleo mundial alcanza ya a 210 millones de personas, con un incremento de 34 millones desde que comenzó la crisis en 2007, al que ha contribuido de forma notable la política económica firmada por Zapatero. Desde luego, los fontaneros de La Moncloa y el “Ministro del Paro”, Celestino Corbacho, tienen trabajo para hacer creíble un discurso que no despierte la hilaridad de los asistentes a esta cumbre laboral en Oslo.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 26 de agosto de 2010

Naufragio de la Presidencia española de la Unión Europea

  • Zapatero hunde su credibilidad en el peor semestre de su mandato

Termina la presidencia española de la Unión Europea con uno de los peores escenarios que jamás pudo imaginar el presidente del Gobierno. Lejos de servir para encumbrar a José Luis Rodríguez Zapatero al Olimpo de estadistas de talla mundial al que aspiraba, su figura y su prestigio han caído en picado pasto de las más voraces críticas dentro y fuera de España.

Noventa millones de euros ha costado mantener la tramoya de un semestre en el que se han programado actos cultuales, reuniones informales de ministros y grandes cumbres que han terminado en fiasco, como la de UE-EE.UU, a la que Barack Obama excusó su asistencia aguando la fiesta de la conjunción cósmica a Leire Pajín y la del Foro del Mediterráneo (Barcelona), que ha sido aplazada.  Coincide este final de etapa con el XXV aniversario (12 de junio) de nuestra incorporación a la denominada Comunidad Económica Europea (CEE), firmada entonces por Felipe González y Fernando Morán, y la efemérides no puede ser más triste para el inquilino de la Moncloa y el Gobierno que preside, acorralado por la oposición, abandonado por sus socios políticos, contestado por sus bases y recriminado por los sindicatos.

Este semestre bajo presidencia española será recordado como uno de los peores vividos por la Unión Europea en el que, además, España, lejos de alcanzar la gloria prometida por un lenguaraz Zapatero, ha sido expuesta al escarnio público con todas sus miserias al descubierto.
Hasta los elementos se pusieron en contra de España. Primero, por el protagonismo compartido al que nos obligaron los nuevos estatutos de la Unión, con Van Rompuy, Durao Barroso y Catherin Aston, presidente del Consejo, de la Comisión y Alta representante para el Exterior de la UE, respectivamente; en segundo lugar, por la enfermedad del Rey D. Juan Carlos, que le apartó de los actos institucionales; en tercer lugar, por la erupción del volcán islandés que tuvo una semana paralizados los vuelos en gran parte de Europa en el apogeo de las reuniones previstas en España. El gafe de Mr. Bean suplantando a Zapatero, con el que se inauguró la web de la presidencia española tras ser hackeada, ha condicionado el desarrollo de los acontecimientos que han ido de mal en peor.

Inauguramos en enero la presidencia de la Unión Europea como un país libre y soberano y la acabamos, seis meses después, como un protectorado, con la economía intervenida y teniendo que someternos a un examen del Ecofin a mediados de junio ante los socios a los que presidimos. La ministra Elena Salgado, cesante en todas las quinielas, tiene que ir a cantar la lección a Bruselas y aguantar, con los nervios propios de un bachiller ante la prueba de selectividad, si obtiene un aprobado o un suspenso del tribunal europeo.

Una vez más el Gobierno ha tenido que modificar a la baja la previsión de crecimiento de la economía española e incrementar las cifras del paro, dando la razón a los que vienen clamando por un cambio de rumbo de nuestras cuentas públicas. Ahora, las estimaciones del Ministerio de Economía y Hacienda se basan en una previsión de disminución del PIB del 0,3% en 2010, y de unas tasas de crecimiento del 1,3% en 2011, del 2,5% en 2012 y del 2,7% en 2013. Esas nuevas previsiones para los tres próximos años son inferiores a las estimadas por el Gobierno al comienzo del ejercicio y de la presidencia europea, en cinco décimas en 2011, y en cuatro décimas en 2012 y 2013. El plan de recorte del gasto público, aprobado recientemente por el Gobierno, implica una revisión a la baja del consumo y la inversión pública y las transferencias corrientes tanto en 2010 como, sobre todo, en 2011 y, lo que es peor, un incremento del paro.

