Archivos de Tags: Mercados Financieros

Los PGE para 2011 son “para salir del paso” , según el Instituto de Estudios Económicos

  • La presión fiscal repercutirá negativamente sobre el crecimiento económico.
  • Se deberían recortar las cotizaciones sociales y el impuesto sobre sociedades.
  • La previsión del Gobierno sobre el PIB y la tasa de paro no son realistas.
  • El déficit público se ha convertido en un problema por sí mismo.

El Instituto de Estudios Económicos ha presentado la Nota de Opinión sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2011. El informe, presentado por Gregorio Izquierdo, Director del Servicio de Estudios, destaca que los PGE para el año que viene son unos Presupuestos “para salir del paso” y carentes de política económica, en los que se han elevado los impuestos y recortado de forma lineal casi todos los programas de gasto, pero sin un plan consistente a largo plazo. Faltos de credibilidad, deberían haber reestructurado el gasto, mediante un replanteamiento de numerosas políticas y una reforma profunda en las Administraciones Públicas. Para ello hace falta un plan integral, coherente y estructurado. Además, la mayor presión fiscal que suscitan los Presupuestos repercutirá negativamente sobre el crecimiento económico, impactando sobre la competitividad empresarial y sobre la creación de empleo, por lo que debería priorizarse el recorte de aquellos que penalizan la contratación (cotizaciones sociales) o reducen su nivel por la vía de encarecer la inversión (impuesto sobre sociedades).

A pesar de la profunda crisis que está atravesando España, ésta ha conseguido, por el momento, escapar del ojo del huracán de la crisis de la deuda que arrasó los mercados financieros europeos entre abril y junio, y que obligó al Gobierno a adoptar una política más seria de consolidación fiscal. Este respiro ha sido posible gracias a la credibilidad generada por los ajustes fiscales iniciados, por el intenso proceso de reestructuración en el que se encuentran las Cajas de Ahorros y por la publicación de los test de estrés a finales de julio. Pero este equilibrio es muy frágil, por lo que los PGE deberían, ahora más que nunca, despertar confianza y credibilidad.

En los dos primeros trimestres de este año, nuestra economía ha presentado tasas de crecimiento intertrimestrales positivas, un 0,1% y un 0,2%, respectivamente, gracias a un renovado, aunque probablemente temporal, empuje de la demanda nacional, tanto del consumo como de la inversión en bienes de equipo, cuya aportación al crecimiento ha vuelto a ser positiva tras ocho trimestres de contribuciones negativas. Pero los datos que se conocen del tercer trimestre apuntan a un debilitamiento de la actividad económica. El cuadro macroeconómico para los PGE de 2011 prevé un ascenso del PIB del 1,3%, cifra irreal si la comparamos con la manejada por el consenso y por los organismos internacionales, que se sitúa entre el 0,4% y el 0,8%.
Respecto a la previsión de la evolución del empleo tampoco es realista. Se estima un ascenso del 0,3%, cuando lo más probable es una caída del 0,5%. La tasa de paro media anual, por su parte, no bajará del 20%, frente al 19,3% pronosticado por el Gobierno. En suma, el cuadro macro sobre el que se sustentan los PGE-2011 contiene una sobreestimación de la demanda y del producto, y una infraestimación del desempleo, lo que hace imposible el cumplimiento de las previsiones de los ingresos y de muchos de los gastos contenidas en los mismos.

Es necesaria una reestructuración del gasto público
Los recortes han sido muy generalizados, y afectan prácticamente a todas las políticas y a todos los programas de gasto, con pocas excepciones. La estrategia seguida por el Gobierno
para afrontar el ajuste ha sido la de recortar la dotación destinada a cada programa, especialmente en los capítulos de operaciones de capital. En lugar de ello, se debería haber efectuado una reestructuración completa del gasto mediante el replanteamiento de todos y cada uno de los programas, suprimiendo en su totalidad los que sean innecesarios o dupliquen otros de las CC.AA., por tratarse de competencias transferidas, integrando programas para reducir costes cuando sea posible. Asimismo, se debe llevar a cabo un plan de reforma global de las Administraciones Públicas para elevar su eficiencia y reducir su tamaño, labor que puede superar el ámbito de actuación de unos PGE, y que requiere la colaboración de todas las Administraciones Territoriales, pero hacia el que el Gobierno no ha dado ningún paso.