Según la cantinela del Gobierno este semestre era el de los brotes verdes, el que marcaría el final de la crisis y el principio de la recuperación y la creación de empleo. El periodo en el que Moratinos pensaba oficiar como gran pope  de la Alianza de Civilizaciones comenzó, según las encuestas, casi con un empate técnico entre el PSOE y el PP y con una valoración superior ante los españoles de Zapatero sobre Rajoy. El Gobierno venía avalado por unos Presupuestos Generales del Estado recién aprobados con el apoyo explicito de algunos partidos regionales, además del PNV, que garantizaban la estabilidad en este periodo de presidencia europea. Incluso contaba Zapatero con el apoyo implícito del líder del PP, Mariano Rajoy, comprometido con llevar a cabo una oposición de baja intensidad a lo largo del semestre para no descreditar la posición institucional de España durante el mandato como presidente de turno de la UE, además del apoyo incondicional de los líderes sindicales Toxo y Mendez.

Pero todo se ha ido al garete. La crisis griega, que puso al país heleno al borde la suspensión de pagos, nos colocó a los pies de los caballos poniendo en entredicho nuestra solvencia. La OCDE, el FMI, las agencias de rating Fitch, Moody´s y Standard and Poors y la propia UE cayeron como buitres sobre nuestras cuentas exigiendo a Zapatero el control del gasto y la austeridad tantas veces negada a la oposición. El ocaso de Zapatero y de lo que representa su Gobierno se escenificó en la reciente votación del decreto para ahorrar 15.000 millones de euros a costa de cercenar la política social, congelar el sueldo de los funcionarios e impedir el endeudamiento de los ayuntamiento, salvado in extremis  por el oportunismo de Duran Lleida (CiU) y con las cámaras y la calle exigiendo elecciones anticipadas.

Una veintena de poblaciones española han sido testigos de caravanas de ministros europeos y altos cargos, gratis total, a razón de medio millón de euros al día, con toda su parafernalia de escenarios, escoltas, coches banquetes y regalos. La mayoría de los actos programados podían haber sido perfectamente prescindibles ya que las reuniones realmente importantes se han seguido celebrando en Bruselas, como los Consejos de la UE o las reuniones del Ecofin. Mientras España daba carta de naturaleza a este despilfarro, agravado por las dádivas de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega,  hemos alcanzado en el semestre el récord de parados en la historia de España (4.612.000), han cerrado más de 200 empresas diarias y el FMI nos ha situado en el furgón de cola de las economías occidentales. Además, el Banco de España ha seguido reclamando reformas estructurales y han arreciado los calificativos despectivos: pigs (cerdos) o gipsy (gitanos) con los que nos ha obsequiado la prensa financiera internacional.

Haciendo de la necesidad virtud, Zapatero alardea de su liderazgo para afrontar el rescate financiero de Grecia cuando la realidad es que España ha sido la gran ausente de las decisiones que han protagonizado Durao Barroso, Van Rompuy, Ángela Merkel y Nicolás Sakorzy. La puntilla a nuestra soberanía fue la llamada al orden del presidente americano Barack Obama a Zapatero alarmado por la deriva de nuestra economía. Y es que la deuda de España, superior a los 600.000 millones de euros y que puede alcanzar un billón ochocientos mil millones si sumamos a la del Estado la contraída por las empresas, inquieta y mucho a los acreedores preocupados por el riesgo de una hipotética quiebra en cascada de otros países del sur de Europa.

Tras el fiasco de las cumbres entre la Unión Europea y Latinoamérica celebradas en Madrid el pasado mes de mayo, que transcurrieron sin pena ni gloria, y donde algunos mandatarios pintorescos como Evo Morales o Cristina Fernández de Kirchner se permitieron el lujo de criticar a España por el affaire del juez Baltasar Garzón, poco más queda en la agenda de la presidencia española de la Unión Europea. Un fin de fiesta con la diversidad -tan del gusto de zapaterismo- como argumento, en el que participarán artistas como Niño Josele, Estrella Morante, La Musgaña y Mercedes Peón,  y un concierto de músicos belgas,  húngaros y españoles al que tienen previsto asistir los Reyes y el Gobierno en pleno, el próximo día 26, pondrá fin a este periodo que Zapatero recordará como el semestre horribilis de su mandato y el principio del fin de su permanencia en la Moncloa.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en la revista EPOCA el 13 de junio de 2010

Zapatero manostijeras

Zapatero se ha tragado con mástil incluido su desplante a la bandera americana. Obama le ha recordado quién manda aquí y le ha dado una lección de economía en veinte minutos. Los experimentos con gaseosa, como le espetó Eugenio D’Ors a un camarero tan bisoño como ZP que derramó una botella de champagne sobre su chaqueta. ¿Se acuerdan cuando Zapatero negaba la crisis? ¿Se acuerdan cuando Zapatero daba clases de economía al G-20? ¿Se acuerdan cuando la vicepresidenta De la Vega desautorizó al secretario de Estado Carlos Ocaña porque habló de congelar los salarios de los funcionarios?

Hasta aquí hemos llegado y lo que no ha sido capaz de conseguir una oposición timorata y unos partidos nacionalistas egoístas lo ha conseguido Obama, el mayor contribuyente del FMI, y Merkel, la mayor contribuyente de la Unión Europea. EE.UU. y Alemania se rascan el bolsillo para salvar “in extremis” economías manirrotas como la española y eso les da derecho de veto. La poca soberanía que nos quedaba tras nuestro ingreso en la UE la ha dilapidado Zapatero. Ahora nos harán las cuentas y podemos ahorrarnos seis meses de debates de los Presupuestos en el Congreso. Durante los próximos años España va a ser un protectorado de los organismos internacionales.

Los paganos de la crisis por la ineptitud de este Gobierno serán  los de siempre: funcionarios, pensionistas, madres, dependientes, parados y enfermos. Se acabó la fiesta, pero de pedir perdón a los españoles, a los cuatro millones y medio de parados, nada de nada. Lo peor, que estas medidas para evitar la bancarrota retrasarán la recuperación, y sin recuperación no hay empleo, y sin empleo habrá déficit…, y con déficit no cumpliremos el nuevo plan de estabilidad y habrá que dar otra vuelta de tuerca. Rajoy quiere que Zapatero se consuma en su propia salsa y que la calle, tras la ruptura del idilio con los sindicatos, abone el terreno para presentar una moción de censura o pedir la convocatoria de elecciones anticipadas.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid) el 13 de mayo de 2010

Un clamor, elecciones ya

Media España mantiene a la otra media. Entre funcionarios, parados, pensionistas y liberados sindicales la mitad de los españoles trabajan para que la otra mitad viva, o sobreviva, según los casos. En el mundo económico la rebelión contra Zapatero es un clamor y al final los mercados han emitido su veredicto: ¡culpable! Ya no es un problema de liquidez ni de solvencia, estamos ante una crisis de credibilidad y de confianza. La Bolsa se hunde y mientras millones de españoles pierden sus ahorros Zapatero se asombra de que los mercados tengan tan mala idea. La escenificación del pacto entre Zapatero y Rajoy tras su reunión en Moncloa se diluye por la vacuidad de los acuerdos. Zapatero se garantiza la neutralidad del PP a la hora de sacar pecho frente a la crisis griega. En segundo lugar, ambos se conjuran contra el poder de sus virreyes autonómicos en la fusión de las cajas de ahorros.

Quizá no se lo digan a la cara porque los representantes económicos son muy relamidos, pero la España que invierte y trabaja está exigiendo elecciones ya. Zapatero es un lastre al que alguien le ha vendido el efecto multiplicador del gasto como el bálsamo de Fierabrás. Nadie le ha explicado la letra pequeña de la receta que tiene que ver con la política fiscal, la reforma del mercado laboral y de pensiones, la imposibilidad de devaluar la moneda, el incremento de la morosidad o una deuda pública y privada desbocada que puede superar varias veces el PIB.