La entrada en vigencia en 2011 del nuevo sistema de financiación territorial conlleva una reducción tanto de los ingresos del Estado, debido a la mayor participación de las Comunidades Autónomas en la recaudación impositiva, como de los gastos, porque esa mayor participación en los ingresos supone también una reducción de los recursos transferidos a las mismas. Esto hace que las cifras de gastos totales contenidas en los PGE-2011 no sean comparables con las de los PGE-2010, salvo que se excluya de ambas la cuantía destinada a la financiación de las Administraciones Territoriales. En estos Presupuestos, una de las partidas que ha sufrido mayores recortes ha sido la inversión pública, que debería ser revisada, mientras que el recorte previsto del gasto público será insuficiente. Crece la presión fiscal; se aplaza la recuperación

El Proyecto de PGE estima unos ingresos impositivos totales por valor de 164.278 millones de euros para el próximo año, es decir, un 6,2% adicional respecto al año anterior atendiendo al avance de la liquidación. El aumento de la recaudación impositiva viene avalado, fundamentalmente, por dos hechos: la recuperación económica prevista por el Gobierno para 2011 y el aumento de la presión fiscal motivado por la subida de los tipos impositivos de distintas figuras tributarias. Es cierto que la consolidación presupuestaria era inaplazable e ineludible para devolver la confianza a los agentes económicos, pero la vía adecuada es la de la reducción del gasto. En este sentido, las medidas de consolidación presupuestaria no deberían incluir un aumento de la presión fiscal, y mucho menos sustentar ese aumento en la imposición directa. De hecho, es inconcebible que la recaudación impositiva directa crezca un 6,5% frente al aumento del 5,7% de los impuestos indirectos, lo que responde a una estructura tributaria que provoca un exceso de gravamen, distorsionando las principales decisiones de los individuos sobre el trabajo, el ahorro o la inversión. En el contexto actual en el que se atisba una leve recuperación económica, no resulta lo más conveniente penalizar el trabajo dado el nivel de desempleo ni tampoco el ahorro con el elevado nivel de endeudamiento de la economía española. Dentro de las prioridades, es obligado revisar el Impuesto sobre Sociedades que sigue siendo uno de los más gravosos de Europa con el consiguiente impacto sobre la competitividad empresarial, la cual se vería beneficiada además si se redujeran las cotizaciones sociales a cargo del empleador.

El déficit público seguirá disparado durante este año, por lo que es necesario un ajuste vía reducción del gasto público corriente y nunca incrementando los impuestos, ya que los multiplicadores de recuperación económica son más elevados para las bajadas de estos últimos que para los aumentos de gasto. Nuestro déficit público se ha convertido en un problema en sí mismo. Hay que contemplar el déficit del 2010 que, incluso, tras el plan de ajuste de mediados de año, va a cerrar este ejercicio en un nivel del 9,3% del PIB, según el Gobierno, cuantía que también supone un importante discrepancia respecto al 5,4% que planteaban los Presupuestos para este ejercicio en curso. Si los Presupuestos no se cumplen y, además, en magnitudes elevadas, pierden credibilidad, con lo que dejan de servir de referencia a los agentes económicos. Es obligado evitar las desviaciones y ampliaciones de crédito sobre lo presupuestado. A estos efectos, se debería en los PGE incorporar un detalle de las partidas de ajuste y de la prioridad entre ellas, que serían de supresión automática en el caso de que se produjeran desviaciones de gasto o aumentos de déficit por encima de la previsión inicial. Un programa de consolidación presupuestaria suficiente y creíble es la clave también para luchar contra el espectacular aumento de las primas de riesgo de nuestra deuda pública derivado del incremento del déficit, como ocurrió la pasada primavera, que puso de manifiesto una fuerte pérdida de confianza acerca de nuestra capacidad de hacerla frente en el actual contexto recesivo.

Los jinetes del gasto

No hay nada peor para combatir el déficit que la inminencia de un año electoral. Cuando parecía que Zapatero había recuperado cierta cordura en materia económica, los últimos datos del CIS han espoleado a los jinetes del gasto. Ahora nos cuentan la milonga de que al haberse producido una cierta relajación en los mercados financieros queda un pequeño margen en el Presupuesto para recuperar infraestructuras paralizadas. La respuesta de los mercados, poco dados a los fuegos de artificio, no se ha hecho esperar e, inmediatamente, han subido el diferencial de la deuda española. El segundo trimestre se ha despachado con una ligerísima recuperación del 0,2 por 100, pero si las caídas que se esperan al final de año están en línea con las previsiones del -0,6 por 100, eso significa que el tercer y cuarto trimestre van a ser de pena. Y eso no se lo puede permitir un presidente que se enfrenta a las elecciones municipales y autonómicas de 2011 en clave de primarias.

La subida del IVA y el recorte del gasto público, unido a las bajadas de sueldos y la congelación de las pensiones son malos compañeros de viaje para este presidente. Lejos de asumir su responsabilidad ante la crisis y el estancamiento al que ha llevado a la economía, Zapatero sigue predicando la Arcadia feliz en la que “los banco abrirán sus líneas de financiación y se facilitará una recuperación del empleo con ayuda de nuevas iniciativas en políticas activas en lo relativo a los servicios públicos”. Nada más lejos de la realidad, como lo ponía de manifiesto en último barómetro empresarial dado a conocer esta semana, así como el relativo al crédito que certifica un repunte de la financiación al sector privado en Europa pero no así en España. La clave de la nueva deriva de Zapatero hay que buscarla en el precio que le van a poner los partidos nacionalistas para apoyar los PGE. La estabilidad presupuestaria vuelve a estar en peligro pero Zapatero, viejo zorro, cree, como Enrique IV, que París bien vale una misa.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 12 de agosto de 2010

La economía española caerá en 2010 el doble de lo que prevé el Gobierno, según el BBVA

“En España, la lenta recuperación de la actividad no es suficiente para generar empleo de forma sostenida. A corto plazo persisten importantes elementos de incertidumbre: la debilidad de la recuperación de la economía europea, la tensión en los mercados financieros y las consecuencias de los procesos de consolidación fiscal. En España, es de esperar que estas medidas tengan un impacto muy limitado sobre el crecimiento. Este proceso de consolidación fiscal es absolutamente necesario e ineludible, y aumenta la credibilidad en la consecución de los objetivos de estabilidad presupuestaria fijados para 2013”, afirmó el economista jefe del Grupo BBVA, José Luis Escrivá.

Este es parte del análisis que se incluye en una nueva edición del informe “Situación España”, que elabora BBVA Research, el Servicio de Estudios del Grupo BBVA, y que ha sido presentado hoy por José Luís Escrivá, y por el economista jefe de España y Europa, Rafael Doménech.

Según “Situación España” la economía global se encuentra ante dos fuerzas que se contraponen. Por un lado, los países emergentes y Estados Unidos que muestran una recuperación sólida y que se traduce en un dinamismo del comercio mundial. Ello facilitará un crecimiento de la economía mundial en el entorno del 4% en 2010. Por otro, los mercados financieros han elevado significativamente el riesgo soberano en Europa, provocando un aumento notable de las primas de riesgo en algunos países. Si bien el mecanismo europeo de estabilización acordado por el Consejo de Economía y Finanzas (ECOFIN) ha evitado escenarios muy adversos, no ha sido capaz de reducir las incertidumbres en los mercados financieros y devolver las primas de riesgo a niveles menos tensionados.

“Dada la incertidumbre existente en los mercados financieros, es complicado evaluar los efectos sobre el crecimiento a corto plazo de las políticas fiscales emprendidas por los países europeos”, explicó Escrivá y añadió que “en situaciones de estrés fiscal por problemas de sostenibilidad de las finanzas públicas, un ajuste fiscal creíble, acompañado de una mejora del entorno económico y reformas estructurales ambiciosas puede conseguir un aumento del consumo y de la inversión.”