Se habla mucho de tomar medidas pero quién es el guapo que se presenta a las próximas elecciones con este programa: cerrar ministerios, congelar o bajar el sueldo de los funcionarios, bajar las prestaciones por desempleo, reducir las ayudas no contributivas, desmontar el estado de las autonomías, cerrar o privatizar las televisiones autonómicas, habilitar el copago en la sanidad, eliminar la subvención a los sindicatos. Y así hasta equilibrar las cuentas públicas. Se acabará la paz social pero la teta de la vaca no da para más.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 7 de mayo de 2010

Rodríguez Zapatero pide a la UE un compromiso con Grecia

El presidente del Gobierno español y presidente de turno de la UE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido que la solución a la crisis que vive Grecia ha de ser europea y que la defensa del euro, su estabilidad y fortaleza es una «responsabilidad común» de la UE. Tanto el presidente del Gobierno español y de turno de la UE, José Luis Rodríguez Zapatero, como el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han resaltado la importancia de la Cumbre Social Tripartita, celebrada esta mañana en Bruselas antes de que comience el Consejo Europeo de Primavera esta tarde.

El Presidente español, en la rueda de prensa posterior a la Cumbre Social Tripartita, quiso transmitir dos ideas. La primera, dijo, es que la salida de la crisis, el crecimiento económico europeo, la creación de empleo y el mantenimiento del modelo social europeo exige competitividad y acuerdos sociales. La segunda idea es que tanto los sindicatos como los empresarios han defendido en la Cumbre Social que es «fundamental» mantener la fortaleza del euro y su seguridad, y han requerido a las instituciones europeas para que aporten una solución a los problemas que pueda tener un país miembro de la UE, como le sucede ahora a Grecia. Dijo que quería destacar esta consideración porque la «corresponsabilidad» está en los fundamentos de la creación del euro como moneda única europea y subrayó que éste es un concepto distinto al de «solidaridad».

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, explicó que los interlocutores sociales han mostrado su acuerdo en muchos puntos con las claves de la Estrategia 2020 que se ha abordado en la Cumbre Social y que tratará el Consejo Europeo. Al igual que el Presidente español, Durao Barroso resaltó la importancia que tiene la estabilidad del euro no sólo para los Gobiernos, sino también para los agentes sociales y para los trabajadores.

Solución europea

Rodríguez Zapatero ha considerado «razonable» acudir a préstamos bilaterales y «admisible» la participación del Fondo Monetario Internacional para salvar la situación de Grecia, pero subrayó que la «solución debe ser europea». Insistió en que cuando hablamos de una moneda común, hablamos de una «responsabilidad común» y aclaró que no se trata de «dar» dinero a Grecia, sino de «prestar» dinero, lo que quiere decir que éste se devuelve con intereses, especificó.

Para el Presidente español «la Unión Europea tiene que mostrar su compromiso con el euro y con los países que lo integran». Sobre la cantidad que aportaría España, el jefe del Ejecutivo dijo que aún no hay cantidad estimada, pero que nuestro país aportará lo que le corresponda en función del peso de su PIB y de su población.

Reunión del Eurogrupo.

Tanto Rodríguez Zapatero como Durao Barroso consideraron que el Consejo Europeo tiene que dar una respuesta de compromiso a los problemas de Grecia y «una respuesta europea» para garantizar la estabilidad y la fortaleza del euro. Para Durao Barroso sería «impensable» no encontrar un consenso cuando la decisión es «urgente y relevante». Ambos confían en que se va a encontrar una solución y que se hará contando, de manera fundamental, con el Eurogrupo.

Lucha contra ETA Preguntado por las declaraciones del eurodiputado popular, Jaime Mayor Oreja, sobre supuestas negociaciones del Gobierno con ETA, Rodríguez Zapatero dijo que esta afirmación es «inaceptable» e «impropia» porque busca provocar fisuras en un momento en el que la lucha contra el terrorismo ha avanzado tanto. Pidió responsabilidad al líder del PP, Mariano Rajoy, pues sus declaraciones en apoyo de Mayor Oreja son «improcedentes»  ya que sabe que son «mentira». Por el contrario, agradeció la posición mantenida al respecto por el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti.

Consejo Europeo

Antes de asistir a la Cumbre Social Tripartita, el presidente del Gobierno de España y presidente de turno de la UE ha celebrado un desayuno de trabajo con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Ambos mandatarios han abordado en su reunión la crisis que vive Grecia y la necesidad de actuar en su ayuda. Además, han repasado los asuntos que se abordarán en la Consejo Europeo de Jefes de Estado y de Gobierno que comienza esta tarde en Bruselas y prolongará sus sesiones de trabajo hasta mañana.