Impacto de las medidas de ajuste fiscal en España

En el caso de la economía española, el crecimiento del primer trimestre parece estar teniendo continuidad en el segundo, aunque la recuperación es excesivamente lenta y en el corto plazo no generará empleo de forma sostenida. Según BBVA Research, el crecimiento de la economía española, tras el 0,1% registrado en el primer trimestre del año, podría volver a crecer un 0,2% en el segundo si en junio continúan las tendencias observadas en los indicadores económicos de abril y mayo. A pesar de ello, en el conjunto de 2010 el PIB se contraerá un 0,6%, mientras que en el 2011 aumentará un 0,7%.

Al igual que en otras economías, existen incertidumbres sobre el impacto a corto plazo que puedan tener las medidas de ajuste fiscal aprobadas por el Gobierno, cuyos efectos sobre la actividad se ven condicionados por una serie de factores que, en algunos casos, actúan en direcciones contrarias.

“En primer lugar – explicó Rafael Doménech – las medidas dan certidumbre respecto al tamaño de la consolidación fiscal necesaria y a su composición. De esta manera, se confirma que la mayor parte del ajuste será en gasto público, lo que maximiza su probabilidad de éxito. En segundo lugar, es necesario tener en cuenta que las medidas de ajuste aceleran en el tiempo el programa de consolidación fiscal sin cambiar objetivos para 2013. En tercer lugar, los efectos riqueza y el aumento de la confianza que implica la consolidación fiscal puedan ser significativos, al restringir el crecimiento de la deuda pública, limitar el aumento de la prima de riesgo, imprimir credibilidad al plan y definir claramente las políticas detrás del proceso de reducción del déficit.”

El economista jefe de España y Europa explicó que este efecto de riqueza positivo y el aumento de la confianza de los agentes económicos son más importantes cuando el proceso de consolidación fiscal es percibido como un “cambio de régimen”, es decir, cuando es acompañado de una serie de reformas estructurales que elevan el crecimiento económico.

“Dadas las necesidades de financiación exterior de la economía española, conseguir con estas medidas un aumento de la confianza de los inversores en los mercados financieros internacionales es especialmente importante”, matizó.

Reformas: claves del crecimiento

Para elevar el crecimiento económico y mejorar significativamente la confianza de los agentes económicos, el ajuste fiscal es necesario pero no es suficiente, puesto que necesita venir acompañado de una serie de reformas estructurales entre las que, por su urgencia, destacan la reestructuración de una parte del sistema financiero y una reforma laboral ambiciosa.

El sistema financiero español ha dado muestras de su solidez. Aunque el grueso del sistema bancario español está bien capitalizado, ante una recuperación lenta y débil de la economía, una parte del sistema tendrá necesidades de capital significativas. De acuerdo con las estimaciones de BBVA Research, estas necesidades se sitúan en el entorno del 5% del PIB, evaluadas al horizonte del año 2013, y son perfectamente asumibles por la economía española. Corresponden a aproximadamente la mitad del endeudamiento máximo que puede alcanzar el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, FROB.

“Es necesario que un segmento acotado del sistema financiero español avance en la senda de una reestructuración significativa, rápida y definitiva, que despeje las dudas existentes en los mercados financieros internacionales sobre estas entidades, para que puedan obtener la financiación exterior necesaria con la que apoyar los procesos de inversión empresarial que requerirá la recuperación económica”, afirmó el economista jefe del Grupo BBVA.

Para BBVA Research –como ya señaló en “Situación España” de marzo de 2009 – es fundamental que el resultado de una reforma laboral de calado suponga la eliminación de la ineficiente dualidad entre trabajadores temporales y fijos, sin incrementar en el agregado el coste del factor trabajo para las empresas, así como un marco de referencia para la negociación colectiva que impulse la descentralización y facilite la fijación de salarios tomando en consideración la situación particular de cada empresa y el crecimiento de la productividad.

Según BBVA Research, con estas reformas, la recuperación económica se adelantará en el tiempo, permitirá alcanzar un potencial de crecimiento significativamente más elevado, facilitará el proceso de consolidación fiscal y acelerará el desapalancamiento de familias, empresas y administraciones públicas.

El BBVA releva a Goirigolzarri como consejero delegado y mantiene a Francisco González como presidente

de-izda-a-dcha-jose-ignacio-goirigolzarri-francisco-gonzalez-y-angel-canoEl nuevo consejero delegado es Ángel Cano

El Consejo de Administración de BBVA, reunido hoy, ha decidido que propondrá a la próxima Junta General de Accionistas de la entidad, de carácter ordinario, la continuidad de Francisco González como presidente. El Consejo considera que el Grupo está gestionando de manera excelente la crisis actual y que el nuevo entorno global, con mayores retos pero también con grandes oportunidades, hace imprescindible mantener el actual liderazgo del presidente al frente de la entidad. Además, el Consejo le ha pedido a Francisco González que ponga en marcha un nuevo esquema organizativo y de gestión que permita avanzar con mayor celeridad hacia “un modelo de crecimiento, aún más innovador, más eficiente y con un mayor foco en el cliente”. Para hacer frente a todos estos retos, el Consejo ha designado a Ángel Cano, hasta ahora director de Recursos & Medios, nuevo consejero delegado del Grupo en sustitución de José Ignacio Goirigolzarri, quien ha decidido dejar sus responsabilidades ejecutivas, de mutuo acuerdo con la entidad.

El Consejo confía en el liderazgo internacional de Francisco González para llevar a cabo este nuevo impulso. Como presidente del Grupo, y entre sus diferentes funciones, Francisco González se ha dedicado a potenciar la participación institucional de la entidad en los grandes foros del sector. Durante tres años, ha sido presidente de la European Financial Services Roundtable (EFR), desde donde ha promovido activamente la profundización de los mercados financieros del continente. En Europa también colabora con el Institut Européen d’Etudes Bancaires (IIEB). Por otro lado, desarrolla una intensa actividad en foros globales como vicepresidente del Institute for International Finance (IIF), como miembro del Grupo Consultivo sobre Mercados Financieros del Fondo Monetario Internacional (FMI), como miembro del Consejo del International Monetary Conference y como miembro del Global Advisory Council, entre otros. En EE.UU., el presidente de BBVA es miembro de The Conference Board, y del Comité Asesor Internacional de la Reserva Federal de Nueva York.

Más de 30 años de servicio

En el Consejo de Administración de hoy, José Ignacio Goirigolzarri ha presentado su renuncia, de mutuo acuerdo con la entidad. “Tras ocho intensos años como consejero delegado y más de 30 al servicio del Grupo, se abre ante BBVA una nueva etapa y ha llegado el momento de dar paso a un relevo generacional en la gestión del día a día del banco”, dijo Goirigolzarri. Los consejeros han agradecido a José Ignacio Goirigolzarri el excelente trabajo y el liderazgo ejercido durante todos estos años, labor que ha convertido a BBVA en uno de los bancos más eficientes y rentables del mundo, extendiendo su presencia a más de 30 países, y que le ha permitido afrontar con éxito y sin ayudas momentos difíciles como la crisis económica actual.

“El magnífico trabajo realizado en los últimos años bajo el liderazgo de José Ignacio, nos coloca en una situación privilegiada para aprovechar las oportunidades que ofrece el nuevo entorno competitivo global y en el que la tecnología van a jugar un papel transformador fundamental”, añadió Francisco González. “Pese a que hoy deja las responsabilidades de consejero delegado, su buen hacer y su legado va a seguir con nosotros durante mucho tiempo”.

Crecimiento y excelencia

El Consejo de Administración de BBVA ha decidido designar consejero delegado a Ángel Cano, hasta ahora director de Recursos & Medios del Grupo y, como tal, responsable de la gestión de los recursos humanos, las infraestructuras y la tecnología, así como de la ejecución de los planes de transformación del Grupo, entre otras funciones. El Consejo de Administración de BBVA considera que Ángel Cano ha tenido un papel relevante a la hora de implantar los distintos planes de excelencia operativa que le han permitido al Grupo alcanzar uno de los mejores niveles de rentabilidad de la gran banca internacional.

Además, durante los últimos cinco años, Cano ha liderado el proyecto denominado ‘Banca de Futuro’, diseñado para evolucionar el modelo operativo y de gestión de BBVA hacia un sistema más apoyado en la tecnología y que incremente la satisfacción de los clientes. Con más de 18 años en el Grupo, Ángel Cano ha sido, además, director financiero e interventor general de la entidad. El nuevo consejero delegado de BBVA comenzó su carrera profesional en la firma de auditoría Arthur Andersen.

“Como consejero delegado, Ángel aportará su capacidad de ejecución, su experiencia y su visión integral del sector financiero, permitiendo a las áreas de negocio seguir profundizando en la excelencia a la hora de relacionarnos con nuestros clientes”, dijo Francisco González. “Su misión consistirá en liderar el trabajo de toda la organización para aprovechar las oportunidades que nos pueda ofrecer el mercado y lograr un mayor crecimiento, adaptándonos al nuevo entorno competitivo global”.

La agenda de Pittsburgh

La cumbre de Pittsburgh se inicia sin la parafernalia de las anteriores en Washington y Londres. Quizá sea buena señal porque tal como marcan los cánones taurinos, corrida de expectación, corrida de decepción. La situación económica dista mucho de ser la de hace un año tras la quiebra de Lehman con los mercados financieros estrangulados y Pittsburgh puede certificar el principio del fin de la crisis.

Grandes locomotoras como Alemania y Francia ya han anunciado su recuperación y se espera la confirmación de esta tendencia en EEUU y el Reino Unido. No así en España anclada en una fortísima recesión que, de momento, no ve la salida del túnel.  China se ha convertido en el granero de las reservas de dólares y existe expectación por saber si dará cabida al euro en su cesta como moneda refugio, lo que sería un revulsivo en el comercio internacional.

La cumbre de Londres se despachó con una declaración de principios sobre la prevalencia del hombre sobre los mercados que poco ha hecho cambiar las reglas de la economía, ya que siguen pendientes las reformas del FMI y del Banco Mundial. La otra apuesta del G20, el Consejo de Estabilidad del que forma  parte  España, sí avanza en pro de una nueva regulación y supervisores supranacionales, aunque el foco de la opinión pública está en el sueldo de los banqueros y en la nebulosa del cambio climático.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 24 de septiembre de 2009

“América Latina saldrá antes y reforzada de la crisis”, según Francisco Luzón

LatinoaméricaFrancisco Luzón, Consejero – Director General de la División América de Banco Santander, intervino en la clausura del VIII Encuentro Santander – América Latina: “Todos contra la crisis”. Durante su intervención, Luzón subrayó tres diferencias existentes entre la situación de la región en esta crisis y las vividas en el pasado, diferencias que harán que “América Latina salga antes y reforzada de esta crisis”. En primer lugar, la estabilidad en materia de política económica propiciada por las instituciones creadas por la mayoría de los Gobiernos de la región en los últimos años, que amortigua los efectos domésticos de la crisis internacional.

Es cierto que se produce una contracción del PIB, no obstante y con matices y singularidades propias de cada país, encontramos un comportamiento contenido de la inflación, de los tipos de cambio, de las primas de riesgo, del déficit y la deuda, y mercados de valores y sistemas financieros fuertes. En segundo lugar, se refirió al pronunciamiento general de la población a favor de los líderes que están llevando a cabo estrategias ortodoxas. Los niveles de popularidad de sus gobiernos son altos y se vislumbran rumbos políticos y macroeconómicos
sostenibles en el futuro. Y, por último, mencionó el regreso del foco de la política exterior de los Estados Unidos hacia los países de la región.
Todo ello favorece la incorporación de Latinoamérica a patrones sostenibles de normalidad y predictibilidad que convergerán gradualmente al modelo de democracia occidental del que culturalmente forman parte los sistemas latinoamericanos. “Hay que continuar por la senda
marcada y no hay atajos para el desarrollo”, dijo Luzón.

El responsable de la División América resaltó la importancia de las clases medias. Durante el que denomina “Quinquenio Mágico”, 2003-2008, más de 30 millones de personas escaparon de la pobreza en la región y se integraron en esas clases medias emergentes. Y el proceso de ampliación de las clases medias se debió a la incorporación de 26 millones de ciudadanos al mercado de trabajo, al mantenimiento de bajas tasas de inflación y al aumento de las rentas públicas no laborales y las remesas de emigrantes.

Según el Consejero-Director General de Santander, la salida de la crisis no se llevará por delante la nueva estructura social sustentada por el surgimiento de las clases medias emergentes en el “Quinquenio Mágico”. En 2008-2009 se producirá destrucción de empleo, pero ya se creará empleo en 2010 (2 millones) y en 2011 y 2012 por encima de los 5 millones anuales. La cifra es pequeña comparada con los fuertes niveles de creación de empleo anteriores, pero también se seguirán manteniendo bajas tasas de inflación y se reforzarán las nuevas políticas sociales. Para Luzón, “una nueva generación de clases medias está dando continuidad a las nuevas políticas macro de la región”.

En su opinión, América Latina ha entrado en un “círculo virtuoso” de creación de valor que se traduce en un claro aumento del valor estratégico del continente. Apoya su afirmación en la apreciación de las materias primas y una sustancial mejora de todos los parámetros macro, un comportamiento ejemplar durante la crisis sin haber dilapidado las fortalezas del Quinquenio Mágico, consenso internacional sobre tasas de crecimiento razonables -ya a lo largo de 2010- y que Latinoamérica forma parte del mundo emergente con el que hay que contar para salir de esta crisis.

“Las fortalezas y capacidades de la región se han potenciado con la crisis”, afirmó. “América Latina retomará su senda de desarrollo en 2010 y se consolidará como una región próspera y desarrollada en la década 2010-2020”. Francisco Luzón recordó que el continente ha experimentado 46 episodios de crisis bancarias y que lo normal era pensar que en la peor crisis financiera desde la Gran Depresión los sistemas bancarios de Latinoamérica se hubieran vuelto a hundir. Nada más lejos de la realidad cuando se constata que los bancos de América Latina son los que mejor
han navegado en la crisis financiera internacional y enfrentan el futuro con menos debilidades en su modelo de negocio y con menores necesidades de capital. Sus necesidades potenciales de capital son el 30% de los bancos de Europa central y oriental y el 37% de los asiáticos, excluida China.

“El sistema bancario latinoamericano goza de buena salud y hay que reconocer la especial e inmensa deuda que la región ha contraído con sus Bancos Centrales y sus supervisores”. Para Luzón, los sistemas financieros latinoamericanos no han tenido problemas de liquidez significativos, no tienen endeudamiento preocupante, no tienen productos tóxicos en su balance y están poco apalancados, comparados con otros desarrollados y emergentes. Están, por lo tanto, en una envidiable situación para acompañar el proceso de crecimiento que América Latina va a reemprender en el año 2010.

En el análisis de Luzón no faltó una referencia al peso histórico del sector privado y a la importancia de los sistemas nacionales. La banca pública pasa de representar un 27% en el año 2000 a un 16% en 2008, por lo que la banca privada gestiona el 84% del negocio bancario del continente. Por su parte, la concentración del sistema financiero latinoamericano es fuerte en torno a tres países que suman el 78% del negocio financiero de la región: Brasil el 58%, México el 11% y Chile el 9%. En su opinión, “quien no está significativamente en todos ellos no puede tener una dimensión auténticamente regional”.

Para el máximo responsable de la División América, la bondad del sistema financiero latinoamericano se debe también a unos bancos internacionales de gran calidad que decidieron invertir en la región y exportar lo mejor de sus modelos de gestión. Subrayó que el Santander fue más allá: “no sólo nos quedamos y apoyamos los países durante los años difíciles, sino que aprovechamos la circunstancia para reforzar nuestra presencia en la región”

Francisco Luzón finalizó su intervención afirmando que “Banco Santander es la columna vertebral del sistema financiero latinoamericano”. Señaló que Santander es el líder indiscutible por tamaño, por diversificación en países y por posición y cuota en los principales sistemas de la región, como: Brasil 12%, México 16%, Chile 22% y Argentina 11%. Un sistema financiero que ha ganado sensiblemente valor en los últimos 8 años para llegar a los 340.000 millones de dólares y en el que la valoración de la franquicia de Santander en la región es muy superior a los 65.000 millones de dólares (45.000 millones de euros).